¡Oye…!

¡Oye...!, aguarda un momento.     xxx
Una pregunta...      
¿Llegar a viejo es un premio o un castigo?

Y digo yo...
¿A qué hora deja uno de lado el saber que sabe?
¿En qué momento los discos/dioses del embrague patinan?
¿Dónde, cuándo y cómo...?  

Empezamos con pañales y terminamos con pañales.
¡La leche Nicolás!
¡Eso... la leche! y los potitos, los purés, el pan de Viena, 
los croissant, las cremas, los pechos de mamá
y los de la vecina...

Cuando llegues a una edad en la que sólo te dediques
a comer y a dormir
tu cuerpo se irá arrugando como el de un acordeón
y un día de repente se desinflará.../ sin más...
sin hacer ruido
sin ningún sonido digno de mención.

Nos consumen los años, 
nos beben los días,
nos violan las olas de las horas,
nos matan los segundos 
a golpes de latido con su azada.
Nos hacen una sepultura a la medida,
al gran vacío/bulto/ídeal...“dildo”
-de un alma errante-
que se entierra sin decir ni “mu”, abatido.

¡Un dato!
Lo del asilo/cementerio de zombis
se trata de una desgracia como otra cualquiera,
que conste.
Yo no quiero ir/ni que me lleven.../muerte voluntaria/
eutanasia.
“Exit”... mientras haya tiempo
que lo tengo.
[Per se (“Por siempre”)]

Otra vez con el mismo pitido/soplo en la oreja.
¡Jo, qué tío!
Todavía eres joven, estás hecho un chaval
y te conservas perfecta-mente en forma/formol.

2 comentarios sobre “¡Oye…!

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s