Tengo una pandilla

Tengo una pandilla de guerreros      x
agotados hasta los pañales de infancia
atrincherados en las vísceras.
Esta lucha clandestina   
   me horada dede las entrañas
sin previo aviso.
Me da sustos indigestos
hasta provocarme el vómito.

Son gajos de mi flaqueza
que se desgranan sin ningún esfuerzo
con los hilillos blancos colgando
junto a la lluvia de rocío graso-verdoso
que se expande como un aerosol
hacia el arco de mi mano
mientras la aprieto hasta abrirla,
con ese olor fijo 
que me delata
que no me abandona...
A naranja podrida.

No es más feliz el que más tiene… I

Frases muleta en las que se apoyan/elige la gente,
las mentes de-caídas:

"No es más feliz el que más tiene
sino el que menos necesita." Parte I 

Frase recomendando la austeridad basada en el pensamiento
generalizado de que poseer/desear es nuestra perdición...
Apoyada por alguna corriente, religión, doctrina filosófica.

Variación/cover/pregunta...//


¡Mentira!
No por necesitar menos vamos a tener más posibilidad 
de ser felices, sino por conseguir lo que deseamos 
sea de la cantidad/cualidades que sea...

Algo depende de ti cuando eres tú el que elige,
convirtiéndonos así en responsables de nuestra libertad,
-ser sincero/justo con uno mismo y equitativo con el resto-
En resumidas cuentas...
Si tienes lo que necesitas es porque sabes lo que quieres.

Tener o no tener, desear o no desear
y el poder de justificarlos a todos en nuestro interior...
eso es la felicidad.
La concordancia del objeto con el sujeto 
en libertad.

La felicidad es la satisfacción que te da 
el conseguir lo que te gusta.
-¡De cajón!
Ya... pero había que decirlo.

luciodata

Yo descanso

Yo descanso a la sombra     xx
de mi ángel de la guarda.
El viento de sus alas
me indica/marca su presencia.
El roce de sus cabellos,
la cercanía de su silencio
y aún así
me caigo cuando tropiezo.

Le rezaba un Padrenuestro
todas las mañanas
a sugerencia de mi madre Soledad,
y hasta hoy
las rentas de esas plegarias
aún surten/transmutan su efecto.
Aunque me caiga de vez en cuando
creo que es
para que no me confíe.

Nuestro ángel de la guarda
debería morir y ser enterrado
con nosotros
en un ataúd de pequeño formato
para no molestar,
tan discreto como es él.
Todo lacado de blanco
a los pies de nuestra tumba/fosa
para levantarse
y contarle a todo el mundo que pase
las peripecias y fechorías
de los dos.

Si no lo hace así
es porque los servicios prestados
no fueron de su agrado,
o que es un gandul como yo
o un traidor como mi otro yo.

De todas formas
lo voy a querer y a necesitar
igual-mente.
Después de tanto tiempo juntos
se va pareciendo algo a mí,
como yo a él.

¡Somos ya tan iguales...!

«Querer es poder»

Frases muleta en las que se apoyan/elige la gente,
las mentes de-caídas:

"Querer es poder"
Máxima que se emplea para constatar que con voluntad
o a través de nuestro capricho todo se consigue.

Variación/cover/pregunta...//

No, la voluntad o el interés no basta
pues todo depende de los elementos/circunstancias
que afectan a las partes encontradas hacia tal fin...

Se nos olvida la eventualidad de la propia incompetencia,
llámese limitaciones del organismo/natura,
o de la dureza de las condiciones/contingencias
del circuito de trabas y de favores 
al que recurrimos abyectos
para solventar/satisfacer a nuestro ego...

Vivir es lucha.
Poder y no poder van a ir siempre de la mano
y cuando se lucha todo está en el aire...

