Declaración de intenciones…

Declaración de intenciones...      xx+
-Hay que llevar/-tener mucho cuidado-
con lo que se le dice a un hijo-.

Tengo la confianza puesta en procurar
no hacer comentarios gratuitos que generen tensión
o conflictos entre nosotros... 
en una especie de cebo para captar tu atención 
                  -y que me obedezcas...- tipo/:
“Si no vas a misa de mayor/aunque eres mi hijo
nada será igual...”
Eso me dijo mi padre enfadado al ver que pasaba de él
y no seguía con la educación religiosa 
que con tanto celo/-esmero-
se empeñó/pensó que era lo mejor 
e intentó inculcarme...

Ya sé que se habla mucho... 
-guiados por el afán de convencer-/cuando creemos 
                                que llevamos razón...
hasta niveles insospechados del infortunio más irrespetuoso
generando tensión 
e incluso se pasa de la crispación al enfado.

Existe un punto de inflexión después del cual 
no hay vuelta atrás,
lo que se ha dicho/dicho queda y está...
Es donde se quiebra el hilo que nos conducía a través
de ese laberinto lingüístico tan enmarañado 
y lleno de trampas
repleto de significados ambiguos
del que ya no podemos salir/ni escapar...
Pues el interlocutor ahora no está ocupado en comprender
                 el “por qué” de las cosas que dices...
está aparcado en la despreocupación/comparación
-doble sentido- 
respecto de si pretendías una u otra cosa...
y sin pensarte ni oírte 
pasa al contragolpe/contraataque
-más pendiente de él que de ti-.
Incluso aunque vayan cogidos de la mano del cariño...
Se quedan definitivamente en lo que se está viendo/
viviendo
y se ha entendido para siempre jamás.

Son palabras y gestos que se enquistan en la memoria.
Nudos engarzados en un rosario 
que te perseguirá/que te acompañará 
cada vez que tengas que recurrir a nuevas
e improvisadas oraciones 
simulando a solas/o frente a él.
-Nada ni nadie puede remediar algo después de haberlo dicho-.

Por otro lado, también tengo la confianza puesta
en la total falta de la necesidad de pegarte un bofetón
o de darte un palo cuando te equivoques 
o clavarte una mirada inquisidora 
después de no haberme hecho caso(?)     
.../nunca, que lo sepas...
Aunque lo haya hecho alguna vez, 
y no sé si me arrepiento...
no lo sé.

Por lo general la violencia genera/
engendra más violencia
y tarde o temprano terminarías comportándote igual
con los tuyos, incluso conmigo...
Se dice que al final acabas haciendo lo que te han hecho...
-Por si acaso...(¡?)-.
No quiero que me guardes rencor y mucho menos
                            por haberte pegado.
Algo tan vil y sencillo de evitar cómo es eso...

Tengamos presente que la insubordinación
es una condición, -un atrayente natural- 
                                   de todo ser vivo
en un intento de hacer siempre las cosas a su manera...
Observaremos, sin ningún género de dudas;
que la experiencia de cada uno 
es más educativa y eficaz
que cualquier relación/lección magistral proveniente/
contenida en los libros o de los mayores...
-Pues esta se lleva a cabo en nuestro interior
                     y la otra viene de fuera-.

Por mucho que nos empeñemos en convencer al mundo
-de las nuevas generaciones- invadiéndolas/
llenándoselo todo de grandes citas 
e inútiles mamotretos.
Todo ello debe reducirse/es tan sólo... 
tímidos e intrascendentes ejemplos que acaso 
debamos tener en cuenta?
Y no deberíamos/-no nos dejaremos guiar- 
más de lo necesario
por aquellos que ya vivieron su vida aunque pretendan
       velar -y lo hagan de buena fe- por la nuestra.
       Más que una imposición que se vaya quedando/
       debería tratarse 
de una sugestiva/atractiva sugerencia...

Cada cosa tiene su momento/-lugar bajo el sol-/tiempo 
diferente en el espacio 
a cualquier otra conocida o por suceder...
Aunque sean parecidas, -nada puede ser igual
ni lo mismo para siempre-
Cada problema requiere de una solución adecuada/
ajustada a todo aquello que le rodea 
en ese preciso/precioso acontecer del instante/época/
cultura, saber científico o del que sea...
¡Amén! (?)

Confío también -que con el tiempo...- me cure 
de la necesidad
de creer que eres una prolongación mía
y como tal deba tratarte...
Puesto que originariamente tuve algo que ver
eso no implica que deba sumergirme a perpetuidad
con la sensación de sentirme responsable de tus alegrías
                           o culpable de/en tus fracasos.

Tampoco me da derecho para interponerme o mediar
como arbitrio de tus decisiones/
intencionalidad...
Ni mucho menos infringir algún tipo de sabotaje
                  en su elaboración/resultados.
Y mucho menos sentirme dueño de tu destino
o albacea de cualquiera de tus suertes... (?)
Todo ello se quedará como apreciaciones tuyas.
              Porque estás viviendo en una nueva vida
rodeado de elementos que yo nunca habría podido soñar
ni imaginar/

Tengo claro que no soy quién... -y menos ahora
                               a estas alturas...-
donde apenas puedo configurar un sentido
a mi existencia... 
apremiado/aquejado por el poco crédito 
que al parecer aún me queda
ni de esta una salud absurda, irrecuperable...
-Cada vez más torpe- 
que se sucede de manera irreversible.

