Sólo vivo bien xx?
cuando me remonto aguas/río arriba...
cuando la selva se cierra sobre mí.
Cuando la luz cazada por las sombras
tiñen de negro la ciudad del acogedor e idílico
aislamiento.
Cuando la mano de Dios se queda a una orilla del cielo
llamándote para que cruces y vuelvas.
Pero te das cuenta de que te has vuelto lento...
muy lento.
-¡Corre, cámbiate de sitio!
Antes de que te pillen los ángeles furtivos del demonio...
¡Ven conmigo! -me grita.
No, no puedo andar... ve tú con los otros,
ellos te necesitan más que yo.
Me tiene paralizado el dolor/coronel del miedo.
¡Ojalá pudiera...!
Noto sus abrazos/brazos como cuadrigas de Ben-Hur
tirando de los míos hasta descuartizarme.
A veces es bueno salir a la calle, lo sé...
y dar una vuelta
y mirar el vecindario.
La colada tendida, las bragas de la señora
del piso de arriba,
la lavadora que echa chispas, los gritos del televisor
/los propios del lugar...
Esos pequeños detalles que delatan la existencia
...vida más allá de las paredes.
-No, no hace falta que me lo digas...
ya te has tomado el cubata/¿eres un borracho del hogar, no?
No te preocupes, a todos nos da por algo...
Nulla certa manet (“Nada permanece cierto.”)
Bueno, siempre nos quedará París,
-lo que hemos sido...-
-¿A qué viene eso ahora?
Es que no has visto Casablanca¿?
-Y Blancanieves y con los siete enanitos/-porno-.