Yo, soy un animal xx encerrado en un cuerpo de funcionario de carrera, -pero sin ninguna meta...-. Soy un escaparate de bastones, de mis santos cojones/ perro goloso en este calabozo. Me va Marco Aurelio, Kipling, Led Zeppelin, T. Rex, Esopo, Fellini, Lou Red, Mallarmé y la Grifils Buñuel, Pessoa, David Bowie, Pavese Dustin Hoffman, Jim Carrey, American Beauty El Guiñol, Paul Klee, El Gran Wyoming El Sabina, Manu Chao, David Hockney Albert Pla, Gaudí, Condo, Groucho Marx y Kubrik. Me gustan las migas, el chocolate puro, los higos, la sémola, el pan y el vino... El fresco, la noche, la lluvia, los amigos, la filosofía, el cine, la pintura, la música y los libros. Los dibujos animados, los besos, el cariño. Me gusto al saber que “pá” rico no he nacido. -Bueno, no lo sé...- Esto lo digo por decirlo, parece que suena bien tal vez porque nada habría sido igual. Quiero a mi familia, es la sangre que me lleva y me guía. Mis huertos son de naranjos/ las pinturas acrílicos la respuesta a las preguntas de tanto escrito en baldío... Son la aspirina para esta calentura que me mata por haber nacido. Ya sé que todo esto suena a cascabel, pero es que ese es mi ruido!
Etiqueta: apuntes
Ayer me diste un bendito beso
Ayer me diste un bendito beso x+ en el corazón... Caballo de Troya que no acepto. Me gustó como llegaste, -incluso mientras te acercabas...- Como un tierno lazo envolviendo tu regalo sin nada aparente en su interior. Lo corté harto de estiramientos con la yema de la ilusión provocándome una herida hemofílica/ intratable. ¿Cómo puedes ser tan lista de repente cuando ayer estabas al final de la clase tomando los apuntes sobre las campañas de Julio Cesar en la Galia? Al final no sé si te acuerdas... -si tomaste buena nota- de que Bruto se lo carga.
Como si de un asesino
Como si de un asesino en serie se tratara x acecho a mis potenciales pacientes victimas inocentes/insensibles... ajenas a mi maquinación detrítica animal. Para disuadirlas entre el espacio existente entre ambos desde su tranquila confianza a mi apresurada y devoradora desordenada alteración analítica. Emboscado en la presumible normalidad de una apariencia apacible, -de unas palabras o mirada casi huidiza- atrapo a mis presas como el depredador del espacio aún no descubierto en ninguna película de ciencia ficción... Me las llevo a la boca apretujadas/ espachurras entre las garras para degustarlas con fiereza para conocer mejor a que saben. Intento tomar apuntes con el lápiz, descubrir algo nuevo que anotar que apuntale este cadalso podrido que no aguanta -de ninguna de las maneras- otra ejecución más.