Tengo un juguete que me da alegría xx+ ...suele estar medio atontado hasta que se deslía. Parece enojado/como que desconfía. Algunas veces... me pide muy amable, para dormirse, que lo meza en mi mano sin arrullos, ni cantos. Y se duerme muy de prisa, como “embobao”. Le gusta estar meloso por aspersión o por goteo, ...rebozadico por las charcas de brasas en busca del Dios del trueno. Lleva dos ruedas de repuesto, por si pincha o padece sobre esfuerzo. El siempre es muy atento... -no deja nada al azar- al destino lo lleva de pleito en pleito. Tiene un sueño muy profundo cuando duerme, y otro perpetuo cuando está despierto; ...hacer con su badajo slalom en la campana, hacer que tomen vuelo las palomas por el cielo. Yo me lo llevo de paseo, porque mantiene el tipo sin muchos esfuerzos, tiene garbo, es coqueto y muy tierno. Se dice que es puro veneno, porque le gusta matar muriendo- y muere cuando no muere, me dice... Es tan místico y espiritual que a veces, aunque quiera, no lo entiendo. Qué muñeco más complejo tengo. De todos... el mejor, el más flexible y alborotador, el más reflexivo y explosivo, el más tremendo. En el fondo... es muy simpático y bonachón, por eso, a mí me gusta tenerlo siempre contento y juego a menudo con él, -siempre que puedo-.
Categoría: Paseo…
Alguna vez…
Alguna vez... estas ganas desgañitadas xx rebozarán tus entrañas profanas. Alguna vez... estos golpes de timón dejarán de navegar solo por mi corazón. Alguna vez... estiraré el lánguido orbe moliéndote en el aljibe que escondes. Alguna vez... esa sinagoga nunca ungida resbalará desde el friso de mi columna. Alguna vez... segaré el aire de mi cúpula dejando volar las palomas hacia tu cuna. Alguna vez... tus castillos de naipes caerán con las tropas venidas desde el más allá. Alguna vez... seré un importante payaso con las pestañas daré brea al fiel de tanto desasosiego/de tanto desengaño. Alguna vez... -me haré- largo tiempo para calar a todos lo que se cruzaron jodiendo. Alguna vez... quemaré mis naves/mis retratos, mis adentros disecados en este dique de desechos. Alguna vez... intentaré ser más amable para que tomes y chupes del jugo que no sale. Alguna vez... te saludaré con la cara de siempre, clamaré a los cuatro vientos mi desbocada perfidia de no tenerte nunca, ni con la más mínima brisa. Entonces... Querré ser un poeta de estafeta/ correos postales, de bragueta abierta. Querré ser un artista de brillantes obras ...esas que no empezaste nunca/ni terminaste ¡tonta! Querré ser un amante fiel a mi ética y a tu razón “almidoná”/casi hipertensa... Querré ser un soldado raso, sin estrellas/capullos, ni arrebatos. Así, cuando me mires... no tendrás guías ni atriles/ Te escurrirás engarzada entre mis reliquias mártires.
Esa tonta flor
Esa tonta flor del jardín x de los encantos perdidos... se quedó seca y marchita, tierna y dolida. Los labios de la noche la hizo trizas. Esa dulce flor de los manglares de acacias. Atormentada de polvos sobre brotes de hojarasca. Lúcido manantial en graneros de azadas... No supo mantener el tipo cuando más lo necesitaba. Vagones rechinando le dieron alas... Patinando en la concha marina donde pescaba. -Pareces un eyaculador precoz. ¡Son las ganas de tanto...! -lo siento-
Suda el sexo sus pesares,
Suda el sexo sus pesares, x? muere gozosa la vigilia... en dos salvas de broma, en dos “hartás” de mentiras. -Quisiera renunciar a ser hombre-. “La maté porque era mía”. Estaba yo, con las tripas revueltas, badajo “ahogao”, en agonía. Sobre la celosía de melaza, pandereta en mano blandía. Hervía en sazón adobado por las brisas salinas aliñando en ardores blusón embutido en puro macho cabrío. Y de pronto... sentí un vacío, el que te quita la savia y te saca de quicio, el que te grapa los morros al entresijo/ el que te acuna la chicharra en el matorralico. Ahora el cuerpo descosido de bramidos, se cobija en tres cuartos de ñora, ...en el alborotado rescoldo de su nido de avispas. Tu flagelada magnolia todavía “hinchá”/medio dormida... pide indulto a la autoridad, y te dan opción a otra corrida, allá por navidad, cuando se olviden de la vista. -Demasiados fallos... -en ese aparato tuyo- ¡Eso digo yo!
Cuando se levante…
Cuando se levante... xx desgarrará los trapos sucios llorando en el cándido/cálido paño. Tus fuerzas se volverán flatulentas entre obeliscos de cornetas. Las más tributadas sensaciones latirán al compás que tu las mezas. Para darte rápido el sublime latigazo descarnando a tu payaso de alabastro... Te quebrarás como un banco hipotecario, lleno de pagarés y talones falsos... en la cornisa mascullada del colapso, fusil ametrallador en cántaro agrio. Y hechizado en el rescoldo de códices de los más ásperos hipocampos... a cada palpitar un peñasco, a cada escalofrío un desmayo, a cada suspiro un llanto, a cada nueva distensión un desengaño. Y así... todo calentura, jura y perjura. La gloria una locura. La locura, ser uno mismo, uno mismo... -ser o no ser-. ¡Así es la vida un feliz gatillazo.