La búsqueda del éxito no depende de lo ambicioso,
ni de las exigencias de nuestra voluntad.
Sino de nuestra capacidad inconsciente,
organizativa del espectro.
Perseverancia/perspectivas de la fuerza 
y del equilibrio
ante lo indeterminante/do del objetivo.

Con querer no basta, ni significa que puedas...
Demasiados inconvenientes:
azar, cualidades físicas o la espiritualidad/salud mental.
Esas pautas de asimilación motivacional positiva tan en boga.
Concluyendo: que todo es posible o imposible
y en gran medida está fuera de nuestro alcance
lo queramos o no.

Acción, excusas van a ir a la par a la hora de concertar/
concretar una posible tregua
que también cuenta en la batalla...

Lo imposible está ahí.
Las metas inalcanzables son tareas inútiles.
La voluntad, tener fe/esperanzas... esa entrega apasionada
no basta y en cambio ayuda a que te desesperes.

Todo es ambiguo.
Ante la adversidad y lo desfavorable no siempre vale
con el deseo,
hay que estar capacitado/cualificado para el evento...
Un propósito firme/quererlo con todo el alma
fuera de la serenidad/objetividad del equilibrio/ponderación
y la sencillez de los parámetros/planteamientos
nos llevaría al caos.
Todo cuenta.

Una mente saludable es una mente desconceptuada/
desestructurada de tipismos
llana y sabia para con ella misma.
Compasiva y generosa ante sus triunfos y derrotas,
sin más ambición que la necesidad propia del organismo
de su especie en la espiritual de su espacio/tiempo,
llámese también ética o moral al uso.
Fundido todo ello con su biomasa/organismo flotante...
alas en las que lo transformamos todo
en la brega por nuestra supervivencia.

La fuerza interior sería eso;
la capacidad de enfrentarse a los hechos/elementos
sin perder demasiado el rumbo ni la cabeza.
El poder basado en la confianza y por ende
un poder en el aire
es como su propio nombre indica, una quimera
que sólo alimenta y destruye corazones.

En fin, si no puedes no puedes
por más que te empeñes, por más que quieras.

“Querer es poder, si puedes...”
Esa sería la posible frase a tener en cuanta
para el que guste de este tipo de artilugios/
artificios.

luciodata

Mientras hablamos

Mientras hablamos los dos             x
tomando un cubata en la barra del bar
esperan doscientos espectros/oportunidades.
Que pululan haciendo cola, haciendo corro
a cada momento/a cada instante, en cada pausa
con cada trago de cada indecisión
en nuestros multiuniversos paralelos...
Nos miran en el reflejo que les proporciona y permite
cualquier superficie o tarea por la que transitamos.

Pero yo a ti te conozco de alguna otra ocasión
eres mi otro yo favorito/perseguidor 
–porque eso me dijiste aquella vez, verdad...-.
Sé que no vienes directamente a por mí
pero si quieres seremos el uno para el otro
en esta última recta final cautivos
en la misma celda/tarea...

Hay tantas cosas que quisiera contarte
antes de irnos,
que no sé por dónde empezar...
Que conste que no es por darte largas
ni para justificarme ante ti, mi yo.

Es que esperaba a otro alguien/alien diferente
y ese no eras...,
porque sigues siendo tú.
-Me estás liando un poco...¿sabes?

Pues, está bien claro... ahora viene el bueno
y nos achicharra con el soplete.

«Pienso luego existo»

Frases muleta en las que se apoya/elige la gente,
las mentes de-caídas...

Cogito ergo sum «Pienso luego existo»
Es un planteamiento filosófico de René Descartes,
-Discurso del método (1637)-

Variación/cover/pregunta...//

Me pise, me sienta, lo piense o no;
yo sólo existo
ante la percepción de la no existencia.
Nos conocemos en la negación del ser...
Somos un hueco/agujero vacío lindando con el Universo.
El ser sólo es consecuente consigo mismo
cuando se olvida de que existe...


