Se estremece...              xx    
               ha recogido sus alas.
El odio helado del invierno está aquí, su grito/
rostro agónico que se pliega hacia el interior...
-satélites de un sol ya fuera de órbita-

Cada día se me revuelve mejor el estómago/
                   me vuelvo más patán/
-el viejo anunciado...- 
oliendo a príncipe de los gusanos.
Con mi ropa de muerto preparada en el armario
asfixiadas ya la totalidad de las polillas/
pesadillas del cuarto de las ratas
....ratos que pasamos juntos -él y yo-
con nuestras vidas jugando al escalextric.

Cada uno leemos para nuestros adentros... 
-en esta tórrida siesta- 
cuando nos acordamos del océano de los ojos/ 
sus mareas/... -todo aquello que alguna vez amamos- 
Y hablamos solos, nos escuchamos solos 
nos estamos volviendo locos.../ solos.

Todos nos cruzamos en el camino 
con la otra mitad de nuestro enigma... 
                                       -origen- 
Somos cosa única/bolsa de secretos y excrementos/ 
el primero de la fila al darnos la vuelta.
-Siempre hay una salida, no te preocupes... -Me digo
aunque no sea nada revelador...- volver¿?

La mañana se levanta/la luna se enturbia 
y desaparece en el azul. 
El amanecer con sus manos abiertas nos empuja/cobija
y crece como si nos invitara a continuar o/ a enviudar... 
de la enfermedad de ser humano. 

No hay solución, no hay espacio... sólo abismo/
silencio roto/hondo/hostil y bestial... 
despiadado ogro de la laguna/
lengua arrancada de cuajo con las últimas palabras
de su boca de la promesa.
Y todo ese dolor llorando a la vez 
por el ojo de buey de la nave espacial
para hacer el mar todavía más sólido/ y salado
antes de llegar a tocar/-hacer fondo-.

La casa del horror permanecerá abierta 
                  por unos días más...
Todo cuanto ves delante del espejo no te cabe dentro
ni te das por vencido, si acaso preso
en pos de la comedida/-consabida rendición...-
La blandura/blanca circunferencia y sus aristas
ya limadas intuyen algo también
desde la colina del cielo inmóvil brillante
                  pupila de ciego/luna negra...
piel de sapo/bajando a cada instante 
para llevarte a lo oscuro.

Lo que existe está en nuestros ojos,
               cada uno lo sabe... 
-como de las mentiras que no echamos fuera
cuando las dijimos-
Ahora su presencia es frontera/un obstáculo.
Somos forasteros/espantapájaros en mitad del sembrado...
Nuestra confusión la trajo la palabra
que no se llevó su herencia entre las ofrendas
de la sibila 
para que la suerte nos fuera vencida
                      y no revelada...

Nuestro calor/color y el eco del miedo 
lleno de sus patrañas/-tela de araña que nos lía y lía-
son sus patas largas de uñas bien afiladas...
Pestañas arrancadas en lenta agonía
 -fragancia de tortura- 
junto al latido de la cuchara contra el cristal 
cuenco/vaso vacío de su corazón 
                culminarán este/ el último acto. 


La Tierra y los planetas no obedecen
      a la estrategia de esta gravedad del ser.
Un ser que no tiene otra salida que morir...
Temblamos, nuestras piernas tiemblan
                       al acercarnos al precipicio...
Sólo nos conocemos por una referencia errónea/inútil, 
-Dios-.

Ahora mi cuerpo en su presencia y comportamiento... 
            se siente débil/tonto e inútil
sin que me sirva ya de mucho a estas alturas 
el saber o no saber;
-como corona/soporte de calavera/ y poco más...

Los aminoácidos son una leyenda urbana.
-Ya, pero no era eso...