Prisa de insecto x es el estrés que padecemos. Nos empuja... nos atrae al quicio del abismo. Atrapados en su vértigo goloso nos tiemblan las piernas. Hasta nos agachamos puestos de rodillas con las manos en la cabeza esperando esa picadura que hierve la sangre... Espina directa al corazón. Avispa nerviosa defendiendo un territorio hecho de celdas de papel cartuchos llenos de larvas -pipas de cine de verano- para el abejorro abusador.