El hueco vacío

El hueco vacío/la soledad...         x
ese espacio donde crecen
las relaciones inexistentes,
abre una lata/brecha de monsergas
un agujero negro que todo lo engulle.

Nos cuenta mentiras piadosas
mientras mece el cajón en la cuna/
hoyo de la tierra 
     que nos espera, 
a la que no dirigimos perteneciéndole
porque nos llama con su grito de madre.
A la que nos acercamos con los ojos cerrados
en silencio, obedientes
sin muchas cosas que decir
hasta que se duerma/descansemos en paz
con este que viene con nosotros...

Utilízalo como un atuendo
traje a la medida,
    modales de una muerte amañada.
Que te haga más crítico y cierto
a los ojos del sol, la luna, los planetas...
Que te lleve de la mano sin rodeos ni engaño
a la otra dimensión de lo visto,
aprendido/pretendido, 
       preso al fin convicto...

No los desprecies; el vacío, la soledad.
Su comprensión es infinita,
        está llena de sorpresas.
Vive en él, con él,
tú yo, la nada...
Todos somos germen del mismo pan, la misma masa
confía en la levadura del alma
que te elevará al cielo 
en el paladar/boca de la creación...

-¡Qué bonito!, ¿y mañana monas o magdalenas...?


“Ser o no ser, esa es la cuestión…”

Frases muleta en las que se apoyan/elige la gente,
las mentes de-caídas...

“Ser o no ser, ésa es la cuestión...”
(Soliloquio de William Shakespeare
de la obra de teatro Hamlet en el acto tercero,
escena primera.)

Variación/cover/pregunta...//

Ser o no ser.../ esa no es la cuestión
               -ni tampoco hasta cuando-.
La verdadera interrogante seria/sería...
¿Soy yo la respuesta?

La cápsula

La cápsula del pasado      x
en las mazmorras del saber
atormenta a los insuficientes
como la gelatina hace bailar a las moscas,
casi sin proponérselo...

Fogonazo gritón
resoplido del hierro en ascuas
hundido en el cerebro, barro donde transitamos.
Vasijas cocidas son las huellas que deja.
Mocasines, calzado para nuestros fantasmas 
del después...

Ardor, hervor con olor a la fritura/yerra,
restos, marcas que siempre nos quema y quedan
de las fogatas de nuestra santa inquisición 
en el bautismo del nuevo nacimiento 
ya en baldío...

El pasado es un tachón, un aspa de molino dando vueltas
ante el Quijote que somos y armamos, sin Sancho.
          Girando clavada en tu cabeza/calavera...
-Me voy a tirar un soberano/soberbio y tremendo cuesco/pedo
porque no te aguanto más, ¡pijo!, 
a ver si salieras de una vez...

Soy tan vago…

Soy tan vago... In sólidum (“Por completo”)      xx?
que me pasaría la vida contemplando el paisaje
-en silencio- desde lo alto de un cerro
                    o en la gran ciudad...
Observando el trasiego de gentes
desde la terraza de algún bar, heladería
o desde cualquier banco de barrio/vía pública.
-¡Cuenta con mi espada!

Y no sintiéndome así satisfecho
volver al mismo lugar/sitio, con sigilo
cuantas veces me plazca...
       para ver destilar/desfilar
deslizarse desnudo del ridículo
al mundo por completo
-...en esta su tela de araña-
-Me aburre que ardas tan a menudo 
en esa marmita de Obélix...
te conviertes en un autómata, ¡querubín! 

Me gusta ver, ”jipilar”/espiar cómo se hace/
cobra forma los paseos/andares del tiempo
en las caras de la gente.
Y esperar, -siempre esperar-
a que pase, desenvuelva/desmadeje y se rebobine
una y otra vez desde cualquier rincón
esa la atmósfera humana.
Burbuja en la que flotamos/
pompa de jabón de canuto en la boca 
               de algún niño dios...
-¡Uy!

