Como me cose este adagio x tricotando el junco ebrio del entendimiento. Me voltea en la mesa del futbolín donde los monigotes de mis gozos atravesados por el costado esperan que les llueva alguna bola/claridad cristalina desde arriba, a lo alto... La mala suerte hace que caigan siempre en campo contrario. La ventaja echada a los pies del enemigo que te espera de cara con su pelotón de fusilamiento. Empuñando, retorciendo el brazo, la muñeca escurre la pelota sobre el pecho del tablero haciéndote un gol magistral. Con un trueno seco suena el tambor cascado de la madera, hueco a la espalda del portero. Después de un ligero fragmento, leve segundo se oye como rueda la bola por los callejones persiguiéndola con el sentido del oído hasta que topa con el tablacho... Resorte, manivela que la hace quedarse quieta amontonada con las demás esperando otra moneda que sabotee/suelte el percutor y desparrame de nuevo todos tus sesos por el cajón... -¿Cúantas partidas llevas ya perdidas, tío?
Mes: julio 2018
Colgajos, sólo colgajos…
Colgajos, sólo colgajos xx?
atados al palo del hechicero/druida
con cara de perro pachón de pelea
porque no le compran ni un décimo, ristra
para la suerte que ni él mismo da
porque no la tiene.
Quieres un anticipo de lo que te deben
por el sacrificio, ¿verdad?
Te gustaría saber algo más del viaje de vuelta.
¿A que sí?,
pues a mí también.
-Hay pocas distancias que salvar.
¡Que lo sepas!
¿Cómo de accidentada
debe de llegar a ser una vida?
Te preguntas.
A mí me gusta pensar que todos,
absolutamente todos, alguna vez
-en la igualdad de lo justo-
hemos sufrido algún tipo de daño
en mayor o menor cantidad.
-Así que mal de muchos...
alivio de majadero.
¿Para qué aspirar a otra cosa?
Si todo apunta en una única dirección.
Al fin y al cabo esto parece que nos va a llevar
en el mismo tiempo al mismo sitio...
Morimos tan lentos en nuestra mente.
Es tan suave la inercia del viaje/viraje
hasta las huellas de la última frenada...
Y esa angustia del retroceso/retorcimiento/receso
con los recuerdos
induciéndonos al vómito sobre las sotanas
del cura/cura amañada por el confesor...
-Ese intercambio de intermediarios entre lo divino
y lo que nunca sabrás-.
¿Para qué, y a quienes va dirigido este espectáculo?
¿Y qué gano, saco yo con ser el actor doliente/principal?
Si al final nada cuenta en nuestra defensa,
sin ningún otro premio sonante
que no sea el fluir del alimento espiritual en proceso
hacia ese alma/arma que nos han adjudicado
invisible/insaciable hasta reventar...
En el solo y loco bancal/
soliloquio de la promesa.
Todos los libros sagrados y sus detractores/
afines doctores en la ciencia de lo oculto
nos invitan a lo mismo desde los confines de los tiempos.
Al no saber... Para que sea sólo suya la respuesta.
¡Menuda bobada!
Pues/puestos a ignorar, ignorémosles a ellos también.
Porque esto es más sencillo de lo que parece,
o así creo...
Todo empezó mientras flotábamos...
al despertarnos aterrados entre sangre y llanto
enganchados a la tripa de mamá.
-La que cortaron de un seco/severo tajo para siempre-.
Trauma del que no nos liberaremos nunca
igual que no lo pudo hacer el Coronel Kurtz
con el tema de la guerra, en Apocalypse Now...
Y nos dormiremos en el soñar del mejor de los sueños
el de la pesadilla que se muerde la cola
que se inmola entre maderas a orillas del Ganges
entre la piedra, el agua, la tierra y el ladrillo.
Mascullados por la zalamería de algún rezo
o asesinados por el agente intruso/instrumento
enviado de la CIA/JHS.
En esa ceremonia insignificante de rutinas/ruina
como saludo y adiós a la vez
de lo intangible hacia lo ininteligible.
