Lo tierno a lo tierno, lo duro a lo duro…

Lo tierno a lo tierno, lo duro a lo duro...      xx?  
¿Qué come?
¿Dónde mina la oruga o barrena el gusano?
¿En qué se transforman después de una ingesta severa/
breve letargo?
¿Qué hace, en qué pasa/dedica el tiempo la hormiga
con sus mandíbulas/tenazas... Además de ir triturando
convirtiéndolo todo en pulpa
como alimento para sus diminutas y voraces larvas?

Dime...
¿De qué se alimenta el sueño?
¿En qué se convierte después de cada despertar?
¿Y por dónde anda la vida mientras tanto...?

Los sueños, la imaginación
son las mariposas del paraíso perdido...
Distraídos/entretenidos, interpretamos todo tan mal...
[función/defunción/fundición... definición]
Porque nos olvidamos de la verdadera realidad
lo concreto, lo vital.

Nadie necesita salirse del guion cuando se siente así
atraído por el cebo de la infelicidad, por el soborno/
bochorno de las desgracias
y las consecuencias de su  dolor...

Desde su aparición, las ideas son manipuladas
se prostituyen a conciencia a conveniencia del mal...
sometidas al mejor postor/proxeneta.
Anhelo, deseos, odio, rencor... -a partir de entonces-
irán siempre cogidos de la mano.

Hay más tinieblas en un razonamiento al uso
que en cualquier derribo de/para una nueva construcción.
Nuestro destino se compone de estar siempre insatisfechos
disconformes con lo que nos pasa, –sea lo que sea-
y después viene todo lo demás...
Salvo alguna gota desmenuzada de felicidad concentrada laig
como apartado/apeadero para inhalar/respirar un poco/
algo de tranquilidad.

La insatisfacción es una carga hueca, ingrata... torpedo
bajo nuestra línea de flotación.
Aunque con el tiempo nos vamos habituando a ella
como el rehén a su captor.

No nos queda otra salida que inventarnos todo aquello
que no sabemos confundidos/estropeados/perdidos...
Mientras el monstruo hambriento llama a la puerta
porque huele a duda, a carne fresca...
Avispa que pespuntea/penetra con su dardo nuestro corazón
marcándole el paso/ritmo de su latido/un patrón...

Dejemos todo esto de lado/de una vez...  
y disfrutemos.
¡Alcemos nuestra copa y rompamos el cristal...!
Pongamos una liga en el muslo de la desobediencia
y de las obligaciones
por cada verdad/ilusión que se nos resiste.
Que no ha podido ser/ni verá la luz
jamás.
 [Ipsa olera olla legit 
(“Cada cazuela recoge sus propias legumbres.”)]

-¿Te acuerdas cuando Dios todavía era como nosotros...?

Conclusiones, paradojas… nada importa ya.

Conclusiones, paradojas... nada importa ya.      xx?
La golondrina del ártico ha perdido su rumbo
ya no baja a visitarme.

Crédito, gasto... ¿Tanto derroche para qué?
La juventud perdida, la vista cansada
la necedad/“nauseas” de hacerte mayor
...no ligan bien.

Nuestra breve e insignificante existencia 
está llena de calamitosos desarreglos/desasosiegos/
desaguisados
...de espejos frente a espejos
de nadas frente a nada.

¿Cómo averiguar qué hacer cuando todo está inundado
de señales tan erróneas?
¿Alguno de mis fallos/engaños fue absolutamente justo
necesario...?

Busco de una prórroga
un tiempo extra, una pausa o algo así...
para borrar el disco duro, los escritos de la pizarra.
Todavía chirría/corretean por mi mente
el silbo de la tiza patinando
o los interminables regateos del “mouse” sobre 
la alfombrilla
...y esa caída/tropezón en los "guas" del teclado.
Charcos donde las yemas de los dedos aporrean
eligen las letras...
clavándose en mis sienes como se marca a una res.

Necesito pensar.../!?

No podía haber empezado mejor…

No podía haber empezado mejor...       xx+  
sin que se resquebrajara/descompusiera
en cuarenta y dos pedazos...   -que los conté-.
Una descarga de cosquillas había sacudido
su vientre/cintura.
Mí mano no la quité de allí...

Sus caderas, muslos, sexo... de cera líquida
aún no cobraban la forma
de lo que estaba pasando por nuestra cabeza...
La sed de su veneno ardía en mi prolongación hiniesta
dispuesto a atravesar su orbe escarlata
de la ira embravecida por las ganas del gozo/pozo
todavía no resuelto de su calentura.
Y continué... cosa que te contaré más adelante.

Las medallas me las fui confeccionando yo solito
con las servilletas/clínex sobrantes.
Las dibujé/recorté de todas las formas/
maneras posibles e inimaginables...
Recordando aquél momento inmenso, soberbio
tan dulce, eficaz/edificante...
Mientras ella prendía un cigarro 
de boquilla marrón con motitas blancas.

Yo la miraba, la veía serena/relajada
todavía caliente, sudorosa, pero en calma.
Como el mar después de la tempestad
con la playa llena de señales de la contienda.  
Sometida al vicio/desahogo del descanso...            
con el sabor/olor de la nicotina/tabaco.
Las paredes estaban igual que al principio
cerrándonos/acogiendo nuestra intimidad rota.
Como a dos críos tras las travesuras/fechoría.
Y seguí sumándome medallas a cual más mona...
y ella no paraba de fumar.

