Cabalgando a galope tendido xx
soltando latigazos a diestro y siniestro,
contemplo el paisaje amorfo
por el vertiginoso centrifugado
de no haberme quedado quieto...
Me gustaría desguazar los mojones
y empalarme en cada uno de ellos
con las aristas bien afiladas
en esta ósmosis de plenilunio...
-sobredosis acelerada
de no poder ver el mundo-.
Quiero ser algo digno y serio
sin despilfarrar carmín
en la tundra del cementerio.
Desaguar este cáncer venéreo
y lamer el filo de la cuchilla que cicatriza
esta pléyade orfebre de tedio...
Quiero dejar caparras y cuernos,
soliloquios y conjuros hechiceros,
escapularios, fetiches, relicarios y rezos...
Soltar la gabarra por el humus de mis sesos
y encallar en el infierno
cociéndome a fuego lento.
P.D.
Cuando te repites
es que no te escuchaste bien
la última vez,
o que sabes poco...
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lo de los mojones y sentarte, eso puede doler ten cuidado, ve despacio, pide ayuda a un profesional, tu ya me entiendes.
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Amigo Lucio: Pocas veces he galopado en la forma que nos presentas…, y me refiero a la ira.-Ese instinto que una vez desbocado, somos incapaces de controlar. Una de ellas fue frente a una Mastina enfurecida que lanzada a la carrera y gimiendo, pretendía o intimidarme o dejarme sin aliento…, mi instinto (desconocido) me hizo gritar más fuerte y plantado en el suelo dándole la cara hice que parase en seco, bajase los erizados pelos de su lomo y tras unos segundos de indecisión se volviese sobre sus pasos. El galope tendido si es pleno , bajo mi punto de vista es así, puro instinto, donde no se cuestiona nada y es posible que si se presenta nos enseñe algo de nosostros mismos que hasta ese momento ignoremos.
Un saludo. .
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¡Joder, Antonio! Tienes razón,../ cuando nos dejamos ir/llevar apresurados, atrapados por nuestro instinto
es justo cuando mejor nos conocemos…
Por otro lado… hasta hace unos meses he tenido en mi huerta un mastín leonés, (Claus) y sí… se le engrifaba el lomo con «na».
Y la verdad… impone un perro de ese tamaño. ¡Tú sabrás lo que haces…!?
Saludos!
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