-Queda muy bien, -me lo imagino-
por aquello de la gente que te quiere
y te vienen a despedir con su acto de respeto/silencio
sabiendo que nunca volverás a estar
de cuerpo presente (o al menos con el mismo)
entre ellos.
Y si lo adornan con el Salmo 23, "El Señor es mi pastor..."
pues de tralla.
¿Qué más da de donde vengas o a donde vayas,
o qué hacemos aquí...?
Esa última sería la pregunta correcta,
por lo que tiene de ireal.
Pero tampoco me preocuparía mucho...
Al final lo mires por donde lo mires
sólo vamos a ser eso...
Otro puñado más de nada encima
o debajo de la pobre madre Tierra.
Ceniza insignificante como consecuencia
de un polvo estéril y volátil
acabada nuestra ración/cota/corta misión...
Sin haber conocido al jefe
ni los designios de sus objetivos para con nosotros.
Porque eso de "a la imagen nuestra o de su semejanza"
también parece que sea de pega/un engaño.
Nada más, sólo eso...
-¡Pues bueno!
¿A qué hora se cena?,
después o antes de la resurrección...
que ya me gritan los culebros de la barriga
¡Que va en serio tio!
Ten/pon un poco de cuidado/gasta algo de formalidad.
-Es que tengo más hambre que Dios...
Oculto/escondido…
Oculto/escondido... x revuelto en el esperma de unos sesos sin huevos, espero fertilizar algo. ¿Un óvulo de idea tal vez? ¿Y qué daría a luz?, ¿una lombriz/gusano atravesando una naranja podrida? ¿Un topo ciego temblando en su agujero/madriguera? ¿Una merla de luto obstinada sigilosa/desconfiada? ¡No!, ¡no hagamos nada! Reposemos sobre la punta de lanza que juega caracoleando con la carcasa/cáscara de tu cabeza antes de arrojarla al mar de los sargazos. ¡Empalémonos bien en ella, sin piedad! Antes que ponernos a pensar.
Te sobran tantas cosas como te faltan…
Te sobran tantas cosas como te faltan, xx?
y nunca te dará igual ni te pondrás de acuerdo
con ninguna de ellas para evitar/impedir
que la cabeza se te salga de su rosca.
Por la cantidad de vueltas que le das.
Estás tan resentido/decepcionado
con todo lo que te rodea
que no le das tregua al vacío
para llenarte.
Una convulsión paranoica-orbital
te va sacando/expulsa del eje gravitatorio
de tu caja de Pandora, cerebro.
Un monstruo/bicho espacial, depredador
venido del más allá/lado oscuro/oculto...
estriptea, aletea, liga con tu alter ego
en el club privado de las horas.
Comedia que te lleva a hombros
al cementerio de los hombres grises
bajo la batuta inconmensurable
de las agujas, lanzas
danza caníbal del reloj.
La macolla de raíces sacudida/conocimiento
es una melena sobre tu bola del mundo/casco.
Calavera donde se agarran/zambullen tus dedos
por el hueco del ascensor de los ojos
hasta el laberinto,
trincheras de barro de tus sesos
ya duro.
Eso que esperas
orquesta para ti una sinfonía sublime
-música infinita-.
Cada vez más sordo tú.
P.D.
No hay nada más mezquino/dañino/deleznable,
cruel y villano...
que una falsa/sabia esperanza.
Lux et veritas (“Luz y verdad”)
-¡Eso digo yo!
Chupando con la pajita
Chupando con la pajita x dentro del trepanado cráneo intentaba encontrar palabras para aquel nuevo sabor/saber... Saqueaba la calavera y el resto del esqueleto rajando, como cañas/ patas de cangrejo, los huesos más largos y duros. Metía la uña, la cuchara buscando el tuétano/músculo para llevármelo a la boca... Apretaba con la yema del dedo índice en la “lisadez” del surco rebanando apurándolo del todo/por completo. Pero seguía sin darme en el gusto apenas alcanzaba placer/satisfacción alguna... Probablemente el cuerpo del delito llevaba muerto, frío/frito algún tiempo antes de que lo atara/atacara interpretara... Llegara yo. -¿Y la investigación sigue en curso...? ¡Qué coño investigación...?!