Ya no rezas…
Ya no rezas... x? la marea apaga las velas. Ya no esperas, sólo revientas. Ya no oyes, el zureo de estambres te duele... Ya no piensas, sólo muerdes la presa. Ya no miras, tus babas todo lo aliñan. Ya no sientes... la lava se desborda bajo tu vientre. Está claro... que tu fierecilla maquiavélica expone su tesina de fin de carrera e... hilvanando semillas sobre herbazales y corcheas, teje puntillas de cera “lisíao” por el acantilado donde se despeña. Has llegado a ese lugar donde los pétalos/ hojas del libro atraen con su muerte al lector. Bello durmiente... en el sueño de los justos yugo del placer.
Fiera y cruel…
Fiera y cruel se desliza por tu imagen x+ esta hélice de arcilla que aviva mi sangre. Penetra en el crepúsculo de mis ondas rompiendo la tibia canción que te nombra... hasta detonar y explosionar los viejos cartuchos en la recámara de la trastienda de mi botica. Tus ojos altivos y serenos con su cincel han roto el cerco, se adentran en la fontana clara, donde flota el leño tierno... Guirnaldas hechas trizas se alborotan con las huestes del asedio ...en el puente de playa, de tus espléndidos portentos. Me ahogo en este acuchillamiento, “vomitá”/babas de mi palo miel de higo... Trepanando la quijotera tela de la bragueta, templete de marajá/“descojoná” de mico. Sin ideas, mis generales cobardicas se rinden a tus pies; con un fax abdican... Poco después, cuando te descuidas... se rearman, te suplican, y tú les dejas escalar/ moler la perla rosa que las olas cobijan. De pronto... en ejecutiva de apremio, resbala en las uvas de la ira, adelgaza su tripa desobediente, se casca de bruces, se rompe la frente. No sabe el idiota, que su lindo capullo hasta dentro de un rato no florece... -se quedó mudo-. P.D. ¿Querer no es poder!.
Alguna vez…
Alguna vez... tus adormecidos interiores x se cargaran de bombeantes chasquidos de nata. Como fieros leones vendrán a luchar hasta darse muerte por su amada... sabiendo que la primera vez pasó, como hierro al rojo vivo que la marca. La risa no prenderá en el sigiloso respiro, tampoco la palabra inquieta volará como paloma blanca mensajera... tan sólo un entrar y salir o tal vez, no llegar con ganas. Sólo más y más metesaca; arrebatador embutido sin compasión en la tempestad más ermitaña. Es el nervio que se ahorca en el árbol más empinado, ese que se funde en el cálido hielo hirviendo al son que le toca su tamborilero. Deseosa de gozar más y más le retuerce el cuello al muñeco, sabiendo que después lo mudará bañado/vestido y alisado a otro lugar del juguetero... Entonces callará mecido el puñetero en las cinco cañas de su cesto, recogiendo las flores más hermosas con la lata de fuagrás derretida por completo. Ella, en cambio, es cuando empieza a notar algo... y desea fumarse otro paquete y medio. Sin rechistar, sin parpadear, sin apenas proponérselo. Pero tú te has evaporado como la brisa del humo en su boca por ese cuarto épico del descalabro... Ya no te queda ni una sola bala/colilla para apagar en el cenicero. -¡Qué poca gracia tienes algunas veces...!
Hola capullito
Hola capullito de rosa, x negro de rojo/azul "tiznao". -vergüenza del David de Donatello-. Qué espléndido rincón del día cobijas con tu explorador esperpento... -mi pequeño y simpático mimosín-. Tú que te pones erecto y educado seducido por las carnes abrasadas, deliciosas-mente olientes que las musas te han cocinado... Tu de mil plumillas cosido, por los alambiques de la gloria rezumas pasmosas melodías... correteando por el anfiteatro en la corona de espinas de tu rabiosa bolsa de canicas. Ese eres tú... Que esperaste demasiado tiempo, en los manglares/ manantiales lechosos de tu cuerpo, y ahora te ahogas en la ciénaga de regreso. Sombra resquebrajada donde navegas como renglón para-lelos en el cielo. -Es el cuento de nunca acabar... Ya, pero el avión era supersónico. -¡Y una picha de lombriz!
Se abren las ganas…
Se abren las ganas... a "bocao" limpio x con la imagen lejana, pero traviesa, de un culo redondo y dos tetas bien puestas. Se abren las ganas sin pausa, sin tregua... con los ojos clavados en la densa glorieta de dos torres gemelas, firmes doncellas. Se abren las ganas en pataletas y refriegas envuelto en mantos perfumados de frutas selectas... Dulces como el almíbar, espumosas como la cerveza. Y sin darte cuenta cuando quieres retenerla se cubren los ojos con la sombra sedienta de hambres preñada, de sogas que tensan... esa que casi siempre, cuando asoma, te desforesta. Ahora, eres un capullo de seda cosido en su tela de araña, ...suelta sobre pedregales de rallies mafalda. Un clavo en la carreta de la más humilde leyenda. Una mota de polvo que le quita el brillo al mundo... Un fusil de asalto encasquillado de falsas promesas. Una puta vestal de Cnosos abierta en canal. Un palacio de hadas/avispas en la cámara de gas del ventrículo izquierdo de tu alma "almidoná". Ya no vales "pa ná", ni para echarte "pa lante" ni para echarte "pa trás"... ni para volver a empezar. -Todo lo que empieza, -es un riesgo que hay que correr- ¡Ya!