Me gusta seguirle el rastro a los relojes de mi vida, 
    espejos andantes/anuncios colgados de los hombros
con el que me cruzo viéndome viandante igual que él.
Vendiéndome con sus dibujos/
                            -palabras a la chepa-
el homónimo homínido del que soy parte
a cualquier esfera digital en el tiempo.
O en cualquier aguja delgada larga o corta
con sus putas lanzas de asalto/saltando
como latido mortal entre sus sombras.
...Escondido tras los números
y esos puntos suspensivos/-raya discontinua
del eterno de la rueca-.
-"¡No limes/-on time-!"

En casa también observo el paisaje recalcitrante
-del hogar/dulce hogar...-
y me pauto/pauso en su interiorismo 
             y observo las figuras.
Dando una vuelta de campana con los ojos
haciendo el pino:
miro el techo imaginativo/enigmático/
translúcido...
las cortinas,
la tele,
las ventanas...
Presto especial atención 
al murmullo de la calle que escala
                          asomada al balcón
como el Santa Claus ese de moda -casi cayendo-.

Se escucha el zureo de coches
los golpes de la fregaza de cepillos
                y el motor atronador 
de las máquinas de la limpieza urbana
retumbando entre los edificios.
Los cisnes...
los perros y los críos del parque,
-la fuente en cascada libre interminable-/
intermitente por los golpes de viento.
Con sus tres copas de cemento armado
convidando al césped con su cortina 
de pequeñas gotas -desmenuzados
cristales brillantes-
meado por unos, y acariciado por otros
                            después...
-Un asco, sí!

La cisterna incansable con su gorgoteo...
         Esa pitada sutil del impaciente,
la explosión del arranque del calentador,
el chorro del grifo,
el portazo de alguno de los vecinos,
las voces por el hueco de la escalera.
Y me pregunto...
¿Qué falta me/nos hace todo esto...?

Rendido/acorralado por los ruidos de dentro/
más dentro/mar adentro y los de fuera -tan cerca...-
Sin respuestas 
me echo/tiro en el sofá
otra vez a la conquista del desalmado/
                                    abatido.
Sin resistirme a otra siesta,
-esta creo que la segunda del borrego-.

Acomodándome hacia el lado opuesto
porque la espalda me cruje a rabiar...
                           La cabeza, los ojos,
el corazón, el pecho, -el alma de la respiración-
todos le siguen en fila al paredón del dolor.
Hasta las púas del Cristo de plástico
que hay/tengo pegado en metacrilato
en la habitación de matrimonio
sobre una leja.
- Que por cierto- más de una vez se ha despegado
como si intentara/quisiera huir, -no se...-
pero como soy tan supersticioso.
-¡No la pagues con Él... ¡De verdad!
¡Qué no tiene la culpa de nada!

-Ahora cuando no hay madera 
      me echo mano a los huevos
      o le toco el ratón a alguna mujer...
Confiado/ahuyentando así la mala suerte-.

Me debilito/deleito/saboreo con todo 
cuanto me rodea
una vez convencido/caído en el tazón
del hueso de la razón.
-Sopeso-/cepos que pongo por doquier
para conseguir la presa...
al son de unas castañuelas de gitana, 
por ejemplo.

Me detengo firme y sigo con el repaso... 
ahora miro el cuadro del jarrón premiado 
para siempre,
que nos hizo viajar a Córdoba
y conocer la Mezquita -y su rabo de toro-.
-¡Qué rico!

O esa Goleta de cristal de los dos amigos/
-por la boda-
enfundada en su cilíndrica cavidad.
Fantasea peregrina al cortejar/contarme sus batallas
sin que pueda/haya navegado alguna vez,
         -pero en sus reflejos lo parece-.
-¡Ya...!

El búcaro/-trofeo de Cuenca-, como un pene gigante 
de barro, igual que sus casas colgantes/
huevos cuadrados de madera
     -ahora convertidas en museo-.
Y la estupenda Leonor de Aquitania
frente a la hoz del Júcar,
en la que nos hospedaron a ciegas
en un ático sin salida/-ni vistas...-
Porque no aparecíamos entre los invitados.
Y su pobre catedral, demasiado sobria/sólo piedras.
-¡Es posible...!