La tapadera de la noche
La tapadera de la noche es blanco sucio xx?
la del día naranja brillante/deslumbradora...
-no sé por cuál de las dos me puedo ir/
voy a escapar-
Tendré que dibujar otro agujero/alguna salida
porque ya va amaneciendo y sigo sin decidirme.
Me despierto con el pijama del diablo puesto del revés,
embrollado entre las sábanas de calor...
y el agobio del nuevo día que entra por la ventana
como un ladrón al que no se puede detener.
Me falta hechura/"companaje", alguna molla/chicha
y me acurruco/ovillo
recogiendo las extremidades/extremaunción.
Huelen a excremento/tufos del cuerpo
aliento/sudor... con la cabeza llena de caspa
y grasa tiznando la pobre almohada.
En la tienda de campaña de la habitación
escenifico sobre la cama mi obra maestra
-repasando el nudo/nulo contraste-
con cualquiera de mis viejos sueños...
y su devota omisión en rescatarme de esta isla
con las hogueras de la desidia
en cólera viva...
Un ruidillo de ratón -que no es de consola-
campa angustiado a intermitente/inerte
mientras roe los nervios/tentáculos del tonto del culo
picudo de palmera/tallo del imbécil que soy.
No sabes dónde está ni de donde procede...
sólo escuchas su hambre atroz que te devora,
-ese lamento rascando el hueso seco de tu cráneo-
Ruido a coro con el de tus tripas vacías
arrastrando muebles inútiles por el cielo
de tus intestinos
asustando al pobre roedor...
Puede que ande/corra sobre el armario
donde guardas la ropa
-disfraces para la función de cada día-.
O debajo de la ventana atraído por la luz esclarecedora
por donde escapa tu aroma/reflujo, -aura del ánimo-.
O detrás de la puerta esperando que salgas/
huyas, te vayas y qué no vuelvas
ni lo asustes más...
O debajo de la cama -sencillamente temeroso/temblando-
a punto de estallar su pobre/diminuto corazón
de porcelana
con alambres y plásticos injertado
abriéndole troneras a lo no consciente/-cautivo
en la Santa Trinidad de los Trinitarios-...
En ese lugar/-parrilla de San Lorenzo-
en la que intentabas reconciliar/plegar/recoger velas
y tomar en brazos la nave nodriza
de tu perpetuo aullido.
Naufragio sin negros ni barco encallado a la vista
que te ayude en tu salvaje/-asesina salvación...-
No puedo dormir...
creo que voy a dar una vuelta hasta la cocina
a echarle algo al estómago -a ver si esto cambia-.
O darme una ducha, o una vuelta por los alrededores
...ale-daños/vampíricos/górgolas del edificio
como Cauasimodo en Notre Dame
-antes de arder...-
Pero primero voy a ir al aseo.
¡Sí, eso voy a hacer!
Es la primera prisa irremediable
de la que no es preciso escoger/correr ni escapar...
Evacuas tus inmundicias
porque el resto no hay dios que las saque/-cague-
salvo por tu boca y estos dedos que taladran
el teclado.
-A lo que íbamos...-
creo que me perdí por el aseo, sí!
Un sillón blanco, un ataúd también blanco
con forma de bañera de hospital del siglo XIX,
y el pequeño taburete de no sé qué...
El armario/-mago de la restauración-
al que le tiro de las orejas y le hago poses
jugando con las ventanitas de espejos.
¡Pero qué tonto más mono que soy/ Señor!
Estoy desnudo de cintura para arriba
y suspenso de cintura para abajo;
como todos los finales de temporada/cursos...
No soporto el comienzo en un mes de septiembre
sin exámenes.
Estaba tan acostumbrado...
Era el broche de oro al cálido/cándido,
tierno y -por aquel entonces desgarrador
final del verano-.
Pereza/hastío, tropezones de papilla,
sémola para bebé.
