Como me cose este adagio x
tricotando el junco ebrio del entendimiento.
Me voltea en la mesa del futbolín
donde los monigotes de mis gozos
atravesados por el costado
esperan que les llueva
alguna bola/claridad cristalina
desde arriba,
a lo alto...
La mala suerte hace que caigan
siempre en campo contrario.
La ventaja echada a los pies del enemigo
que te espera de cara
con su pelotón de fusilamiento.
Empuñando, retorciendo el brazo, la muñeca
escurre la pelota sobre el pecho del tablero
haciéndote un gol magistral.
Con un trueno seco suena
el tambor cascado de la madera, hueco
a la espalda del portero.
Después de un ligero fragmento,
leve segundo se oye
como rueda la bola por los callejones
persiguiéndola con el sentido del oído
hasta que topa con el tablacho...
Resorte, manivela que la hace quedarse quieta
amontonada con las demás
esperando otra moneda que sabotee/suelte el percutor
y desparrame de nuevo todos tus sesos
por el cajón...
-¿Cúantas partidas llevas ya perdidas, tío?
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Esta es la historia de una adolescencia, de unas partidas en los billares, hoy ya no hay de eso, ahora hay máquinas tragaperras, y máquinas electrónicas, se perdió el encanto de antes. Me gusta enhorabuena
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Juan Miguel…. menudos raticos que se echaban a tope/verdad?
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Ya te digo 😂😂😂, a dos pesetas la partida y a duro 😂😂😂
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