Un exabrupto enloquecedor

Un exabrupto enloquecedor       x+
engalana el parque desierto...
centenares de aves eclipsan al sol
en su peregrinar revuelo;
hasta se despierta tu voz
navegando en las horas de silencio.

Tus manos acarician el mar/
el sueño se hace concreto.

Este jardín tiene alas
de embriagado resuello...
ese de recogerte el alma
enhebrando raticos de asueto,
ese de morir despacio
hundido en pantanos inciertos,
ese de resbalar en el musgo
que, de peñasco en peñasco,
teje tu precipitado deseo.





Turbia quisiera mi nada…

Turbia quisiera mi nada...         x+
que para mostrar su sabia venganza
quiere servir a mil vasallos
escoltados por senderos de acacias.

Turbia quisiera mis ganas
y manchar de gris su añoranza
en el perpetuo socorro...
de las horas que se escapan.

Crudo encierro
negro de astas.
Templo de dioses/
enjambre de hadas.
Pastel sin cocer,
...colina de malvas.

Sólo una cosa te falta
y es no volver a peregrinar
por los caminos que andabas...

P.D.
Hacer/ o no hacer...
-todo nos lleva a lo mismo-
Una aventura/desventura más del ser.

Somos actitud/acto puro y duro.
-Ser es hacer-
Y es imposible no repetirnos...
siempre se vuelve al hogar
de lo que ya conocemos.

El tirón del animal que somos
sólo se detiene ante el peligro...
Y una vez allí, 
se bate en duelo con la muerte
en el salto de las agujas/manecillas
del reloj/de un instante a otro.

Somos un suicida que se reproduce 
a sí mismo en potencia...
Nos jugamos la vida a cada momento
porque no nos importa quien gane ahora;
en el fondo/al final sabemos... -sí o sí- 
                       que vamos a perder.

-La vida tiene el mismo sentido/futuro 
que un cacahuete
en la jaula/planeta de los simios.
Somos el King Kong y la chica rubia a la vez...
junto al tánden -Dios/demonio- pilotando los avioncitos.
¡Já!