-Se me hace la carne brumos
cada vez que lo pienso...-
Me sacudo/despego el reloj de la muñeca,
-¡qué hartazón!-
ajustado por el sudor frio -o lo que sea-
igual que se descalza uno de un puntapié.
...Pero sólo ha descendido hasta el muñón/
nudo de huesos
atrancado con la pulsera de la sombra
del sol de ayer.
Casi no veo nada, cegado al alzar la vista.
Le he dado un golpe sin querer
y se ha roto su corona de santo.
Todo se ve más claro/mejor que mejor...
Prueba a romper el tuyo -te digo
verás qué claridad,
y si no andara, especial...
Un chorro en forma de gotas de lava/líquido rojo
descienden castigadas/-sedientas de actividad-
cansadas de la esclavitud/ataúd de mi cuerpo...
Se han salido/huido porque no aguantan más
y han aprovechado el corte
para hacer algo de provecho.
Correr por el espacio sideral de la piel
con sus microorganismos/mudo mundo
de sus perplejos/continuados traslados
por el baipás hasta el infierno
al que pertenecen...
Delante veo/estoy viendo al de todos los días...
Mi película en pequeño formato
y lo reconozco, pues claro que sí:
¡ese soy yo...!
Nada guapo, aunque alguna vez me lo imaginara.
Las arrugas pliegan algo que se estira/descuelga
como un fuelle/muelle de carga/cagá
de la mula de campaña/zoquete de infantería
en el que me estoy convirtiendo...
Es el cuello, -mí querido y necesitado cuello-
desde la barba como si estiraras la lona
entre los cuatro palos, mentón/quijada/orejas/nuez
que todavía asoman de su vergüenza...
El pelo quebradizo como goma reseca.
La media docena de lagunas a ambos lados de la cara
con nieves de futuro y lo pasado...
Mientras me trago el primer lapo/sapo de la mañana
con hueso incluido.
Con el cambio de peso han aparecido nuevos relieves...
rivales/-rostro oculto hasta hoy-
Casi no me reconozco.
¡Qué valor!
Cada vez me sorprendo más y soporto menos,
así... de continúo
-igual que cuando suspiro se hincha la barriga
y no el pecho-.
Me mire cuando/como me mire... -y a la hora que sea-
me tengo "aborrecio".
Si no fuera porque no puede ser otro
el que está ahí frente a mí
juraría que no sé de quién se trata...
El espejo me vomita, me ha devuelto la imagen.
No, no quiero envejecer/convertirme en viejo,
ser un viejo ¡Qué horror!
No me gusta la palabra, es tan tétrica.
Tal vez... transformado en mayor
quedaría bien.
¿A quién pretendo engañar, si todavía tengo ojos?
Parece que me llaman, pero me da igual.
Se ha debido notar el ruido que estoy haciendo,
pero hasta mi nombre sueña/
señala extraño/suena raro...
Menuda paradoja.
La noche con sus miedos abominables
metidos hasta el bazo jadeando
-áspera lengua de gato-.
Y el despuntar el día/clarear con su gesto nuevo
ese olor a gel de ducha/-lucha por todo el cuerpo-
¡Ufffff! ¡No puedo más!
No me importa ni me preocupa
si lloriqueo tan a menudo.
-No te alarmes por mí...-
Es para mantener a punto las tuberías/lagrimal,
para que no se atoren las filtraciones/congojas
ni se vayan/desborden por las fisuras/grietas.
Por esos nuevos surcos y ramblas
por los que ya van sabiendo discurrir y conocen bien,
-íntimamente en mí su retiro-/zambullido de piscina
a lo David Honeik.
Exquisitez cabezona en su regazo
de la atrayente juventud perdida...
Mientras nado hacia el vacío
lleno de una muerte segura,
-como la tuya-
y las transparencias del agua cuarteando la realidad
de su verdad oculta deformando/atrofiado
hasta la saciedad el cuerpo del delito
junto al miedo de su desnudez
y la aleta del escualo cada vez más cerca...