Me gustaba encantado ese aroma
fluyendo entre los demás... alicatado
a tabaco rubio americano
digerido por mi tigresa/dragón favorito.
Y lo busqué de entre sus labios/boca
con un beso fratricida/cautivo
que me devolvía el tono/empalme.               
Y deje de hacer el payaso con tanto papel            
y pasé al ataque de segundas.
¿Otra mano/ronda/partida… imaginé...?
Ella no dijo nada,  sólo sonrió.

-¡Y las ganas tuyas.../calandria! 
¡Todavía crees en los reyes magos...? 

Quiero dejarte una nota

Quiero dejarte una nota en el muro/pared      xx?
de la rambla.
Quiero escribirte un mensaje
un grafitti para cuando decidas volver...

Sólo pretendo deslindarte/desliarte
de la madeja/maraña,  del susto que sufrí y no te di.
Porque desde entonces mantengo una erección continuada
con el pasado de lo ocurrido...

Con toda seguridad que ibas completamente desinhibida 
flotando bajo los efectos de alguna sustancia alucinógena
angelical...
¿¡Verdad que si!?
Esa mancha Rorschach que todo lo diluye, disuelve, hipnotiza
ignorándolo después...
Sello postal/petate a la espalda de un dios/espíritu travieso
faltón, indivisible, embaucador, enigmático y embustero…
Brasa en la bragueta/alma del tiempo que nos incinera
que nos quema a cada instante...
-Después de visto lo visto
de esperar lo inesperado de lo imposible
o de quitarnos lo dado de lo que llevamos puesto.
Amén.

Quiero que sientas un pelín
desde la anodina anónima distancia...
la huella del lobo/colmillo de algodón negro/ogro del deseo
en la que me sumiste con aquel acto/acción...
Para convertirme en fantasma/fans admirador, 
administrador del latigazo en la carne/
del otro/de alguien…/   tuya.
Lejos/cerca ya sin ningún género de dudas...  
atraído hacia la buena intención libido soez superlativa
supervisora de querer más...
-Te cuento corazón-

Bajé a la playa casi de noche, el parpado del horizonte
descansaba sobre la línea azul.
Rayas blancas, bordados de su esperma/espuma 
mordisqueaban/besaban, lamían la arena.
A contra luz tu silueta desnuda avanzaba
adentrándose en la tabla/masa nerviosa del mar.
No dejaste que se despertara el día.
Te bañabas entre gritos y el jolgorio...
coqueteando con tus amigos de fuera que te aguantaban
esperando con la toalla.

Saliste en apenas unos segundos/minuto.
Apresurada/sin tardar       -temblando me imagino...-
te tapaste/liabas secándote entre los abrazos
apretujones/caricias de alguno.
Para alejarte y reposar después de todo...
contemplando el teatro 
desde la mullida almohada del alba.

Como una india agachada te cruzaste de piernas
sentándote en el suelo arado, sobre un caballón 
hecho/removido por el tractor de cada madrugada.
Surcos paralelos, renglones de un cuaderno de música
donde estaba tu nota encantada sonando/flotando
en la bonanza/nacimiento       
           alumbramiento del nuevo día.

Continué con mi paseo absorto
intentaba inventar/darte forma...
Falto de la luz natural que te hiciera visible
que nos hiciera tangibles/viables...

Sin muchos remilgos te pusiste de pie
junto al poste donde se ata la red de voleibol.
Con la pausa digna de no tener ninguna prisa
te iba disfrutando, divisando entre las escaramuzas...
Allí estabas plena, entera... cerca de mí
por donde yo estaba a punto de pasar.
De reojo, a contrapié... se iba haciendo realidad
esa transparencia vedada/velada
más viva que la verdad, más muerta que la mentira.

Así alcancé a distinguir las nuevas secuencias del amanecer
con cada movimiento tuyo…
En cada trazada de lo discutido/deducible/irracional y directo.
Mientras te ponías las bragas, la camiseta
o ese vestido largo de hippie o algo así...       (¿!).
[¡¿Qué sé yo...?!]

Y como corriste junto a los demás que se habían separado
alejado hasta lo alto de la horadada acompañada
del ruido atronador de las tablas
hincadas/medio sueltas conforme las ibas pisando...
O del chorro de los grifos contra el cemento 
que se lo tragaba.
Y ese palo vertical protector del terraplén...
zarandeado por los culos apoyados desde arriba 
en el aparcamiento.
Los patines estaban al completo, encadenados en hilera
con las marcas de los visitantes/navegantes nocturnos...
Las farolas rubias todavía encendidas... pero sin sombra.
Todo ello/esto para volver loco al guarda del chiringuito
y cuerdo a un servidor...

Sin más,
en un abrir y cerrar de ojos...
ya te habías marchado/ido/desaparecido.

Ahora, cada mañana...
cuando voy bajando por la escalera
-peldaños de piedra/bajorrelieve en el acantilado-.
Me recreo y miro hacia ese lugar siempre vacío.
Pero no me importa… 
desde entonces/aquella vez
la oscuridad tiene para mí un nuevo sentido
equilibrio...
Otra manera de empezar, de abrirle las puertas a la luz/
los ojos al día.
Dilatando al máximo mis pupilas,
siempre en busca de algo...
que tal vez se parezca a ti/  
seas tú.