Hojas plateadas

Hojas plateadas de colores         x
no cayendo/deambulando...
Nadando en el coso del estanque
entre el acantilado de cristal
que aglutina/contiene su medio
cerca de la puerta de la entrada
junto al arco del pasillo.

Tirado en el sillón
es cuando más me gusta verlos
lo miras y él lo sabe...
Se pone impaciente de un lado a otro
en su jardín subacuático artificial,
esperando que lo atiendas.

Te mira fijo mandándote besitos,
mensajes envueltos en papel de plata...
Correo que se vacía
expandiendo su aliento/silencioso mensaje.

Lo hace muy tierno/mimoso
desde su torre de Babel transparente,
lloviznando gotitas de plomo
ensoñiscado, pero al revés
para que no te molesten.

Entonces, por un momento
te das cuenta de que sabes menos
que él de los dos.

Lo tierno a lo tierno, lo duro a lo duro…

Lo tierno a lo tierno, lo duro a lo duro...      xx?  
¿Qué come?
¿Dónde mina la oruga o barrena el gusano?
¿En qué se transforman después de una ingesta severa/
breve letargo?
¿Qué hace, en qué pasa/dedica el tiempo la hormiga
con sus mandíbulas/tenazas... Además de ir triturando
convirtiéndolo todo en pulpa
como alimento para sus diminutas y voraces larvas?

Dime...
¿De qué se alimenta el sueño?
¿En qué se convierte después de cada despertar?
¿Y por dónde anda la vida mientras tanto...?

Los sueños, la imaginación
son las mariposas del paraíso perdido...
Distraídos/entretenidos, interpretamos todo tan mal...
[función/defunción/fundición... definición]
Porque nos olvidamos de la verdadera realidad
lo concreto, lo vital.

Nadie necesita salirse del guion cuando se siente así
atraído por el cebo de la infelicidad, por el soborno/
bochorno de las desgracias
y las consecuencias de su  dolor...

Desde su aparición, las ideas son manipuladas
se prostituyen a conciencia a conveniencia del mal...
sometidas al mejor postor/proxeneta.
Anhelo, deseos, odio, rencor... -a partir de entonces-
irán siempre cogidos de la mano.

Hay más tinieblas en un razonamiento al uso
que en cualquier derribo de/para una nueva construcción.
Nuestro destino se compone de estar siempre insatisfechos
disconformes con lo que nos pasa, –sea lo que sea-
y después viene todo lo demás...
Salvo alguna gota desmenuzada de felicidad concentrada laig
como apartado/apeadero para inhalar/respirar un poco/
algo de tranquilidad.

La insatisfacción es una carga hueca, ingrata... torpedo
bajo nuestra línea de flotación.
Aunque con el tiempo nos vamos habituando a ella
como el rehén a su captor.

No nos queda otra salida que inventarnos todo aquello
que no sabemos confundidos/estropeados/perdidos...
Mientras el monstruo hambriento llama a la puerta
porque huele a duda, a carne fresca...
Avispa que pespuntea/penetra con su dardo nuestro corazón
marcándole el paso/ritmo de su latido/un patrón...

Dejemos todo esto de lado/de una vez...  
y disfrutemos.
¡Alcemos nuestra copa y rompamos el cristal...!
Pongamos una liga en el muslo de la desobediencia
y de las obligaciones
por cada verdad/ilusión que se nos resiste.
Que no ha podido ser/ni verá la luz
jamás.
 [Ipsa olera olla legit 
(“Cada cazuela recoge sus propias legumbres.”)]

-¿Te acuerdas cuando Dios todavía era como nosotros...?