Que sepas, -y te sirva de ayuda para cubicarme-
que sé como comprenderme y creérmelo
al poco del inmediato después...
por la necesidad animal que impera en el instinto
de conservación de la especie.
Debes saber, que me crezco con/en el dolor
como la misericordia de un convento atrae
al pobre indigente/feligrés...
Porque ya casi me voy comprendiendo/correspondido
en el convencimiento de mi no vuelta atrás...
Estudiante a penas,
-cerca de los sesenta cursos ya repetidos-
los que llevo a cuestas en este mi libro de notas
para guia turística del desquiciado...
Y también sé que el adiós/jabón en los ojos escuece.
¿Verdad que sí?
-¡Cómo a todo el mundo...!
Ya, pero eso particularmente a mí no me cuela/
ni consuela,
yo querría vivir toda la vida.
Estiro el cuerpo
Estiro el cuerpo extraído de su caparazón con el filo de los dientes, con la punta de la lengua, con la de un palillo/tenedor. Pero vuelve el muy bribón a su forma original, a su forma espiritual/de la espiral como al principio. Me da no sé qué tragármelo, se parece tan poco al de fuera tanto a él, a mí... Siempre hay una voz que hace de fiel, pesa y balanza detrás de cada uno -independiente y callada lejos del mundanal ruido- que continúa llamando a cada cosa por su nombre. -No sé.
Hoy al levantarme…
Hoy al levantarme... xx
me ha distraído sobremanera
el inquietante ritmo del pulsímetro,
-como si jugara al escondite entre sístole y diástole-.
El no mecano continúa lleno de soplos...
chivatazos dirigidos hasta mi oído interno
de lo que está tramando el condenado.
Llegan a todas partes/costuras,
-sitios de mi cuerpo-
haciendo que se estremezca la piel del gallina
que soy...
con sus quejas tan repetitivas/ y aburridas charlas,
cotilleos, soliloquios
empujoncitos, toques de desatención.
¡Menudo cabronazo es!
Error/terror, disparidad, soberbia,
colapso, espabile, nulidad...¿?
¿Por qué siempre atina la piedra arrojada
en el mismísimo centro de la diana del estanque?
He bajado a la playa/barajado
oteando bien el horizonte
por lo de la chica desnuda y eso.
Sí, -el panorama del nuevo día en el poema aquel-.
Iba andando/
jugueteando... pisando la nueva hilera de huellas
-pespuntes en la arena de alguna pareja/
aguja de coser bípeda-
y también otras que parecían más antiguas.
Tal vez las de ayer,
que nada ni nadie ha podido borrar
ni esa marea de espumas que todo lo emborracha
-medio loca...-
No veo ni rastro de animal/ser viviente o cosa
por donde paseo...
Tampoco sé si soy yo este que está aquí
o fuera de ese.
O nadie, el que se hunde en la arena...
Parece mi número de pie, -voy a probar¿?-
Sí, no coge/ni cabe la menor duda, soy yo.
No hay otro con el talón tan ancho
ni el dedo gordo tan gordo/-tipo Frodo-.
Lenta/sin lamentos, disculpada
se ha ido bufando una manta/colchón de algas muertas
como sanguijuelas, lombrices gigantes,
cintas de la fiesta negra
podridas.
Llenas de pulgones/plagas marinas
-y no sólo de las mías...-
Pegándose desde el muslo a las pantorrillas.
Desconectada/desconcertante, descalza desolación
como un cachorro de hombre pidiendo que lo tome su papá
para escapar de allí...
Las he atravesado sin la camiseta
acercándome a la roca
donde casi ninguna/rara vez me siento a descansar.
Ya me estaban poniendo nervioso, -entre los dedos,
o por los flancos- esas cosquillas que arañan/pinchan
como alfileres difíciles de despegar.
Salvo por el golpe brusco de alguna ola
o de un manotazo...
Son tan insignificantes algunas de las jodidas
-como hilillos-/brozas, minúsculas fibras pica pica
que terminan convertidas en bolas
con las que juegan los perros, los niños,
las olas aburridas
o los que no tienen otra cosa que hacer.
¿Qué buscaban...?
El sol aprieta/calienta de lo lindo,
-está muy agresivo-.
La punzante sal como lija sobre mis hombros/escombros
hace que vea las estrellas al ponerme
de nuevo la ropa
camuflaje del espantapájaros viviente del que vengo
haciendo gala.
¿Qué me está pasando...?
Vaya por donde eche, haga lo que ocurra
todo me parece/sienta/tienta/-sabe mal-;
semblante triste de orfanato,
angustias de repetición, depresión convulsiva,
dispersión degenerativa,
toda una caterva de pestes/como de roña.
Te adoptas/adaptas, te vas dando un repaso por la cabeza
a través del parámetro/parentesco, similitudes
con las superficies por las que cruzas
y que te afloran con su reflejo en el agua del mal/mar
de las que huyes como las olas/
-horas que te buscan incansables... tictac del reloj-
Y lo celebran al ver como te alejas o huyes
siniestro, cautelosamente fugitivo y errante
sin descanso.
Destartalado de agudeza obtuso
hecho un cromo de desatinos para refugiados.
Te contemplas/complaces sin piedad,
-pero nada cambia-
aunque te lo propongas una y otra vez/a cada instante.
Sí, en algún lugar/parte seguro que te has transformado
pero todavía no lo sabes -ni te ha llegado su onda-.
Y vuelta al principio de la ponderación
lamiendo/tragando el gas mostaza/
sulfuroso de tu sesera/resaca
que mana del abismo de empezar a verlo todo
siempre desde abajo.
Otra vez sólo con el descrédito de tu hastío,
otra vez sólo natural-mente O'Sullivan.
Pero ya te vas conociendo "pillín"
y no te pilla por sorpresa...
Ya estoy de nuevo en casa
y no recuerdo nada por donde he pasado
desde que empecé a divagar.
Ahora salgo a hacer la compra/la prensa,
revistas, el pan,
algo para el desayuno...
Cumples con el orden establecido/
abdicación incondicional a la lista.
Voy por las baldosas de la acera
a lo/como Jack Nicholson en “Mejor imposible”.
El asfalto oliendo como él sólo sabe/rezumando
junto a los árboles recién plantados, regados, podados.
Cruzándote con los fantasmas de todos los años
alguno en su ausencia denota/detona en mí su recuerdo.
Igual que les habría pasado a ellos conmigo
de no haber superado la crisis...
del último verano cuando ya se terminaba agosto.
Después del paseo, y de la ligera compra
y de los aturdidores pensamientos
y del baño matutino, -con ese fresco esperanzador
remojando tus pellejos-
voy recordando
la vuelta que hice por las escaleras de piedra.
Había un insecto con sus alas/palas de tijera
rondando sobre el fiambre olvidado/dejado por los corros/
cachorros de jóvenes de la noche anterior.
El gato/-gasto curioso y atento-
disimulando perfectamente desde la ventana/
bolsillo del pantalón entre las macetas
de la vecindad/banalidades
del más o menos poder adquisitivo...¿?
Entro ante la bocanada de aire fresco del hogar,
-todavía todos dormidos-
La nevera con el congelador al máximo, zumbando/
retumbando como si fuera a despegar...
Las camas sin hacer, el cielo azul
y la arena que vino pegada en el calzado de alguno
de madrugada
con sus montoncitos/lagunas a punto de resbalar...
Setos de pelusa deambulan con la corriente
igual que las matas de una peli de vaqueros...
Las paredes con la humedad y sus bigotes blancos/
salitres más allá de las ingles.
La gente que resucita de su letargo nocturno
-dando la nota-.
Síntomas de haberse puesto en marcha, como cada día,
en la lucidez de la rutina/cadena de montaje
de las tareas.
Por la galería del patio/tragaluz... navegan sus voces
entre la ropa/pinzas que se caen
y las cuerdas de tender que chirrían en sus peleas
poleas.
Son las de siempre, pero hoy están como nunca...
portazos, golpes en la escalera/ladridos,
canto, tv, radio,
trinos/fritos, lavadoras…
Ni el Santo Job, -ni el santo Ufffff-.
