Apago el día con un disparo certero en la sien, xx la muñeca firme, el brazo en la vertical del cuerpo, -la bala alojada en la oscura cavidad-. Rebano su último aliento con un ligero parpadeo. Un fino hilo escapa enhebrando la aguja que cose la noche decidido a batirse en una nueva tregua. Paseo por una ciénaga rodeado de una densa bruma noto el agua a la altura del costado y subiendo. El frío se adueña de cada porción de mi piel, la carne se entumece. Avanzo hacia una gigantesca imagen sin rostro envuelto en una calma angelical donde todo se desvanece atrapado en un papel de plástico/aluminio extremadamente flexible. Momificando un reposo conforme se agacha la tapa del sepulcro levantada por el proyectil. Estoy sentado sobre la fina arena del quijero de mi condena. Espero desde esa orilla donde la distancia le da un beso a los puentes que ya no existen. Hundo los talones una y otra vez huyendo de una lengua/castigo que se acerca que asoma lamiendo ese espacio vacío entre cada latido. -Colmillos de hombre lobo con la luna negra que se clavan al cuello de la sombra del cáliz que he de beber-. Noto que voy cayendo lento/muy lento. Me arrastro de manera extraña por una pendiente imposible abrasado por el roce del asfalto/grava, con ese olor típico al alquitrán caliente en la órbita secuenciada de las preguntas. Intento escalar la chimenea madre de la inteligencia con la mirada puesta en la brasa del cigarro bajo las faldas de la mesa camilla. Con una estufa de gas apagada camuflando el aroma a choto trasnochado de la habitación. Una nueva ráfaga de gatillazos dejan el estopín indemne. -De nuevo he fallado-. Cuentas de cristal atravesadas por un tierno hilo de sueño. Rosario de huesos de Bantú perdidos en las yemas de los dedos/lienzos abstractos donde respira el ojo ciego del girasol girando con la espiral del ánima en dirección a un blanco que se mueve a una velocidad de vértigo. ¿A dónde vas corazón, a dónde me llevas...? ¿Caerás a plomo o continuarás empalado/empalmado por esos campos encapotados de un moco verde/aciago que no para de gotear? Esa sombrilla/alas plegadas sujeta en el entramado de arterias sacudidas después de arrancadas de la carne. -Ya no te sirven...- Esa trompetilla rizada con su palito de polen engarzándose entre los restos en auxilio de la mano que le pide al tiempo una limosna, otra oportunidad/ tampoco. Siento el fondo cerca, no hago pie. Respiro un agua con sabor a lodo/tierra. Sujeto con los dedos la parte más estrecha de la nariz, la aprieto mientras me inunda un mareo/ jauría de perros rabiosos con sus fieros ladridos. Echo la cabeza hacia atrás y parece que me van a reventar/estallar los sesos. Un enjambre de avispas atacadas se abren al vuelo desde la fosa nasal a las profundidades del fango gris/mollera. Esa caja de cartón duro/-de los zapatos- donde flotan un puñado de capullos fallutos/pajizos, amarillujos... otros abiertos con hocico de pez volador. Unas mariposas resecas con su traje de novia blanco ya muertas, unos minúsculos huevecillos/ojos azules “pancíos” mirando desde todas partes del ataud... Restos del gusano que ya se durmió. ¿A dónde vas corazón, a dónde me llevas...?
