La carcasa/

La carcasa/cáscara de la Tierra nos oye     xx-  
                                  y se detiene...
Tómatelo a bien, con calma... -nos decimos-.

¿Cómo puede uno tropezar en su propio cuarto/
                                con su mismo pie?
Nos tienen cercados, 
nos han apabullado/amurallado con sus credos.
Esto no es justo,        no hay límites...?           
-Y todo en el mismo desván del polvorín-.

Siento el embargo de mis huesos y del alma de cera/
-arena en lugar de carne- casi todo ya 
en el cono de abajo/lágrimas de cristal del tiempo...
No sé si por castigo/ 
                      ni por qué sigo vivo.

El descanso eterno debe ser menos aburrido y más dulce
que todo esto...
-pero es que hay días que me siento tan simple...-.
Como un feto acurrucado en la bolsa de su escroto/
                de cada uno de mis ridículos/testículos
maniatado a las argollas oxidadas de cada estancia 
gineceo/huevo del que no quiero 
ni me digno a salir...

-No eres tú el único crucificado... ¡qué lo sepas...!
La vida nos captura con su sed en su red/tela de araña, 
                                   -sólo queda esperar-
                        la venida de nuestro Salvador...
¡Otra vez/¿?
-No, Ese no.../ tu otro yo;
que lo has pillado como el perro del Tío Alegrías.


 

Hola cariño…

Hola cariño...         x+
encanto de día,
cobijo gris azul
   /amante tardía.

Cariño de querer,
desear para poder
/vencer para ganar,
...vivir para volar.

Tu imagen,
rica piel...
se engancha en la mía
entre acto y escena
como las conchas en la arena.

Hablaba del día,
del tiempo,
de una mujer
¡¿Y yo qué sé...?!

Estoy "volao"
como los rezos en el Sagrario,
como el prepucio de un borracho,
como la espuma de la fe.

Cuanto rollo "pa ná".
No sé ni lo que escribo...
y el relevo se ha dormido
   en la garita del ayer. 

Qué angustia de día feliz...
Sólo los idiotas
se dan siempre por satisfechos.