Que sepas que en la foto/fotos de las que elijo/
-escojo para enseñarte...-
no he salido ni salgo demasiado favorecido.
Pero me gustan como ejemplos de lo que debe/
debería o no pudiera haber sido
-el ser cómplice uno- y de su compinche
consigomismo...
Y me complace leerlo después por si le puedo sacar punta
o añadir alguna coma, algún pero/pedo reventón/reglón
o tirarle/echarle un filetito/
-mendrugo más a ese perro-/cerdo del laberinto
hambriento,
sin más agua ni sed que la propia de su cuadra
encrucijada llena de ratoneras saltadas...
Que si en alguna no me parezco/reconoces
es porque ese no soy yo.
¡Para nada!, que lo sepas...
-Tú verás lo que haces/hacemos con todo este lío,
tío...
Tú sobras, ¡y te callas! ¿Lo sabes?
¿El porqué?
Mejor te lo cuento luego que ahora...
cuando sume/transforme las restas en positivo.
¡Pero lo sabrás en poco tiempo!
¡Te lo aseguro!
-La cuestión es no salir siempre del nunca de lo mismo...
¡Qué barbaridad!
Bajas agarrado
Bajas agarrado x del brazo de la escalera como el ciego que alguna vez vio. Intentando recordar la situación de cada uno de los peldaños/escalón... Esperando a cada paso durante leves porciones de segundo, en el vértigo de lo desconocido que esté todo donde siempre estuvo/ donde crees que debe estar... ¿Cuántas almas hay achicharradas en el infierno de la poesía o en la franquicia de la gloria de las religiones? Que sepas que la confianza mató a la lagartija y la esperanza al sapo. –Cataploc-
Me cago/
Me cago/hago encima XX?
cuando apretando cierro los ojos
e intento ver el lugar donde habitaré
una vez haya muerto.
Junto a los no natos -digo yo-
en el parking de los no vivos.
Enterrado sin más...
¡Uffffff!, ¡Qué miedo,
está a la vuelta de la esquina!
Pero desconozco de qué esquina se trata...
Vamos a relajarnos y apretar “p´adentro”
luego lo que tenga que pasar que pase.
Esto de morir por obligación...¿?
¡A ver!
Desaparecerá el mundo conmigo, lo sé.
Me lo llevaré puesto
y a cambio no sentiré frío ni calor
ni el aroma de los huertos, ni el del pueblo.
El silencio será sepulcral/prolongado,
la oscuridad pesada/tensa
-y muy severa-.
¿Hacía dónde estaré mirando?
¿Cómo se habrán quedado mis ojos?
¿Y mis últimas palabras...
que de lejos me buscarán ya sin oídos?
¿Con qué gesto me quedaré?
¿Cómo se habrá quebrado/quedado el último sueño?,
-ahora con su habitáculo vacío...-
Esa es la vida/ un suspense...
una despedida prolongada
que se rehúsa mirando para otra parte.
Cambiaremos de hueco y seguiremos existiendo/
los huesos y la carne al son de nuestra descomposición.
¡Ya ves, todo vale a la hora de especular!
En algún lugar desde la gran explosión
seguro que tendremos otro camino distinto
al que hemos conocido y nos estará esperando
a nuestra medida, distancia y forma.
¡Siempre!
Seguro.
¡Qué te lo digo yo!
¡Tantos han dicho ya tantas cosas!
¿Por qué no va a ser cierta/ o a valer esta...?
En este nuestro corto/-reducido entendimiento del lugar-
una vez que nos asomamos ahí fuera...
No te lo puedes imaginar de otra manera
-ni estamos preparados para lo que no se sabe-
por eso seguimos como estamos.
Es tan amplio nuestro desconocimiento
como el cúmulo de sensaciones que ignoramos
y nos serían de gran utilidad de haberlas concebido...
-¿Y cómo le puede afectar al conjunto
una vez puesto en liza lo que hoy no podemos abarcar?
Nadie lo sabe.
