Yo puedo engañarte xx+ con la mirada silenciosa de un perro hambriento en el gozo de ver a su amo traerle el alimento. Yo puedo volar sobre alacenas de sexo, para estrellarme después en el estuche de tu cuerpo. Yo puedo navegar en lágrimas de metacrilato, alquilando sabores en el ámbar de tus labios. Yo puedo quitarme el traje de Ícaro para ver desde el mar de tus ojos el nacer de cada acto. Yo puedo sentir como la norma devora al animal que en franquicia fustigado se desboca. Yo puedo disfrazar al difunto que llevamos dentro, y sentarlo en una silla para que se atenga a las reglas del juego. Y todo eso sin más. Tan sólo... porque yo lo quiero.
Categoría: Teñido el velo azul
Juegan los pétalos
Juegan los pétalos de tu voz xx con el aire más bravo hasta ahogarse en el remanso de esta esquina del plácido verano... Corretean sus hordas al sol sobre alfombras de lunas de amianto, dejando brotar su carátula bruja entre manantiales de perlas y nenúfares dorados. Y cuando serenos se apagan... el puñal de su silencio horada como el azor las colinas del cielo. ...Ese de querer oír lo que nunca dijeron. P.D. Por más que nos esforcemos las cuentas nunca nos salen... La noche traviesa... nos invita -una y otra vez- a que pasemos a soñar con ella. La muy cabrona/sinvergonzona nos tiende la trampa en la que caemos... y al final parece como si hubiera pasado algo, y sólo ha sido un sueño. Los días pasan y los cuentos se amontonan hasta que no hayamos tomado el suficiente veneno... Ser, morir, dormir o soñar... todos son el mismo verbo/ Verso de la carne que se desperdicia aglutinada en un alma cuyo corazón incendia.
Quiebran las olas del estío
Quiebran las olas del estío x? tu cuerpo en las rocas informes del más fiero suspiro... clavando sus espolones de fulgurante espuma, hasta iluminar con sus partículas las atalayas de mi penumbra. Haciendo del mar un espejo nocturno al unísono infortunio de sentirte sólo en cada golpe de latido.
Cuando te sujeto en el papel
Cuando te sujeto en el papel x+ a la espera de darme por contento... sacuden sus polvos los harapientos tachando con su nublada faz hasta el último de mis alicatados engendros. Fundiendo la tinta en el blanco paño se ciega cada cuadrícula con lodo de espanto para secarse al calor del sol esos tus ojos gratos, tan firmes... que, con solo un vistazo, se lanzan a llenar mi vacío en su ígneo regazo.
Firmes cadenas sujetan
Firmes cadenas sujetan x? mis agitadas añoranzas. Mástiles de soga y vela clavan tu piel en mi alma y nacen, engendrados entre tormentas endiabladas, nuevos valores... que trasfiguran el horizonte en plácidas cañadas. Sólo con el roce de tu aliento en un beso de luna al alba.
Teñido el velo azul
Teñido el velo azul 1º xx de gris ceniza a negro, con frescos aires de gotas caídas está el cielo. Húmeda la calma en tener ilusiones acompañando al tiempo, llueve la pena, con caricias, agua que moja el cuerpo. Ahogando la duda de esta mañana, con la tierna visión, la cálida esperanza de recostarme junto a tu voz en la más plácida almohada.