No hay un sólo pie que conquiste el mundo xxx
ni camino que no sepa dónde está...
No anda el hombre
es el cielo/la tierra los que le obedecen y retroceden
asustados ante él/ -los pasos del infectado-.
Nada me separa más de lo que busco
que no saber lo que quiero después de verlo y contemplarlo
sin que lo pueda evitar, -el vaivén...-
Tanta piel haciéndose almíbar en los labios sin un beso
sin poder apreciar el verdadero sabor de su boca.
-No te valen...-
Turbiedad compartida
y más abajo lodos/nodo del largometraje.
-¡A mí no me culpes...!
Llegué a acostumbrarme y ahora te busco
para cuando todo decline/mengüe/se acabe...
-¡ya sabes para qué!-
-Me admira que puedas aguantar ni un minuto más
con esta tu charla/soliloquio absurdo al abstracto...
Si la piedra fuera barco.
Si la profundidad de lo bello ser.
La hoja aljibe/
la boca rama.
El pájaro fruto...
Y crecer libre/erguido como el elegido
-y entrar para no volver-.
Ser el polvo, hilván de la mirada hecha barro/fósil
vasija/restos/color
de lo que una vez amé y te llamé...
Y el exacto extracto de las cosas prohibidas sorprendiéndonos.
Y el claro del bosque, el aire fresco, su calima...
y luego no poder seguir
porque nada nos esperaba -solos-.
Y que te diga que se ha vuelto... ¡Es que no lo entiendo?!
Sin previo aviso, a mendigar
en el hambriento perfil del ridículo pasajero evitándome/
olvidándome...
Como botín de lo lamentable me declaro lagartija de pasillo
huésped que persigue
a la mosca de la luz con su nuevo elixir...
-me huelo en él-.
Ven, acompáñame;
de habernos encontrado antes seríamos hoy mejores/
y buenos amigos...
¿Y el texto...? -Me pregunto
¿Qué ha sido del texto?
De aquello que pensaba decirte y escribirte
-sino explanada de aterrizajes/reclamo mudo-.
Ya no los mimas ni miras como en otro tiempo,
ni los lees...
Su resplandor, el ácido de las gotas de la cueva/
saliva de la tierra de un cuerpo que los asusta.
Lo entiendo, sí...
pero creía que no te ibas a hartar -nunca jamás-.
¿Y qué podemos hacer...?
Cuando/ como fascinado -siempre huyendo-
perdemos la licencia del ser.
Y nos convertimos en menos que nada, ¡nadie!
ni siquiera su fantasma/
remolinos de arena en el desierto
-sombras de su condena...-
¿Qué se puede hacer?
De haber sido algo... quizá un tipo cualquiera/
duro o frágil.
O que nos hubiéramos encontrado en otro mundo,
de otro modo, en otro momento
en un ambiente más dulce, -lugar de hogar...-
También eso me gustó/ y nos costó-.
¿Acaso todavía seguiríamos juntos?
No sé a qué se debe todo esto que nos pasa
pero.../ por algo será.
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Maravilloso, sin más palabras.
Saludos
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Muchas gracias…/osorniobeatriz, por pasarte por mi blog…
Saludos…!
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Te sigo para estar al día 😉
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ME GUSTA SEGUIR ESTOS PASOS
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Muchas gracias…/pippo
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