Miro el suelo/al rodapié lleno de restregones/
-caras abstractas...-
La pared sucia/turbia,  con sus motitas
                     de sudor del tiempo.
Los cuadros se inclinan torcidos.
Un pelotón de fotos que te dispara
con el rostro de cada uno de sus personajes
-que ya son historia-, 
pero te dan de lleno.
¡Apuntan bien los cabrones, ¡Bang!
Los libros apilados de cualquier forma/manera,
-qué pacientes son- 
¡Lo que he leído y olvidado de/en ellos!
Esperándome, o tal vez que los queme, 
                                        -no sé-.

Veo los cables de los aparatos del internet, 
la tv, la play, -no me puedo imaginar 
         lo que ocurre/corre por su sangre/venas...-
Los diminutos “ojichos” verdes manzana, azules 
y el blanco parpadeando,
-en rojo los fijos-.

Y el sol entrando/clareando la mañana
con su bola de fuego invertido/
          hirviendo sobre los tejados.
-Al trasluz parece que se evaporaran...-
Y la calma/camada de/en algún instante
haciéndose también eco de la situación
de todo cuanto discurre por esta horizontal crítica 
de la consabida Torre de Babel.

El toldo verde esperanza con rayas blancas
           -a la espera de que lo despliegue-.
Las macetas que ya no tenemos...
Los fulanos/
foráneos del anfiteatro de los pisos de al lado
-o los de enfrente- en sus guaridas
como las viñetas del TBO
asomados cuán cangrejos ermitaños...
Desde su roca/ladrillo/manzana/mazmorra/colmena/
balcón/terraza/nudo de la horca/orca/foca/
león marino de/entre sus mandíbulas
   sin que puedan salir ni escapar...
-¿¡Quién anotó el gol!?
No sé, parece que fue en propia meta/puerta.

Las ovejas/abejas/borregos/hormigas...
pululando por las baldosas/-aceras bien anchas-
con sus moreras llenas de pulgón blanco 
                     en los tallos tiernos.
El llanto del niño insondable/inconsolable...
los gritos de algún pajolero/impertinente 
o el del afilador
-sonido entrañable para mi hijo D-.
Y la cadena de ruidos de nuevo, 
    -que se me había olvidado...-
¡Otra vez no, por el amor de Dios!
Juntos los de aquí/ y, los de allí.

El ascensor/las merlas/los vencejos 
con sus chillidos como cazas serpenteando/
          salvando los muros de ladrillo rojo.
Las tórtolas con su lamento, ¡uu...u, uuu u...!
La puerta del garaje,
la de la entrada,
el camión de la basura,
-el mismo ruido de todas las mañanas-
días, tardes, noches/vida...

Y yo tirado a lo romano
pasándoseme por el melón tantas cosas/palomas
que si no las anillo/pillo/apilo
-a no ser que las escriba-
se me escapan “envainás” en sus pepitas de oro,
pupila, tripas de la neurona... 
-en “na”-.

Debo coger el boli o el portátil
y hacerlas realidad/visibles/tangibles.
     para que vean/contemplen todo esto.
Ustedes que no están aquí...
señores del más allá/lado/lodo/gloria/templo.
Y el yo del después... -que tb se lo merece-.

-¡Si tú lo dices!
¿Pero a quién le puede importar una leche
                                todo esto?
¿Y a qué distancia?
¡Sobrecogedor...!
[Nihil novi sub sole (“Nada nuevo bajo el sol”)].

Ahora que me leo, mientras lo escribo...
creo ver en el nacimiento mágico de las palabras
                        el resurgir de lo oculto/
enmascarado con los golpes/clic/estopín del arma, 
-alma asesina...-
casi como si me lo supiera de memoria.

Igual me pasa con la pintura o cuando dibujo...
Con cualquier actividad creativa a rienda suelta.
Por eso creo que todo esto ya ha pasado,
                          -porque me lo sé-.
De verdad, todo esto ya estaba... 
yo sólo vine de visita.
Esto ya se encontraba aquí/por algún sitio¿?
                    antes de que llegara yo.

¡Pero qué gandul/holgazán...! 
-sigo en el torrente "erre que erre"- 
Me dejo llevar por el trazado/entramado
de lo que tantas veces he hecho, 
dicho ya anterior, -en/a mi mente-.

Puto cabrón/pura repetición... 
-versión cover de mí mismo-.
Ya sea en ayunas o a palo seco a reventar/ 
                      "empachao"/empalmado...
–como viene siendo habitual, más de lo común-

Pero en este caso...
hay que sumarle que el titular de la noticia
no está para mucha caña/broma/tonterías.
-¡Ten cuidado!
Ya desciende de su pedestal.

Y la nada, esa nada -divina señora-
con su manto/veneno/movimiento o desinterés...
En la lenta/pausada/caótica/agónica traslación/
-rotación sobre su eje, en una catarsis-
crisis permanente 
ante el aguijón de la añoranza
puesta al servicio del depredador desheredado.
-Yo-

El cuerpo insobornable soportando sus latidos..
sintiendo el mazo pilón de su raza.
Porque te das cuenta de que existes
        y cobras conciencia de ello.
Sin flautista que te la mantenga tiesa/
la culebra/-serpiente del pensamiento-.

¡Beno, tienes un buen salario... -Me digo.
Inter alia (“Entre otras cosas”).
¿O no?... 

Correspondiéndoles con tus letras/plegarias
convergen en ti los estibadores del momento.
-Difícil de separar uña y carne, día y luz-.
Entonces, ser y no ser confundidos en la locura
        del encarcelado como el Marqués de Sade
se ha dado a la pornografía fácil,
al erotismo ilustrado...

Y te vas tomando un respiro/salivas...
vuelves/     sin vacuna para la rabia.
Más que nunca, 
otra vez desvariando
por el andamio/ánimo de tu reconstrucción
repatriado/circundando tu órbita de orines
que ya no puedes lanzar ni lejos...
Fuera de tus cables/cabales, ya casi robot difunto 
chorreando en el charco de los fluidos 
de la inconsciencia.

Y esa voz veloz del ofuscamiento
que te lame/hace temblar entre los pétalos
dedos de sus cosquillas, -dados del azar-.
Poniente/penitente en su ciclo de cilicios...
-escupitajo al cielo que te lo devuelve a la cara-
-¡Ofrezcámoslo virgen al monstruo/unicornio...!
¡Date prisa!

Ya ves,
la mente calentando a la taquillera/respuestas
          con la mano metida entre sus faldas
en esta tranquila tarde de un vulgar domingo.
Y yo,
encima de lo cansado que estoy
plegando/envolviendo el día 
en/con su contexto/-rastrero recuerdo aún vivo-.
Porque me veo en la obligación
como quién se abanica y no quiere la cosa
o se da la media vuelta...
Igual que cuando San Lorenzo le pedía al verdugo
que lo volteara...
-porque ya estaba a punto/hecho-
-¡Vaya!
Oki...

Y la nada, otra vez la nada aquí
         echando cuerpo/un polvo...
Dando a luz otro día con nombre y apellidos
Y esa angustia en suspensión respirándote,
muescas en el revolver de un esquelético mercenario/
asesino barato/varado, -de pacotilla-
con la pistola de fulminantes/balas
de perdigón/fogueo ya humedecidas
de tanto llorisqueo revenidas...
En la caja del tesoro del zagal
que soñaba con ser Tarzán o Billy el crío.
-¡Genial!

