Dejemos la soledad a solas, xxx en un rincón de la habitación sin que le parezca un castigo ¡sola! para que se lo piense bien... Azotar las nalgas desnudas de la melancolía con una vara de mimbre bien tierno/flexible hasta hacerla llorar.
Mes: abril 2018
Lo tierno a lo tierno, lo duro a lo duro…
Lo tierno a lo tierno, lo duro a lo duro... xx? ¿Qué come? ¿Dónde mina la oruga o barrena el gusano? ¿En qué se transforman después de una ingesta severa/ breve letargo? ¿Qué hace, en qué pasa/dedica el tiempo la hormiga con sus mandíbulas/tenazas... Además de ir triturando convirtiéndolo todo en pulpa como alimento para sus diminutas y voraces larvas? Dime... ¿De qué se alimenta el sueño? ¿En qué se convierte después de cada despertar? ¿Y por dónde anda la vida mientras tanto...? Los sueños, la imaginación son las mariposas del paraíso perdido... Distraídos/entretenidos, interpretamos todo tan mal... [función/defunción/fundición... definición] Porque nos olvidamos de la verdadera realidad lo concreto, lo vital. Nadie necesita salirse del guion cuando se siente así atraído por el cebo de la infelicidad, por el soborno/ bochorno de las desgracias y las consecuencias de su dolor... Desde su aparición, las ideas son manipuladas se prostituyen a conciencia a conveniencia del mal... sometidas al mejor postor/proxeneta. Anhelo, deseos, odio, rencor... -a partir de entonces- irán siempre cogidos de la mano. Hay más tinieblas en un razonamiento al uso que en cualquier derribo de/para una nueva construcción. Nuestro destino se compone de estar siempre insatisfechos disconformes con lo que nos pasa, –sea lo que sea- y después viene todo lo demás... Salvo alguna gota desmenuzada de felicidad concentrada laig como apartado/apeadero para inhalar/respirar un poco/ algo de tranquilidad. La insatisfacción es una carga hueca, ingrata... torpedo bajo nuestra línea de flotación. Aunque con el tiempo nos vamos habituando a ella como el rehén a su captor. No nos queda otra salida que inventarnos todo aquello que no sabemos confundidos/estropeados/perdidos... Mientras el monstruo hambriento llama a la puerta porque huele a duda, a carne fresca... Avispa que pespuntea/penetra con su dardo nuestro corazón marcándole el paso/ritmo de su latido/un patrón... Dejemos todo esto de lado/de una vez... y disfrutemos. ¡Alcemos nuestra copa y rompamos el cristal...! Pongamos una liga en el muslo de la desobediencia y de las obligaciones por cada verdad/ilusión que se nos resiste. Que no ha podido ser/ni verá la luz jamás. [Ipsa olera olla legit (“Cada cazuela recoge sus propias legumbres.”)] -¿Te acuerdas cuando Dios todavía era como nosotros...?
Entre la luna y su brillo
Entre la luna y su brillo xxx en el sudor del cuerpo de la noche se queda muchas veces atrapado -como atravesado por la incesante soledad del silencio más espeso- la mano del sueño... Que intenta abrirse un camino hacia el cielo.
Sobrepasada
Sobrepasada la tierra media x+ cuando ya empezaba a recoger algunos frutos de su cosecha... Una vez más se soltaba las manos del columpio y pedía que le empujasen -más fuerte/más alto-. Mientras el sueño apoyado en la barra del bar -a altas horas de la madrugada- todavía tomaba su última copa antes de despertar.
Corredores de la muerte
Corredores de la muerte de mis lamentos... x+. siempre cotizando al alza. Me gusta porque me despeñan al vacío que se llena después -en su vuelo- de una sabia esperanza/ Fruto nacido del apareamiento de la nada con un destino casi siempre incierto... y sombrío. Escucha... -queja- En la yema de un rayo entre la punta extrema de su látigo, -ese que nunca sabes hacia donde irá a caer- y su estruendoso zumbido/cajón desastre cascado, mojado, tocando a rebato... Allí te espero cuando mires al cielo por última vez.
Sobre un mes de julio
Sobre un mes de julio me paré a pensar xx+
cerca del cementerio.
-Que una mojigata señal afuera no es suficiente
para devolverme entre lo prestado...-
¿Y qué diferencia había entre ellos y yo?
Así empezó todo,
y el vago de esta desazón/disertación.
Como una conspiración/respiración profunda
y triunfadora
antes contenida, agobiado por el fluido
-con las alas replegadas sueltas-
al fin, alzando el vuelo
berreando/barrenando el círculo/-diana de la memoria-.
Con la boca abierta de par en par
-llorando mudo sin dientes- como un bebé viejo
medio ahogado, “pasao”, manchado de sangre
feo/-feto nadando al fin a sus anchas-.
Y te miramos Señor,
y nos vimos en la cara del que también nos miró
en la pantalla/-escáner latido de su tacto-.
Veníamos sin saberlo, como tú, de la otra parte...
Porque yacemos en algún lugar antes que en este, lo sé.
Lo he sabido siempre, es fácil,
-lo tengo bien claro-.
Sobre su lecho/suelo,
los nervios de su matriz desalojada
-raíz de lo real- nos persigue ya huérfanos
desde el comienzo del inicio al parirnos
-precipitándonos al vacío mundo...-
Abrazados a su hedor/gusto esperamos exultantes
en la cómoda victoria del conquistado.
