Nave subceleste…

Nave subceleste...         xx
zumbido de rezos.
Nido de crisálida,
cascabel de terciopelo.
Maderas de pino,
con púas de acero.

Eres un capullo...
esmaltado de marrón 
o en negro
con el crucifijo de oro
clavado a tu pecho.

Hoy tu brillo se yergue
altivo en el entierro.
Eres la estrella...
único guía del cortejo.

Pero pronto capuzarás
en el mar de los muertos
cociéndote en el suelo...
ese amigo que ayer
te dio su alimento.





Se aprietan

Se aprietan las carnes             x?
entre las costuras de tus tejanos
atrapando a su siervo alado
entre dos palmeras zarandeado.

Estrechan sus morros,
comprimen su palmo...
donde viaja el deseo catapultado
hacia las salinas del caos.

Notas en cada contoneo
ese fogón, señor del trueno.
Olimpo de dioses/
Monte de Venus.

Se funden los muslos
al ancho del formidable culo...
Mientras que su blusa de lana
simula los entresijos que imaginabas...
Trepando en ardores que te clavan
en el crucifijo de su campana.

Y así se engancha 
la piel de las ganas
en la cremallera que desgranas...
acercándote a la fragua
que jugosa te empalma,
reventando el botón de metal
y le metes mano hasta las entrañas.