La vida y la muerte xx?
en la misma cueva, en el mismo nido/nicho.
Los tranquilicé con parsimonia dándoles el pico
sin fijar/fiarme de ninguno de los dos
y de cómo engullían...
Regurgitando de mi vientre hasta las tripas
que no era para alimentarlos.
Vómito de miel manando incansable de la colmena/boca
como una corriente/lengua de lava
que los atragantaba...
Hubiera podido continuar así hasta consumirme,
pero es que he roto toda esperanza de criarlos sanos.
Una cuerda, un lazo, una hostia o una jaula de alambre
por el furtivo/futuro
tarde o temprano va a dar al traste,
terminará con todos nosotros.
La estación del invierno se avecina
con nervios, apisonadora en mano, y triturador incluido.
El cambio climático, la globalización de las ideas,
la enfermedad, la Toscana
lo trastoca/desequilibra/debilita todo...
La resistencia de antes -de cuando eras joven-
desaparecida en combate.
El frío ha empezado a calar
en la tapicería de tu sarcófago/estante de libros.
El nido roto, deshecho con pulgas/colgajos
y las inclemencias del tiempo haciendo de las suyas...
Los polluelos esqueléticos se han caído
entre las hierbas del bancal
desde antes de ayer.
Apenas tienen resuello para abrir sus bocas/alas
en señal de auxilio, y la culebra acecha.
Yo por mi parte los he olvidado.
Sin “GPS” imposible de que den conmigo/ellos.
Buscaremos algo para más tarde/después de cenar.
Ni un saludo me queda en reconoceros,
sincerarme desde mi apatía/escuálido pretérito...
Ha sido un placer estar con vosotros, un alivio,
una congratulación, chasquido de dedos...
¡En un “pispás”... todos muertos!
-¿Puedo hacerte una pregunta? -¡Vale...!
¿A qué ha venido todo eso...?
¡No lo sé?
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado