Silbaba…

Silbaba...                 xx+
ya de su memoria decapitado 
rodando monte a través/ 
        -cuesta abajo-.

Huía del forajido... 
-atravesado de muerte/
seccionado su corazón 
por la daga certera de un cupido 
                   hecho hombre-.
Sin otro honor ni motor 
que los restos/espejo del ser 
en su belleza.

Ahora reposa en las faldas de la colina 
entre los brazos de su amada ilusión
que le esperaba tendida/-abatida 
       a la orilla del estanque-, 
mientras él hacía cábalas
de desamor...

Muerto, teñida el agua de rojo 
con el reflejo de la luna llena más oscura, 
                  -noche etérea/sobrante- 
sólo dentro de su cabeza...
-¿Y qué quería, sino volver a estar con ella? 

Y allí se quedó para siempre 
como estatua de piedra/ 
mojón guía de la artillería naval 
-...dragaminas 
de la desesperación-.
-¿Pero tenía razón, no... 
ella lo deseaba/lo necesitaba igual/
                  o más que él?

No, 
ni siquiera existía ninguno...
era el fruto del sueño de una flor 
que había sido cortada para regalo 
de algún amante... el día de San Valentín.
-¿Y cómo lo sabes? 

Porque yo soy el tallo que dejó...


      











Me tengo que ir,

Me tengo que ir, creo que me llaman...         xx?
   ¿Qué hace toda la vida/todavía este tipo aquí? 
–te preguntas...

Diría yo que menguamos en la cotidianidad/continuidad,
      exponencial-mente sin ser Luna/satélite 
de nuestra Tierra/-cuerpo-.
Busco la secuencia clara/incitante de lo obvio. 
-Por mí no te molestes...

¿No es acaso una locura descabellada 
                   abarcar en el vacío de su espacio
                    el cuerpo desintegrado/deshecho
y llevarlo a cuestas cuán calvario/- ya cádaver-
        sin más peso ni clavos, sin espinas
               sólo sangre/madero/sandalias de soga
y el látigo del centurión arreando...?

También se podría entender que no lo quiero
aunque sería lo mejor para todos/-ambos...-
él y yo; 
pero no es así, lo busco
escondido en su dolor... -ese olor/amor a la muerte-
que nos impregna el vivir.

-Cuéntame... ¿y qué hiciste?
¿Hay sentido/vida/sonido más allá de la luz...?
¿Comenzó el Génesis y sólo quedamos tú y yo?, ¿es eso?
No seas bobo!!

Me tengo que ir, noto su llamada...
Siempre parece que quisieran abrazarte 
                           cuando menos lo necesitas,
                             -pero no me importa...-
           
Un hilo de seda/saliva 
desciende por tu garganta hacia la rambla de anillos/
cartílagos flexionados -por el nudo de congoja-
después de las últimas palabras que he oído levitar
mientras pensabas para adentro
en esta atmósfera de mierdas cotidianas/conta-minada
para evitar que eso suceda... 
-la no resurrección-

Aferrándote/agarrándolo todo bien sujeto,
como en un apretado y profundo suspiro/
rosario/abanico que te ahoga/
y anuda a las palabras no dichas, 
pero que has oido;
arenas movedizas del reloj -que atrancadas ya no caen-
de la silenciosa depresión que te asfixia 
estrangulado por la cintura de las dos esferas/
esperanza del tiempo que te has dado,
cuello, tronco y cabeza... 
-rosario de huesos con carne en putrefacción-.

Ojalá que no se nos ocurra volver, a lo que fuimos...
a ninguna de las dos partes  -arriba ni abajo-
nunca jamás unidas...
Como el jinete misterioso/sin cabeza.

...Cae espuma de su boca, de lo diáfano, 
y no me arrepiento, ¡Tú!  
La hoja de la lengua/cuchillo de las mentiras 
remonta la corriente de aire que te vence 
arroja al fin
al vacío
en el camino/río seco de tus arterías/
estómago y/cerebro
ahora lleno de piedras a hombros del tío saín.
          
-¿Cómo sabes que me voy si aún no he vuelto
ni completado el ciclo menstrual de haber llegado 
y darme la vuelta... 
sangrado en ese espejo tuyo?

Solitario/solidariamente vasto/irreproducible/inhóspito
siempre te has dejado caer/vencer 
a la primera de cambio, 
-por eso lo sé-             porque te conozco... 

Te apartas/aparcas en el silencio más abominable/
-apabullante...-
Era evidente/demencial, 
que no duraríamos mucho tiempo juntos...
Ser vapor de alcohol/espejismo en el desierto
-demasiado fácil para que nos arrastren-/
tragase la tierra/-duda de la nada- 
en el socavón del olvido 
y el desprecio.

Ahora he cambiado de ubicación 
             porque estoy bastante nervioso.
Y te acuno en cada latido/ del ligero parpadeo 
con el que te miro, 
a salvo desde la vaguada del lagrimal,  
hundiéndome cada vez más
en las circunstancias/circulación/
circunvalaciones de mi bolica del mundo/
-globo ocular de lo fantástico- 
nadando a la contra
en el agua oscura/-de lo más podrido del ser-.

-¡Eso no es cierto, por Dios...!?
Habiendo hecho lo imposible/
imperdonable/impensable, con tan poca cosa... 
no florezca de su fortaleza ni la más diminuta hélice 
de diente de león
en cualquiera de sus grietas
para jugar con sus semillas el viento...

Y te veo/lo veo todo fatal...
como si estuviéramos muertos.
-¿Tanto puede durar esto, o simplemente te doy pena?
Porque yo no le encuentro/veo final...

Todo te lo debo a ti.
Ojalá vinieras... deberíamos morir otra vez 
y volver resucitados...
Creo que alguno de los trozos se pueden arreglar     
-acaso reparar-
repartir el trabajo a medias...
en la medida de lo justo o de lo pensable
y de lo /posible.

Sólo necesita ser rojo.  -Sí.../como el corazón.
            Nos necesitamos más de lo que crees.  
                               Y latir juntos. 
-También... 

"Oda a la esperanza perdida".
-Parece el título de una rapsodia...?
                       ¡Lo es!

-Al final era por ti/ o por una chica...
Y yo qué sé!¿?



No sé/

No sé/ si he cumplido con mi/tu/su cometido...       x+
¿Pero, es causa suficiente para no pedir perdón
el haberme tenido que arrodillar ante sus ojos
maduros para el llanto?
Y no pude/supe qué hacer después...
¡Velarte!
¿Habíamos acordado acaso eso?

Sabia de la proximidad de tu adiós
pero no fue suficiente...

P.D.
Las hordas de los salvajes recuerdos
atronan/acampan/
atoran la válvula de escape
de la olla a presión de la mollera.

A estas alturas... -de la contienda-
con la edad y la disminución del ímpetu/fuerzas
casi nos importa tres pepinos
lo que antes era causa del deseo 
o propiciadora de conflictos/

Con el tiempo.../ el tiempo te devora;
y de lo que va quemando/quedando 
en su reconstrucción
ya no se maquina igual que antaño...
Ahora es diferente
-ya no somos el de antes/ ni lo mismo-.

El problema es el dique estanco
-la no distancia-
en el que se apantanan/aclimatan los recuerdos
como si de axiomas/
argumentos válidos imperecederos
se hicieran generales 
por encima del cambio/ritmo natural
de los acontecimientos...

Debemos entender -para no cacer en la trampa-
que hoy no manda lo que ayer nos hizo factor/
aunque nos gobierne su necesidad...
-cautivos por despecho-.
Al final/ somos animales secuestrados 
en/por su propia historia.

Somos el cúmulo de tantos cálculos/resultados
que no atinamos ni encontramos nunca
-al que se supone que somos...-
Para despejar la incógnita
debemos eliminar al paciente inglés/


Se retorcía/

Se retorcía/liaba el pelo     xx?   
-los cabellos entre sus dedos-
igual que lo hace la lumbre/flama nerviosa
remontando/insuflando/absorbiendo
el aire de todas partes
    -las cosas de su alrededor...-           

Ahora la puedes besar. -Pensé.
Si, lo deseo... atacaré sin cuartel.
-Pero tampoco me ayudó la idea
   porque me puse algo nervioso-.

-¡Anda!...
Señor, don no merece la pena,
tu nombre me da risa...
¿Pero por dónde/de qué? 
¿Qué hiciste al final...?

Nada.

P.D.
Muchas veces nos quedamos mirando/-absortos-
imaginando lo que vamos a hacer
de manera que después no sabemos
si ha pasado/-está pasando- 
o ha sido todo un sueño/alucinación...

El caso es que lo descontamos como real
-de la vida misma-
incluso lo sentimos como hecho.
Esa doble identidad del yo pensante
que deja aturdidos al resto
en su lecho de muerte...

La intención no basta/pero es suficiente
-satisface- en la mayoría de los casos-.
Somos de/para lo que queremos
un obstáculo más...





Otra vez los días

Otra vez los días se hacen largos/ -lagos    xx 
tan grandes por San Juan...-?

Memoria prodigiosa conviérteme en tu diablo/
aliado y esclavo;
me recuerdas tantas cosas que ya no existen.
-querida mía-/
He recibido llamadas muy extrañas
en el hogar/ocaso de mi sesera/
estoy tan inquieto...

-Aquí me tienes, ¡desembucha!
Soy todo tuyo...
¿Qué he hecho esta vez?
Sabes que soy sincera/clara/atractiva-mente inconclusa.

¡Ahora lo entiendo...! 
Desde aquel entonces nada ha vuelto a ser igual?

Mansedumbre del ignorante rescatado de su ocio
odio/oído genital/cenital y amparo...
¡Dime que lo he interpretado mal.
¡Vamos...! ¡Dímelo!

-Tú mismo...

P.D.
Nos hacemos pasar por bobos inocentes/
-como el que nunca ha roto un plato...-
Cuando sabemos de sobra 
lo que buscamos y nos interesa 
a cada momento.

Después del festín/
-orgía mediática con uno mismo-
lo enmarcamos en el recuerdo 
con lucecitas de neón.
Y luego nos quejamos de que se ve todo lila/

Está claro que el ayer tiene su valor
como moneda de cambio del presente
invirtiendo en futuros...
Pero se nos olvida la verdadera realidad
-la de los hechos- 
cebados de por vida
con lo que quisimos/ o queremos creer.








Saca/libera

Saca/libera de esta nube de polvo mis pies   xx? 
que sea la tibieza de la arena de tu playa
la que grabe/module mis pasos
para crear una nueva dimensión...

-¿Qué si no cambio?
Pero si sólo pienso en ti.../ -lo hago todo por ti-.

¿Nos apartamos/apareamos por separado...?
¿Es eso lo que quieres/
quizás haga que mejore nuestra relación.

P.D.
La modernidad del intercambio de/en la pareja
el ir y venir a un terreno imposible de conquistar...
El abandono y la consiguiente fatiga
de sus contendientes rendidos a su suerte
hace factible que la entrega en porciones
empache -y no de lo mismo-.

¿Quién puede saber nada de uno y del otro
cuando el mundo es un completo engaño?
Cuando las mentiras campan a sus anchas
y la verdad se esconde avergonzada...
¿Quién puede dirigir un destino sin alma?

No, los experimentos son diversidad
-y aunque en la variación está el gusto- dicen...
Necesitamos cierto cúmulo de certezas:
una es donde nos dirige el instinto del corazón
y la otra es olvidarnos de todo.

Nunca una relación podrá saber de su final,
deconstrución/descomprometerse...
pero está claro que existe
-como ese sol que alumbra-
Por lo tanto... 
no pienses ni te castigues inútil-mente 
sólo actúa/ el tiempo dirá.





Que te quieran

Que te quieran sin saberlo...   xx-  
  sería gratificante si lo supieras.
Pura anécdota.
-Ya.

Quien te quiere.../ añora 
                  y también sueña consigo
    en ese mundo maravilloso que ha creado/
construido/
inventado para ti.../ambos.
-Suele pasar, sí.

Y a todo esto...
dijimos que después, cada uno a su casa/ no?


P.D.
Nunca estamos libres de caer en la ilusión
               de imaginarnos en el otro...
Forjamos un anillo a la medida
-unas esposas a la espalda-
y lo peor de todo es que gozamos.
(La dialéctica del amo y del esclavo).

Nos convertimos en el personaje principal/ 
al que dirigimos/odiamos o amamos
                  en nuestros sueños
sin saber de ese final dependientes
como de una droga/monos
pendiendo de la interrelación/ficción
   cuyos escarceos navegan a la deriva...

Lo mejor de todo -sea lo que sea- es discernir/
y disponer del tiempo suficiente para hacerlo.
  Y después dejarlo quieto/ como si nada...

La prontitud del castigo no merecido
al personaje en sí/ -o fuera de él-
es el cansancio/
error del deambular del verdugo
         como alma de su cuerpo separada.

Ser en justicia/ y no querer ser a la vez...
  -no es delito ni un suicidio-
es jugar al escondite con la existencia/
  Morir de una o a plazos... qué más da?


Mi obra

Mi obra es contemporánea/    xx+
             contemplarte a ti... 
 
Ríndete/ pero arma bien su valor 
    antes de vencerla. 
–me dije
Recórrela -por completo- sin dejar
pausa ni espacio ni sed/

Te crearé/creeré/correré/ 
me recrearé mejor cuando te olvide.
-seguía pensando...

Mi memoria así se amaga/
         agacha para que de nuevo la saltes
             y que de tu olvido no me separe.

-¿Ya...?...!
¡Sí, ya...

-¡Qué rápido!

P.D.
Ni la distracción, ni la abversidad...
Es el ritmo del cariño el que te marca
y te manda morir a sus pies/

El no saber de lo abstracto
es ver/interpretar lo que te dé la gana.
En el amor es el placer...
-su fin/ y final-.


Me desfigura

Me desfigura ese color/calor            xx?
           cuando es de cera la carne... 
     Clara de huevo, pastel de miel la jalonan.
    -¡Ha sido un desastre
    estoy sin alas en toda la salsa!

Hay quién empieza por el postre,
-costumbre malsana- y no es helado ni fruta
                         pero se le parece...

En vilo de ninguna otra obligación despreocupado 
        ya se me ocurrirá algo para remontar/
                                  reponerme...
Y no es lo mismo... de verdad, 
-puedes estar seguro-
a no ser que fueses especialmente hábil
viéndola tan perfecta en cueros vivos
   -aguardar/aguantar- ni una sola décima de segundo 
a la tentación...

La muerdo/ muero 
      y se mueve todo a nuestro alrededor...
     ¡No sé que hacer/

-¡Macho tú!



Me gustas

Me gustas cuando me sueñas      xx?
    de tus ideales y proyectos prisionero
    porque me haces tan grande/me veo tan feliz
                       en tu paisaje de/cuentos...
Que al hacerlos míos
           también vuelo y me hundo
en las minas del rey Salomón/lago de tu mundo
de fantasías 
con las mismas alas de cera/lágrimas
    del Cirio Pascual del placer/plegaría/rezos/
-cepo de siempre- y yo la carnaza...
                  tu quesito gruyer.

Y eso la verdad
          no sé para qué me sirve...
Creo que nos estamos convirtiendo/transfiriendo
                       en un par de perfectos/
completos necios.../proyecto de imbéciles
en la trampa del amor.

-¡Porque tú lo digas...!