-Convencido me veas, o no, partir
como antes de lo que fuimos...-
Y nos saludamos/sacudimos del recuerdo que nos idolatró
en otros tiempos menos flácido/moderado.
-Solos tú y yo, cara a cara otra vez...-.
Somos una carta perdida, -devuelta a su dueño el tramposo-.
Todo se reduce a una conjetura/atadura de cordón
del zapato que nos aprieta.
-Conciencia-.
¡No más!
Nada, absolutamente nada tendrá nunca el sentido
que tan azarosa/celosamente tú y yo le damos
ni queremos...
Ni con todo el cariño del mundo
porque todo tiene su trampa
culpa.
-La que alguien ha puesto ahí en exclusiva
para nosotros-.
Y volviendo al cementerio:
somos de la sepultura su relleno, -el pájaro cantor-
la tela de araña en la comisura de los labios/
cornisa de la estatua de piedra esperándonos.
Somos la paciencia/penitencia del tiempo
mientras nos descomponemos,
-su polvo remolido una y otra vez-.
El atardecer de una molécula/melancólica y armoniosa
ilusión hecha carne, hambre de hombre ciego
y de su resurrección crepúsculo...
La oración y el rezo silencioso del que nos mira ya muertos
como en él, el que nos sucederá...
Somos un susurro en el aire/brisa, adiós y dolor.
-Mucho dolor...-
y del bueno del que pudimos escapar/aguantar
en el horrible e indiferente placer
del que todo lo abarca y acaba.
Esa es la paz del guerrero en el saco de ascos/piel
examen de su desdicha/concebido y locura.
Alcanzamos la calma...
al fin nuestro cuerpo huele en serio
-de verdad- a peste de podrido
con el rostro
rastrillo/máscara
que ha venido arrastrando tras de sí la muerte…
Hay una adivinanza a título póstumo y personal...
¿Qué animal de la tierra tiene conciencia/
consecuencias de que existe
y sin embargo
deja que se apague/pierda su luz/estrella?
¡Pues hala/ ya está!
Mañana más...
Fin.
Soñaré que una ola
Soñaré que una ola acaricia x+ el rostro de mi sepulcro cuando yo esté dentro/a oscuras, en silencio -del todo callado- ...medio muerto. Intentaré sentir su efecto conciliador con todo lo que he sido. Como un saludo al adiós... -a ese tiempo que pasamos juntos-. Pero... ¿Hay algo que el mar no vomite? Vomita su voz contrayendo el estómago. Devuelve el aire que le empuja haciéndolo añicos contra las rocas. Empalaga/hostigado al polvo reposándolo con su vaho pegajoso. Desplaza desde lo vulgar a lo más exquisito en sus continuas corrientes. ¿Me aguantará a mí? ¿Me podrá soportar?...
¿A qué olerán
¿A qué olerán las flores x+ que pongan sobre la caja de madera/nave en el interior de mi sepultura... A qué olerán las coronas/búcaros que dejen después sobre la rectangular losa de mármol/ granito. ...Sobre esa herida hecha en la tierra brecha abierta/ zanja interminable que hoy intento cicatrizar. ¿Cuánta penitencia hay que hacer/-debemos sufrir- para merecer el cielo. Cuántos pecados hemos dejado/se quedan atrás varados... -sin salvación ni arrepentimiento-. Cuántas muertes son necesarias para redimirnos de una puñetera vez¿?
Conclusiones, paradojas… nada importa ya.
Conclusiones, paradojas... nada importa ya. xx? La golondrina del ártico ha perdido su rumbo ya no baja a visitarme. Crédito, gasto... ¿Tanto derroche para qué? La juventud perdida, la vista cansada la necedad/“nauseas” de hacerte mayor ...no ligan bien. Nuestra breve e insignificante existencia está llena de calamitosos desarreglos/desasosiegos/ desaguisados ...de espejos frente a espejos de nadas frente a nada. ¿Cómo averiguar qué hacer cuando todo está inundado de señales tan erróneas? ¿Alguno de mis fallos/engaños fue absolutamente justo necesario...? Busco de una prórroga un tiempo extra, una pausa o algo así... para borrar el disco duro, los escritos de la pizarra. Todavía chirría/corretean por mi mente el silbo de la tiza patinando o los interminables regateos del “mouse” sobre la alfombrilla ...y esa caída/tropezón en los "guas" del teclado. Charcos donde las yemas de los dedos aporrean eligen las letras... clavándose en mis sienes como se marca a una res. Necesito pensar.../!?
No sabes a qué lado
No sabes a qué lado de la campana xx le toca golpear... Ese badajo ahogado, enrarecido gritando.../-hablándole al cielo- para que vuelvas una vez más al templo que te dio un nombre/ a los santos que te velaron y te vieron crecer. A la tierra en la que conviviste /a los olores que compartías -en los que navegaste-. ...A los días, horas, años que pasasteis juntos. Pero ya has perdido la cuenta del volteo en ese silencio hueco/ -terriblemente vacío- entre zarpazo y zarpazo... Se han borrado de pronto las huellas del camino, los dictados de la memoria... -los apuntes/anotaciones de tu mente-. Los escritos que tomabas ayer hoy están en blanco, no quieren que los perturbes/ que les molestes. Están haciendo contigo/de ti... borrón y cuenta nueva. Tu queja/adiós... ya no le importa a nadie. Estás solo, ciego, -en medio/ mitad de la plaza- esperando que te lleven /que te saquen a hombros, alguien que cobra por hacer eso...