No me preguntes xx que he querido decir con todo eso... -las cosas se dicen y nada más-. Con ellas se va la intención que las provocó. Son ligues de una noche de verano, de luna/de estrellas, del sol que se marchó, del que está por venir... Después se van cada uno a su casa/ -acurrucarse-. Las palabras cuando se escapan son guerreros agotados en el campo de batalla/ llenos de heridas. Son almas desfallecidas que flotan tomando aire ganando altura hasta perderse por encima -lejos del telón/ de la escena...- Desde ese momento cualquier nexo con la realidad se hace intangible -invisible a los ojos de la carne-. Les gusta jugar con su tono a lomos del escondite... ¡Y no me preguntes más sobre el tema! Lo dicho... dicho está. ¿Acaso el agua del río recuerda las orillas/ o su nacimiento al llegar a la presa o cuando alcanza el mar...? Nada puede significar al mismo tiempo... lo de antes, lo de ahora, lo de después. Son tan variables/volubles intransigentes/ -indomables los momentos para ellas- como las razones que se les dan a los "porqués". Y no me preguntes más... de verdad que lo siento. ¡Lo dicho, dicho está! ¡Jo, qué acojone...!
repito tus finales son tremendos, inesperados, y acojonantes,me gustan enhorabuena
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