Nunca desee

Nunca desee que fueras mía       xx
ni suya
acaso de nadie...
para poder seguir adorando tu imagen
en ese templo tan bien custodiado.

Lo supe desde que te vi
con el primer reposo de la mañana
en el primer descanso de la partida
que he de perder.
Desde la capota de un crisantemo
que nunca abrirá.
Desde el borde de una lágrima descuidada.
Desde el pistilo del alma en flor.
Desde unas fauces astilladas salivando...

Sentado en el lecho de muerte
te saco burla
con la misma lengua que te dio la palabra
con la que nos quitó el silencio.

Y no me digas basta, porque nada de todo esto
está ocurriendo/ha sucedido...
¡Jamás!

Triturando estrellas

Triturando estrellas    xx
con el molinillo que me regalaste.
Señalando con el dedo corazón
un dibujo imaginario...
Como el soplido en la cara
de un bebé para cortarle el hipo,
se borró tu imagen de mi memoria.

Con las virutas de grafito
liadas en la goma
en un ataque de locura
la he vuelto a recomponer
y sigue pareciéndose a ti.

¡Qué pena de recuerdo...!
Ahora ha perdido totalmente
la razón entre tanta tachadura.

Sombras/sobras que me crecen
que me alargan
de una oscuridad insaciable
inútil...
Pues no soy yo
lo que ella necesita.