Aunque no me ha ido del todo mal... (¡?)
Siempre he estado acompañado de esa sensación
      "de por qué a mí...” o "de por qué así"
y no de esta o de aquella otra manera
que tal vez... 
habría sido más o menos ventajosa...
-Por si acaso... dejémoslo estar-.
Porque rara vez he encontrado una respuesta lógica
ni divinidad que escuche mis innumerables faltas/
plegarias capaces de aplacar 
mis “vomitivas” dudas/deudas contraídas
encadenadas, trabándome para/hasta la posteridad 
                                   a perpetuidad.
Siento que todo esto se acaba sin remedio
ni posibilidad alguna de rendición/
redención ni solución...¿?

Por lo general los sentimientos de lo incomprensible 
                               hacia lo que me rodea
ha sido el caldo de cultivo/capullo/-campo de batalla-.
Esas arenas movedizas 
en las que se ha ido ahondando/
profundizando mi interior insatisfecho 
con un acento grave
clavándose y ahogando al pobre animal
en el que me he convertido...
Viendo a todo el mundo que pasa inalterable
mientras me inunda una marea de continuos reproches/
desatinos... 
-ya sea conmigo mismo o hacia los demás-.
Apilándolos,  
hoy se agolpan a mis espaldas y me hacen doblar la rodilla 
                           con sus llamaditas de atención
tanto de los supervisores/supervivientes 
de/ante lo común
y de sus benditas reglas del juego.
Por consiguiente... nunca sería un ejemplo digno/
continuación a seguir 
ni orador al que escuchar.

Por eso no pienso ni trataré de influenciarte
de ninguno de los modos -ni por supuesto por la fuerza-
con mis ideales o creencias.
¡Ya ves...!
Y todo para sentirme más seguro/orgulloso 
-allá donde estés-
de que todo te va a funcionar a las mil maravillas.
Engañado por la necesidad intuitiva/instintiva de cuidarte/
                                     de protegerte del mal
incluso más allá de nuestras posibilidades...
Porque tú eres tú/ y yo soy yo.

Pero en verdad te digo; que pase lo que pase...
siempre serás mi hijo.
¡Te quiero!
Y deseo para ti lo mejor con todas mis fuerzas
y así será hasta el final de mis días
y del último aliento.

Sea lo que sea/ se trate de lo que se trate, 
digan lo que digan...
intentaré estar conforme con aquello que hayas elegido.
Lo que desees se convertirá en objeto de mi causa
                    -...o al menos no me opondré-.
Soportaré tus desavenencias/tus vicisitudes.
Lucharé a tu lado con fervor 
            a favor de lo que necesites
            en común acuerdo -con sentimiento mutuo...-

Recuerda por donde quiera que vayas/
donde quiera que estés... de quién eres/
de dónde vienes
y hasta dónde deseas/quieres/crees 
                              que puedas llegar.

No desearé ningún mal para ti ni para los tuyos.
Lo que decidas hacer con tu vida 
           será siempre bienvenido.
Lo que deshagas o rechaces intentaremos mantenerlo
lo más lejos posible 
para que no te alcance o perturbe.
Te contaré las historias de mi familia 
porque disfruté cuando me las contaron, 
      -como de mis sueños e ilusiones...-
Para que nos vayamos conociendo 
sin ahondar demasiado en ellas, 
pues no quiero predisponerte ante algo
que si tú no quieres no tenemos por qué compartir.

Mis principios... -si es que los tengo
o existen/ o queda alguno todavía...-
se encontrarán alguna vez paseando junto a los tuyos
pero otras veces tomaran caminos distintos/
                                         diferentes.
Si te he servido de algo ha sido desde el cariño
nunca lo entendí como una obligación.

Sólo puedo pedirte disculpas 
si alguna vez has notado cierta presión 
con mis inquietantes y desafortunadas formas
de decirte algo/las cosas... 
pero es lo que conozco/
lo que sé...
y en cierta medida me vi en la obligación de enseñarte
como el tutor que he creído ser 
durante ese pequeño periodo de nuestras vidas 
que pasamos juntos -bajo el mismo techo-.

¡Vale, ya termino... 
-un beso de los míos- con abrazo muy fuerte.
Hasta luego corazón/cuídate bueno.


*Publicado anteriormente 19/MARZO/18

2 comentarios sobre “Declaración de intenciones…

  1. Aprender de los errores de tus progenitores es el mejor paso para poder tratar a tu progenie. Y lo mejor es acompañarlo con una gran pizca de amor y una buena dosis de comprensión. Y tal y como dices, quizás se cometan errores, quizás no seamos conscientes de ellos, pero es bueno de vez en cuando decir a nuestros hijos perdona si me he equivocado y sobre todo apoyarles y estar ahí para lo bueno y sobre todo para lo malo, cuando tanto cariño y abrazos hacen falta. Seremos imperfectos, pero juntos, padres e hijos, hemos de avanzar.

    Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s