Confía en estas palabras, a mí me gusta verlo así:
si no sabemos... es porque no alcanzamos a entenderlo
sumergidos en el espeso espectro/espejo de honda.
Oda/hada ciega con la que viajamos hacinados
en un circo/micro espacio de tiempo
sin ser conscientes de nada.
Entre otras cosas
porque no estamos preparados.
Lo que conocemos es el reflejo
que hace de ello nuestra mente:
subjetividad le llaman...
-con gafas de culo de vaso-.
Pequeño nomo/residuo del culo del cosmos
en el camarote de los hermanos Marx.
¡Aunque no me importe...!
¿En alguna ocasión/momento te has imaginado
otro mundo ideal... diferente al que vivimos?
Pues ahí es donde creo que vamos cada uno;
al suyo/tuyo, nuestro.
¡Así, tal cual! -A otro sueño-
Igual que todo esto lo fue antes...
Que sepas que todo está grabado de antemano
y si lo recordamos es porque de su eco
somos prisioneros/-no nos podemos escapar...-
No te has dado cuenta al hacer algo que pareciera
que ya lo habías hecho.
O cuando se te está olvidando algo
como que supieras que te falta y al poco das con la tela.
O cuando haces esto o aquello
tener la sensación, visión de él ya pasado/acabado.
Y esa guía que te lleva en la dirección óptima/oportuna
como si alguien te lo estuviera chivando desde algún sitio
desde dentro-interior de la cabeza...
Y se realiza/tiene lugar tal como tú lo ves,
hayas visto, presentido/presurizado,
y así, -sin mover un sólo dedo...-
Y aunque perezcas/parezcas visiblemente afectado
por lo doloroso del tema, no tengas/
padezcas dolor ni temor...
Incluso puede que vuelvas a estar con la gente/
-cosas que incluías en tus sueños-
y de tus vidas paralelas inconclusas acarameladas.
Por desajustes en la programación y cosas técnicas
de esas en el avatar,
en la mayoría de los casos... en otro estadio/
Y no es por darte ánimos, ni de prepararte para nada...
Ya ves que es muy sencillo -pensar a nuestra conveniencia-
sobre nuestro futuro, y yo lo quiero así...
Y cuando estemos allí, una vez desde ahí
verás como tenía razón...
Porque puede que nos lleguemos a conocer,
nos crucemos la mirada o el saludo y nos reconozcamos
por el parecido que hayamos tenido con alguien de nuestro
entorno, -mi cuerpo o el tuyo-.
A lo que te será más fácil
entablar una conversación entre los dos/ambos...
Y hablaremos de esto y de aquello, como si no
hubiera/estuviera pasando nada.
Ya verás, es así...¿?
Te lo aseguro.
¡Hasta luego!
Ya te contaré.
Espero que existan librerías/teles, cines
y los bares disco
lo demás lo doy por sentado/seguro,
lo de las chicas y eso... -que también-.
¡Ah, una cosa!,
si esto no te reconforta... piensa que las galerías/
túneles de los que te hablaba antes.
Avenidas en nuestro cuerpo/corazón, cráneo,
a través de las que nos sucederán y aniquilarán
sus nuevos huéspedes al caer derrotados
al fin en el vehículo de la carne...
Sólo son pasadizos por donde escapará nuestro cariño/
ideas al corazón que siga latiendo fuera de nosotros
/por nosotros,
aceptando nuestras sugerencias/mensaje, legado
como un baipás Cielo/Tierra.
-¡Qué locura!
Y todo por no querer morir de una puñetera vez.
¡Señor, qué cruz...!
¡Tienes más hambre -de vivir- que un perro chico,
chaval!
Y no mires atrás,
el mordisco, ese “bocao” amargo lleva escrito tu nombre.
Eres la huella del camino que no se puede salvar/saltar
ni escapar al depredador que llevas dentro...
-Nos perseguimos a nosotros mismos
y le damos muerte al traidor-
-It sounds Greek to me (“Me suena a chino”).
-Y a mí.
-Pues Fíat lux (“Hágase la luz”)
-Anda, pasa tu primero...