Categoría: Atado a la anilla
Sólo existen
Sólo existen dos mundos... xxx uno de tierra y otro de agua. ¿Qué puedo decirte con esta boca que no sabe hablar cuando el sueño sólo es un náufrago? Con estas manos que no saben escribir, con esta cabeza a la que sólo le salen cuernos, con esta pequeña brasa oculta entre tanta ceniza que pronto va a caer/desaparecer? ¿Acaso que el cielo es azul...? Que la noche es oscura. Que las distancias son para tomarlas. Que el fuego crece más y mejor fuera de cualquier orden. Que degustes sin ser devorado. Que has de morir de una sola vez. Que toda la eternidad ya no puede evitarte... Y todo esto para una insignificante existencia de la cuadra global mientras todos los animales andan por ahí sueltos. ¿Qué más da preocuparse cuando los barrotes son tan flexibles? Cuando la puerta todavía sigue entornada... P.D. Yo me reclino ante ti en la brevedad de tu silencio junto al hueco de tu costado sangrante... -como pronto me ha de suceder a mí/el crucificado- Y seremos en el nuevo mundo del futuro azote/castigo del juicio del hoy su condena... Muertos y no resucitados daremos de beber en el cuenco de nuestras cabezas -ya secas- el veneno que ahora nos mata... a los camellos/caravanas/ calaveras del desierto que atraviesan las arenas de la eternidad. -Ni perdón/ni olvido... ¡Menudo cóctel...!-
Puedes estar escribiendo
Puedes estar escribiendo xx durante toda tu vida en busca de ese alguien que desearías conocer. Y lo único que consigues es ahondar un poco más en la tierra haciendo una zanja más amplia de lo que terminas metiendo... Ya de pequeño llenabas los cuadernos con emes interminables entre las dos rayas. O cuando aprendiste a escribir redactabas notas de arrepentimiento dando explicaciones de tus fechorías. La mayor parte de los escritos quedaron en las traviesas de unas vías muertas/ caminos sin retorno. Lo único que vas consiguiendo es ligar con tu amor propio/álter ego conducido/ guiado a un callejón sin salida. Hay detrás de las cosas algo que se esconde que insiste que quiere pasar desapercibido ante nuestros ojos. Hay tantas mentiras a la luz cegando, ocultando la verdad que la sangre se impacienta en sus cavernas/ torrente esperando que hagas algo. Que te apartes a la meditación empujando el espíritu contra la pared cogiéndole del cuello, levantándolo hasta que se rinda o reviente. Uno debería hacerse continuamente preguntas solubles sólo para sí pues con las respuestas nos definimos. Nada nos modifica tanto como una realidad mal entendida. Sólo conocemos a los otros por los demás y a nosotros por nosotros mismos. Las penas y las alegrías deben disolverse con la misma cuchara. El tiempo es útil como molde donde vaciar lo que nos va pasando. -Un manotazo enérgico que nos disminuye cuando echamos la vista atrás- Con él tenemos el pulso perdido, los latidos sin sangre pues no reconoce el origen de un eco puesto en marcha con una suerte sin suerte incierta... En un corazón golpeando/empujando hacia delante con el que te resientes/resistes porque no cesa en su empeño de hacer que te notes vivo. Y resucita contigo a la par del día en cada mañana.
El remanso
El remanso de este lecho xx provocado por la presa del molino mece con su paz los ojos desorbitados de quien espera algo. Descansan con la mirada sobre su lomo sin apenas tocarlo entretenidos por el baile de hojas de unas cañas tiernas y de un viejo sauce llorón. Acarician su manto como las arañas de agua patinan de lado a lado del quijero/ tejiendo surcos en la espiral de su fina piel al acabar el día. Pero cuando metes la cabeza, cuando te capuzas para darte un buen remojón para espabilarte chocas con las piedras del fondo, con los troncos hundidos, con los casquijos de obra, con los restos de vidrios. Cuellos de botella, botes de hojalata, maquinaria ligera, alambres que te enredan ...y alguna moneda cerca del lavadero. Mi acequia no es lo que parece a simple vista.
Rescatador de almas apostado
Rescatador de almas apostado x en el acantilado de los suicidas con tu red caza mariposas... Intentas enhebrar el rayo escurridizo de la tormenta por el ojo de la aguja de la carne. ¡Era mi perdón o yo...! ¡Ah, claro...! En la ceniza que aún no te habita hay un pequeño diente de acero con forma de corazón. ¡Qué bonito! ¿Y por dónde anda ahora el jodio...?
A este bancal
A este bancal las garras xx le han salido/crecido a la sombra de la cara oculta de la luna. Es lo que más me reconforta. ...Todo como el día anterior a esa excursión de final de curso cuando aún no sabías las notas. Aunque el profesor continuaba cebándose contigo nada te hacía presagiar de manera inminente que algo pudiera salirte mal. Mientras te distraías con tus pensamientos -uñas de cera- horadando la esquina del cielo en el suelo con la pared en busca del nido/galería de hormigas hacia la gloria. Soy de la siembra... sonámbula brevedad de una ilusión que la habita y se subleva en la carne. Sólo un deseo vivo que guardar de lo pendiente/ ...nada más que promesas. Enemigo que fluye/huye de lo real en un sueño.
