Que siempre haya alguien

Que siempre haya alguien más listo.../    xx-    
                            audaz que tú.  
Incluso que haga que te entiendas y conozcas mejor 
cuando lo lees...
Sólo es una coincidencia, un extravío de la casualidad/
-canto de ave/duendes invisibles...-
Claustrofóbica alucinación que te proporcionas 
en digna mímesis/teletransportación
                convertido en Capitán Memo;
                            -para más inri-.

Tu auténtico demonio.../ángel verificador
espera a las puertas del cielo... 
con la única copia de la llave maestra 
             con la que puedes entrar.
¡Eres único, -idiota-!

Nadie/ni nada... -por más que lo parezca-
debería, ni nos debe hacer sentir                  
                como lo que ni ellos saben que son
-es una aproximación al catón del parvulitos
que nunca nos dejamos atrás...-
Ellos largaron y punto/ahora te toca a ti.

A la postre... la eterna complejidad de los elementos,
y sus fisuras en el cosmos
no debe darnos pie a aceptarnos hijos adoptivos/
putativos de nadie
-credo ideológico/influencer, religión, poetas...-.

Todos ellos, perros/-guerreros- en el magisterio 
de la santa cloaca/incombustible don de la palabra...
imagen que alguien ha procurado preservar 
                     hasta nosotros. 
Y por consiguiente... 
rechazaron/aniquilaron a otras.                  
Por lo que todo tiene de turbio.../injusto, -arbitrario-.

Desde Homero que pudieron ser más de mil,
            hasta el Eclesiastés que lo fue...
Pessoa que se amargó a sí mismo con su soledad/
-al Ovidio complaciente-.
Shakespeare plagiando a sus coetáneos 
y no sabemos si era una mujer¿? -Amelia Bassano-.
                       o Cervantes a una mano.
O el Papa Francisco, todo rellenito... 
que les sigue repartiendo hostias/su bendición
y generando santos, beatos, etc.
-todo sea por la causa...-.
Igual que otras multinacionales del interés propio.

Algunos entre el saque y los bosques de bambú
a los perdidos... -malditos del absenta-.
Pérfidos de la soledad/sociedad alcoholizada, 
colonizada por una filosofía pura radical...
                         de dogmas/status quo
Suciedad actual confesional de entes/antes y del ahora
vomitiva,  
en la que todos nos vemos dispuestos 
a seguirles; al menos de mente
hasta la muerte global de nuestro espíritu
                                  así secuestrado...   

Pues no, no hay nada nuevo bajo el sol/ o sí...?
-Como esto...- todo está dicho y además
en múltiples ocasiones, 
en todas las direcciones de las lenguas 
                                     y a todo color.
Sólo queda vivir la vida... la que llevamos entre manos/
que nos pertenece.
Eres un sueño/su dueño, no te dejes embaucar/
embadurnar con los Santos Oleos 
             antes de haber muerto/ y de verdad
-no dejas de ser tú hasta que no te concibas como ente-.

Nadie nos va a salvar...
ni aquí/ ni en cualquier otro mundo.
Esto/eso es todo... 
cara de conejo/ojo derecho de Elmer Gruñón.
Ya has visto como acaban sus preferidos/...   
                              -llenos de perdigones-

Y no sé... pero es que/ si sigo... no acabaría nunca...
¡Es tanto lo que no me encaja y desajusta/disgusta!
O la copa de vino que no tomo/
Tal vez sea el recipiente o la serpiente...
                                      ¿Quién sabe?

Y si no fue ella la que nos creó y/mordió 
como mascota que somos del Señor -a su imagen y semejanza-
                         ...pues qué no lo entiendo¿?!
O tal vez sea la nada preparándonos para el sacrificio.
¡A todo esto...!
¿La nada tienes alas/ o es mi Ángel de la guarda?

-Más bien eso último.../ o lo primero, 
¡Dios... cómo me lías! 


Sonríe la boca/

Sonríe la boca con gesto tosco,           xx+
tesón rígido, como impuesto...
en el dilatado almuerzo de gusanos
con las musas de Ulises por el Egeo.

Miran los ojos fijos, duros,
desguazando el silencio,
en la maraña de huellas atrasadas,
que te pillan adelantándote perplejo.

Tu cuerpo anda estremecido,
“rizao” con resentimiento
como la espiral del sarmiento.

Tanta norma te provoca,
tantas babas te ahogan,
tanto adiós te despide,
tanto hola te apelmaza.
¿Qué buscas? 
¿Eres cierto...?
¿O solo un espectro?

Yo soy el que busco
la verdad que no encuentro,
“deslumbrao” en el reflejo
que me da por cierto.

Acaso me noto y confío...
¿Soy algo
o un ajeno extravío?

Si lo fuera,
porque lo soy,
si no...
me da igual
esto que siento
es sólo mío.

P.D.
Es un error
no poner frente al paredón
continuamente las ideas;
-ellas deben morir o vivir
según nos convenga...-

Porque las cosas
son simples copias de la nada,
y la nada es la totalidad de las cosas.

No existe algo determinado
a lo que merezca la pena
atribuirle el calificativo de existencia,
ni tan siquiera, el mero hecho de suponerlo...