Miro a mi alrededor y sigo en el salón
                Y no el de Kansas City 
ni en el Valle de los cocodrilos.
Con la persiana, sesos cruzados...
peinados con la raya en medio de ninguna parte.
Y el espíritu santo en forma
de rata de laboratorio con el pelo blanco,
de ojos rojos como rubíes o negros obsidiana
                         -según por donde se mire-
Como guindas/cereza en almíbar/coronando el pastel
de la muerte que se avecina...

Saliéndose de la parábola del hijo pródigo
con los electrodos clavados en el cráneo afeitado/
rapado
de un gorrión/gorrón/”trenzudo”...
echando un vale debajo del “tambaliche” del hogar
en la puerta de atrás del patio 
con el parral/-jardín del desasosiego-
en el acá del allá de Démian 
el de los tres seises invertidos 
                  en la cocoronilla.
-[¡Cool! (“Guay, chulo”)]...

Mientras el juicio del abejorro
busca el ojo de la caña cortada del sombraje/
                                  cambalache
con el vaso de Sócrates en una mano
y la espada de Damocles/Dante y su Divina Comedia,
el Quijote y Hamlet en la otra
-como si fuera a prestar juramento alguno-
Con su ángel dormido/
y el demonio de la guarda tampoco.
De tanto por culo que les das...
Apostando en el callejón con los Peaky Blinders
                              tu resurrección...
-¡Pues sí que estamos bien!
¡Vale que te calmas!

Y la nada, siempre la nada.
Otra vez aquí, junto a mí...
pidiéndome un autógrafo por el libro
        que acabo de escribir/publicar.
-porque esto no es un poe-man, no señor-
A punto de chisparse o ya borracha
que me da igual, ¡joder!

Ya son muchas/miles, cientos de miles...
esto no hay quién lo pare/aguante/entienda.
[¡Ecué-Yamba-Ó! («Loado sea Dios»]...
-¡Mira que lo vas a nombrar/repetir, -lo de Dios-!
Y eso es todo colega
en este exacto/preciso instante/momento.
-¡Uffffff, por fin, por fin...!

¿Te acuerdas de la vieja baraja de cartas?
-¡No jodas, todavía sigues...!
Esa que ves buscando otras cosas en el cajón.
Pues así, con ese olor a rancio, sucio, gastado
viejo y doblado/viciado, sin brillo...
-ese soy yo-.
Y te acuerdas.../ las añoras de verdad, 
esas partidas de antes/
de cuando estaban nuevas y las abrías para estrenarlas
con su olor a la gráfica/tinta/papel satinado
                      y las imágenes impolutas...

Y quieres volver y jugar con todos ell@s,
con los que te encontrabas/eras tan feliz, relajado
como si el mundo no existiera a tus pies/
                      -ni sobre tu cabeza-.
Y ahora empiezas otra partida pero esta vez
repartiendo cartas por la izquierda
a ver si ganaras...¿?

Y el Universo girando alrededor de la mesa...
en la misma tabla de la multiplicación del pan 
                                  y de los peces
del vino y de la carne/sangre del que no volverá...
Y su lamento para siempre, todavía oyéndose
porque están triunfantes/se ven ganadores
                   -con el cubata en la mano-.
Así empezó todo, con una mala interpretación...

Sigo en el salón, 
ya me queda poco para irme a la cama
         -si consigo llegar a tiempo...-
Porque ya se está dando la vuelta el día
y parece que nada vaya a cambiar.
Sigo siendo un vampiro conmigo mismo,
-a la luz de los hechos me remito- y desintegro.
Por eso me gusta tanto la oscuridad.
Y las nubes/la lluvia...
                Ciao/bye.

-Y yo aquí... guardándote/haciéndote vela
más que agotado...
Ya que estás ahí...¡pichón!
¿Me puedes traer un vaso de agua?
                        Y recoge la casa, 
que lo pones todo "perdio"/lleno de líos 
cada vez que haces algo...