Yo quiero buscarme por los barrios x+
y paredes de podridos ladrillos
para sentirme mundo y carne
del degenerado desquicio.
Yo quiero rendirme
a ese martillo furtivo
para colocar en su base
el más fiero de mis latidos.
Yo quiero trasnochar
en el granero del infierno/del olvido
para contemplar tras su cristal
las semillas fértiles de lo que he perdido.
Yo quiero vivir y devorar
a pecho descubierto la madre naturaleza
y, fundido en su vientre placentero,
navegar en el consuelo
de no haber -nunca- nacido...
P.D.
No sirve de nada lo que no ha pasado/
salvo para no olvidarlo...
y, martirizarnos con lo que habría podido ser
de todo cuanto de haberlo conseguido
ahora no estaríamos hablando.
Somos el acabóse del tiempo,
un tachón de carmín en la boca del diablo.
Ni arriba ni abajo -hay paz-
para los que no se aclimatan/conforman...
El hombre nunca alcanzará ni será lo que quiere
porque siempre verá/creerá
que hay algo más esperándole...
Le pase lo que le pase -hasta que no lo encuentre-
no verá su verdad/la realidad de las cosas.
El deseo del ser es un pozo sin fondo
y, la suerte un sueño de dos caras
en el que nos la jugamos.
Mientras la moneda está en el aire...
la vida parece que tiene sentido.
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Precioso como siempre. Saludos Lucio…
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Gracias…/ Sonya
Saludos!!
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Muy bueno! La cuestión es como doblegar al deseo. Quizá éste sea uno de los peores compañeros en este viaje.
Un abrazo y buen día 🙂
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Sí, Rafa, es nuestras deliciosa zanahoria…/ Siempre delante…
Gracias/un abrazo de buen día…
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mientras la moneda/vida esta en el aire aún tiene sentido, y así es en el momento que cae pa que
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