Contrapongo/
Contrapongo/contrapeso... xx Contraigo el músculo de la respiración para no decir/para no hablar, para quedarme callado/ absolutamente en silencio. ¡Porque estoy hasta los h***** de todo! La ausencia del yo y los suyos, en su vacío/vicio/letrinas, te pide que continúes... Una postura en origen que barrunta/deambula por las cavidades/cadáver de lo no utilizado. -Pero../ni te da igual-. Entonces haciendo un esfuerzo para reanimarme empuño la esponja del corazón acercándola a su rostro para que se refresque un poco la cara/ los labios... y me hable... Reblandezco su gesto roñoso de resquemor, pero su físico de polio infantil continúa siendo tísico/oscuro/resentido como al principio. -No hay nada que hacer...- Gracias vida, pero que sepas, que nunca has sido como yo esperaba/ni como creía/quería... ¡Coño, como a todo el mundo! Ya.../pero yo soy yo...
Miro a la gente
Miro a la gente x con los ojos de mis edades/ ...esas que tuve. Veo con los ojos que voy perdiendo desde unos nichos/pozos en mi cara de los que penden de un fino hilo en su castillo/torre de papel. Persiguiendo al espectro de mi otro yo que huye se salen de sus órbitas sin darle alcance. -La fuerza física ya no es la misma aunque el ánimo se mantenga joven-. Ahora te dejan colgado con la merla/mirada del ayer en el interior de una densa boria/bruma dándole gusto al gatillo que no atina con el disparo. Sólo les falta no decir nada. Si no hablaran... tal vez lo entendería/ tal vez lo habría entendido. Pero siguen en sus trece... ¡Me quieren volver loco!
Junto a la rambla
Junto a la rambla xx donde se abancalan los pocos esqueletos de limonero que todavía quedan en los huertos. Vigilados por los brazos de un eucalipto cansino/enrarecido y la interminable columna de cipreses... He visto deslizarse sin hacer el menor esfuerzo una densa cortina de humo. Fantasma de un fuego oculto que baja arrastrándose desde la poderosa loma del Cabezo Cortado... Se va tragando una a una todas las imágenes/figuras que intentaban mantenerse en pie, dejando completamente nublado un paisaje al que ya estaba acostumbrado. -Ahora no sé a qué atenerme sin ese horizonte tan confortable/ reparador...- Un ejército trasnochado/agotado apuesta con ponerme sitio/ fecha de caducidad... Escribiéndo números en la pared/ suelo de la nave con el extremo de un palo apartando el polvo de escayola. Desde la puerta de entrada, con la persiana a medio calar, acecha una figura a contraluz que no distingo. Las chapas de uralita/con su oleaje, descansan sobre los triángulos de hierro rojo de donde cuelga el altavoz con la música aún con vida. De repente... una ligera brisa penetra por los ventanales en el cenit de la jornada. Intenta hacerlo todo legible/tangible pero continúo junto al capazo con la masa lista.../ la batidora aún caliente y los moldes de caucho esperando... El sinfín anda a lo suyo con un chirriar entre tripas vacías y a tiza patinando por la pizarra. El barro blanco/la fibra de vidrio/las anillas la cuchilla/los guantes de goma todos esperan mi orden... Pero yo estoy escuchando a Art Garfunkel.
Con el aro
Con el aro más santo xx de la luna blanca en el azul más negro... Dislocada por fin la madrugada tejo la noche reventando estrellas. Sobre la cabecera esta bombilla encendida destilando espejismos... En las ascuas de sus filamentos revelo cada sueño pero su negativo es siempre la puta realidad. Su corteza lisa de espejos ciegos es la sala de despiece. Laberinto donde me encuentro y me pierdo. Sin ningún hilo que seguir ni del que tirar -desde donde me encuentre- que me garantice un nomo de sapiencia... Flameado/manteado al cielo huelo a desencanto/ A carroña podrida que necesita de algunas especias para no oler tan mal. Seco en el campo de las horas huerto muerto de los días... con ese sabor a hiel que todo lo aborrece. Con este remiendo de piel del mundo tan grande que me embute por completo... Necesitaría un respiro/algún tipo de tregua para acabar de una vez con este tormento/alumbramiento... O quizás haber padecido en el pretérito una huelga de hambre fetal y no haber nacido.