Encaramado a la bolsa de los desperdicios x?
busco en el latido del diablo/lacito
que tan mono le anudas...
-cordón/pendón del Cristo del Rescate-/algo
donde estrangularme, asfixiarte/
ahorcarnos juntos
los dos...
antes de que pase el portero/bedel
y lo retire todo.../
NUESTRA BASURA.
Con el aullido de la frenada del ascensor/
y su canasto de goma/
el WhatsApp en una mano,
-suspiritos al borde de la condonación
irreconciliables-
(con tanto trajín)/
Llaves del calabozo en los bolsillos
golpeando las monedas de la libertad
-vales para el circo
del Buen Pastor-,
y la cara del perro de la portera.
El cuerpo en general... que genera gangrena/
-pus de amor-
Tanto temblor/tanto grito,
y las comidillas de Tele5...
en las auditorías de la exclusa/
escuchas furtivas
de ese señor/sueños de escalera...
-escalada al pico de la desazón-
Con el aroma del sin sentido de ir piso por piso
recorriendo la campiña de esta ciudad en miniatura
-nuestro cerebro- reducido pueblo de enanos
empaquetado en ladrillos y hormigón...
(con papel de alba envolviendo el bocadillo
del amanecer y de plástico tenso -al sueño-
cuando llega la noche...)
Todo un delito estentóreo donde vemos claudicar
el tiempo/a nuestra puerta/y las maneras...
-sepultura del cada día-
mientras permanecemos encerrados voluntaria-mente
en esta posición fetal/fatídica
prisión de la misericordia
resignación apostólica y romana
desde los tiempos inmemoriables -del Salvador-
Ahí es donde aletea
en el cuerpo de la tendencia/tentativas
de lo que será...
En el epicentro de la incógnita, /hay un punto
con el dedo en el galillo que nos hace vomitar
insoportable/insostenibles delicatessen
del transfugismo al poco valor/desprecio
que le damos
a nuestra propia existencia...
Donde nos patina/resbalan sus reivindicaciones
-como las tuyas de las mías-
-¡Basta ya... "pesao"!
¡Estás como una cabra/-verdugo y cabrón
en el matadero del monasterio del Nombre de la Rosa-!
Ni escucho lo que digo... -en serio- perdona
pendona.../ ha sido un lapsus.
No sabía que estaba pensando en voz alta/
-¡No, no están todos los locos en su sitio... ¡no/
A todo esto... ¿a qué hora nos sirven la comida
en el cielo/IKEA-
cariño?
* Publicado anteriormente 24/JUNIO/18
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Por lo menos se deja de sufrir si vas al cielo. Un poema de Semana Santa.
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Sí, es posible…/
Muchas gracias… macalder/Saludos!!
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Me gustó leerte. Besos a tu alma.
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Una escena cotidiana con tintes bastantes freakies. Conviene hacer algo de penitencia, pero no así. Otro abrazo de nuevo.
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¡Tú y tus «sufrires» voluntariosos…
Sí, otro abrazo/ Paz,
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