Tu serás la última rosa/ x? mi pócima divina... aroma entre suspiros de estrella inconcebida. Tu serás la eterna mirada de un penitente tenebroso en un recital de alegría. Tu serás por siempre... el alma de mi vida.
Mes: noviembre 2018
Un golpe invade tu rostro…
Un golpe invade tu rostro... x+ la inquieta idea irrumpe en tu mente, ya no miras con dulzura, la duda plaga el ambiente. Sí, creo que te alejas... Y si miras atrás, no te detengas. Porque colmillos de plumón nuevo tejerán el cesto reverso y donde ahora me confinas y empeñado de ti, nunca me fías, mañana, jengibre de alacrán altanero, emborracharán tus miembros, ...y sin darte un segundo de resuello serás mía, como la sombra de un trueno.
De todas las cosas
De todas las cosas que me pertenecen... xx de todo aquello con lo que sueño, -eres mi eterno consuelo- . Te abrazo, te quiero, te susurro en voz alta, y, entreabiertos los ojos, te poseo... De todas las cosas que me pertenecen, de todo aquello con lo que sueño, eres la alegría en el silencio, el respirar último del quebrantado juego.
Quiero morder
Quiero morder la estela de tu cuerpo x+ y, retorciéndome en la arena tibia, acariciar tu piel oculta con finas plumillas. Quiero embriagado de ti reducirme a cenizas y navegando junto al viento recorrer todo el Universo... Quiero agradecerle a cada instante, -ese malvado amigo rastrero de tantos lances...- que hoy te tengo aunque mañana te marches.
Quería acogerme
Quería acogerme a los cantos rodados x? de tu imagen callada y refugiados en las montañas hacer temblar al alba la indecisión de aparecer sin ser tocada. Quería estrujarte en las laderas de mis venas y emborracharte en la corriente que las lleva. Quería volar sobre los arrecifes del infierno, estrellando el mar de mis ganas en los linderos de tu cuerpo. Quería emborracharme de ti perdidos en el tiempo... sin relojes, plumas, ni bisturí que rompieran este sueño.
Yo puedo engañarte
Yo puedo engañarte xx+ con la mirada silenciosa de un perro hambriento en el gozo de ver a su amo traerle el alimento. Yo puedo volar sobre alacenas de sexo, para estrellarme después en el estuche de tu cuerpo. Yo puedo navegar en lágrimas de metacrilato, alquilando sabores en el ámbar de tus labios. Yo puedo quitarme el traje de Ícaro para ver desde el mar de tus ojos el nacer de cada acto. Yo puedo sentir como la norma devora al animal que en franquicia fustigado se desboca. Yo puedo disfrazar al difunto que llevamos dentro, y sentarlo en una silla para que se atenga a las reglas del juego. Y todo eso sin más. Tan sólo... porque yo lo quiero.
Duermen los equilibrios su calma
Duermen los equilibrios su calma x? reposando sobre sus inquietas ganas. Y, en la interminable alegría de una sola de estas mañanas cuando apareces... eres lo más hermoso de cada instante entre las tibias láminas de cemento y madera grisácea. La mesa, los atuendos, tus movimientos cuando te acercas... cercan el espacio con su aroma aún fresco -traído entre tus ropas y el pelo-. El trabajo reposando espera que lo descanses/ archives en los ojos de los tontos... -que tanto te admiramos-. Como pececillos en la pecera del infierno nos haces hervir. Esclavos, clavados en el muro de hielo de tus encantos. ¡Marlen, qué lo sabes...!
Juegan los pétalos
Juegan los pétalos de tu voz xx con el aire más bravo hasta ahogarse en el remanso de esta esquina del plácido verano... Corretean sus hordas al sol sobre alfombras de lunas de amianto, dejando brotar su carátula bruja entre manantiales de perlas y nenúfares dorados. Y cuando serenos se apagan... el puñal de su silencio horada como el azor las colinas del cielo. ...Ese de querer oír lo que nunca dijeron. P.D. Por más que nos esforcemos las cuentas nunca nos salen... La noche traviesa... nos invita -una y otra vez- a que pasemos a soñar con ella. La muy cabrona/sinvergonzona nos tiende la trampa en la que caemos... y al final parece como si hubiera pasado algo, y sólo ha sido un sueño. Los días pasan y los cuentos se amontonan hasta que no hayamos tomado el suficiente veneno... Ser, morir, dormir o soñar... todos son el mismo verbo/ Verso de la carne que se desperdicia aglutinada en un alma cuyo corazón incendia.
Entre todas las cosas bellas
Entre todas las cosas bellas de este mundo... xx adorando sencilla y fielmente cada uno de sus estados, a ti, mujer, te tengo por lo más dulce y hermoso. Y si todos me demostrasen lo contrario, y al parecer con ellos estuviera la razón, yo seguiría con esta... mi idea.
Quiebran las olas del estío
Quiebran las olas del estío x? tu cuerpo en las rocas informes del más fiero suspiro... clavando sus espolones de fulgurante espuma, hasta iluminar con sus partículas las atalayas de mi penumbra. Haciendo del mar un espejo nocturno al unísono infortunio de sentirte sólo en cada golpe de latido.