Llegamos a este mundo

Llegamos a este mundo sin saberlo...              xx   
sin permiso y a la fuerza 
-a dónde hemos ido a parar, nos decimos inconscientes-  
          y nos acercamos hasta tocarnos cubo/culo
                          timón de sus evangelios...

-¡Qué poco importa todo de ti! El cosmos ni se inmuta/
ningún pestañeo...
-pero si eso te satisface-
                pues bien... sigue así/

Nadie se inventa lo que no existe.
Y ser ente huido del diablo por el laberinto de la ausencia...
su prometido dolor de cabeza.../ingrávido
en tu captura.
Y escapar por un tiempo... -eso es lo que estamos haciendo-

Era bacanal en el bancal de la historia...
un ácido clorhídrico del aura/ y del Espíritu Santo 
en tu salvación empeñado
donde sólo crece el silencia en la soledad de la nada.
Ni se descorre/acurruca el día de su telón
ni la gloria de la desgracia perdida.../
como el barro que amasó Dios
                            donde germinó la costilla.
Has vuelto a la tierra, al agua... a sus manos.

El mundo es demasiado pequeño para ti,
como el calzado de un niño que se ha hecho mayor...
             con un nudo insalvable en los cordones
        apretado de años atrás/sin suerte.

Me hierven los pies... -Lo has notado, me digo
cuando me acerco hasta la redención de sus palabras
de lo cansado que vengo, y sin llegar nunca,
           igual que en el despertar de un sueño...
en el que no te puedes mover y te duelen 
todos los miembros 
a los que les mandas cualquier impulso.
Igual que si estuvieras muerto, o igual de despierto.
¿Quién lo puede saber...?

El caso es que, otra vez no sabes donde estás...
Y suena el teléfono y no lo puedes coger.
Y gritan en la tele y no la puedes apagar
no puedes abrir los ojos ni darle a ningún botón.
Y te llaman al otro lado del túnel
             y te niegas a ir porque no ves la luz.
             Y te quedas quieto hasta que todo pasa
y no pasa nada...

Eso es... hay que quedarse quieto/en paz
y lo que sea que venga... que pase.
Sólo es un momento.
¡Verás como el tiempo todo lo arregla!
Y si no... pues lo borra de tu memoria con la edad
como el polvo del ala de las mariposas 
por el dedo del incauto.
Confía en él, igual que nos mata 
    nos salva/aunque ya no podamos volver a volar.

-¿Nosotros somos el sentido del tiempo?
¡Bueno...! Ahí creo que te equivocas.



Te quiero…

Te quiero...          xx
y poseído por tus encantos
me embarco, navego y naufrago.
Y todo eso en tres veces que te miro.

Me aparto, me voy,
vuelvo y te encuentro.
Y otra vez, agazapado, te acecho.
Cierro los ojos y embriagado de ti
me atormento...

Te susurro en el silencio de mi soledad
cosas atrevidas, hasta despertar...
Y cuando te tengo,
eres sólo una sombra por realizar.
Cal y canto de mi ansiedad.





¡Oh despertar…/

¡Oh despertar.../ mirad la mano!         xxx   
    No es la fuerza la que os suplica 
                     -es vuestro corazón-.
¿Se sabe al final 
qué gato le puso el cascabel al ratón?

¡Venga! Dijo...    
-me gustas igual que yo a ti-   
                        ¿De verdad...?
Y se quedaron del color de sus mentiras.


P.D.
Nos movemos por impulsos/
-el instinto.../su reverso  y sus secuaces.
Siempre esperando la respuesta lógica
a nuestras absurdas preguntas;
-algo que nunca sucede-
¡cómo es lógico/

Al final nos conformamos/adictos 
con nuestros propios engaños/ -piadosos
y necesarios-
para aplacar al destino...
-el sentido de las cosas-

La razón/ 
-así echada- como dado tirado al azar
y el placer que supone/ -no saber-
(no tiene precio...)

Somos el fruto prohibido de la verdad.
El perro que lame los dedos 
a los pies de su creador...