A veces oigo ruidos

A veces oigo ruidos al girar la cabeza/...         xx+
como arenillas cayendo, chasquidos de resbalones
cremalleras/pisadas por charcos llenos de limo/cienos...
-pero no veo a nadie-.

Tengo un ruido metálico en el entramado/
                                    interior de la oreja
tirando según se sube.../ hacia el infierno de mi cráneo
que se retuerce/silba sin parar,
no encontrando sintonía.
¿Te acuerdas de Pink Floy/Bienvenido a la máquina?
Pues igual/así... 
y junto a él un moscardón que me atormenta con su vuelo
como un martillo/martirio, mazo/marro de herrero/ 
cascado... -roto-.

Y el mareo que no cesa -te muevas o no-
al girar la cabeza o darme la vuelta...
El ataque de vértigo que te despierta sin avisar
-en cualquier momento...- 
y te echas/tira al suelo
como a un ladrón que haya detenido la policía.
O el dolor del Trigémino.../mortal de necesidad
...como flechas, lanza/bisturí hurgando
burlándose en/de tus sesos hacinados 
          haciéndolos picadillo -tipo/Hannibal Lecter-.

Las jaquecas continuadas que eso me produce /provocan 
como si estuvieras borracho a todas horas/
                                           todo el día...
El dolor de huevos, la tensión/los puñales en la columna,
    los puñetazos en el riñón, los pinchazos en el pecho...
como si te estuvieran cosiendo/zurciendo por dentro
en carne viva.../ y sus latidos... uno a uno 
                                en mi oído izquierdo.
Sus cambios de ritmo, sus saltos/amontonamientos...

La noche, el miedo a la noche... 
                        sin poder conciliar el sueño
sentado en el sofá esperando a que pasen los minutos/
las horas.../ -que hagan su efecto las pastillas-.
El pánico/terror al nuevo día; la gente, la luz
los ruidos, los olores.../ sus caras
la destreza de sus sombras.
Y el puto cabrón del inspector haciéndose el “longuis”...
no da.../no hay presupuesto para más pensionistas
-y que me dejen en paz... 
con tanta revisión-/

En el dolor veo la cara de cada especialista... 
-a los ojos de mi orgullo mancillado- 
abusando de sus conocimientos para poner en tela de juicio 
                                          lo que me pasa...
Y me acuerdo de ellos...
bien sabe Dios que los recuerdo.../ a todos...
a cada uno/ -desde el primer día que empezó este rollo-
                        de la enfermedad en cadena.
Y lo hago constar aquí/así... aunque algunos de ellos
sean maravillosos/eficaces/acertados.../
-sólo cumplen con su deber.../ lo sé-
Astutos en su campo de trabajo, acción/escisión
inquisición/
buenos profesionales en general...
Porque... /mirándolo desde el punto de vista positivo...
me están ayudando a cargar con el nuevo cuerpo/
que he engendrado/heredado 
por mis descuidados desmanes: azúcar convertida en grasa 
saturando todas mis arterias.
-sobre todo eso...-
Yo no lo sabía/ puedo decirlo bien alto...
para que me escuches y lo tengas/lleves tú tb en cuenta
-si te apetece.../o quieres-

Fumé/bebí... hice/cometí grandes errores-exageraciones/
atrocidades contra mi organismo...
sin tener en cuenta que tarde o temprano las pagaría.
Los excesos/la avaricia por comer-engullir como un pavo/cerdo
...o cuando me daba por hacer ejercicio/por-para adelgazar
-sin siesta-dieta equilibrada ni porras...-
El chocolate, el queso, el jamón/su tocino rojo al pimentón/
los frutos secos... -a mansalva- /las bebidas gaseosas,
los dulces de repostería industrial, los caseros...
Ahora las estoy pagando todas juntas/
y todavía no he llegado a los sesenta.

¿Qué vida es esta que me queda/ ¿a qué esperas... Señor?
¿Quién es este con el que –se supone- 
voy a concluir el viaje...?
¿Alguien me lo presenta/puedes decir?
Porque yo no lo conozco... ¡y lo tengo justo al lado!
delante/ en el asiento de atrás del copiloto.

P.D.
La vida termina tratándote como la tratas...
-o algo así-/
-¡Pues te jodes... por animal! Es condición humana.


* Publicada anteriormente 24/03/2019

13 comentarios sobre “A veces oigo ruidos

  1. Hay un verso del gran poeta peruano César Vallejo que dice: «Hay golpes en la vida tan fuerte….Yo no sé». Bueno Lucio, ten en cuenta que después de esos años en la turbulencia, nadie te va a quitar lo bailado. Un disfrute total tu poema. Muy original. Saludos.

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  2. Sé que no es consuelo pensar que hay otras personas que sufren igual o más que tú, pero sí es de tener en cuenta que tú y solo tú decides qué haces con el sufrimiento. Porque el dolor va a estar ahí pero el sentimiento de culpa y frustración que trasmites es elegible. Por experiencia sé que, detrás de cada dolor hay una enseñanza, que con cada problema viene un aprendizaje. Busca qué te pide la vida que hagas y suerte en la travesía. Un abrazo sentido Lucio.

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