La neblina/

La neblina/bruma a ras del agua       xx?                         
despegada... desplegándose 
con los primeros rayos de sol entre las cañas 
       -y de la punta de sus hojas goteando la noche-.
       /Jopos llenos de perlas brillantes
           que se derriten, que se deshacen...
en el helor/olor inigualable de la humedad del soto.

El río/la pared de su cauce, el talud a sus orillas...
Los hierbajos nuevos arrastradas sus semillas 
por el lodo anegado de las tierras altas/ 
ya afincadas en el quijero
con ese frescor a nevera/frigorífico recién abierto 
desperezando tus carnes/nervios que navegan
en el envoltorio de tu cuerpo/
con involuntario temblor...
Mientras corretean los animalillos/popochas/
pollas de agua/erizos/ratas y culebras...
-al son de tus ojos en barbecho-.

Todo es para ti: relente/escarcha/matas mojadas
                      camino húmedo, -bichos-
sendas de caracoles plateadas, 
restos de pelufas en la boca/camino/
los agujeros de las hormigas...
Los graznidos-cantos de las aves/pájaros negros
-activos desde la madrugada- -merlas-
que planean atravesando la nueva luz... 

Y sin embargo el día empieza así, 
tal/casi como terminó.
Y luego ya ves... todo pasa de nuevo
-como por viejo...- y las nuevas tareas que se repiten
para el resto del mundo/y del mismo modo.

-¿Y tú... -a todo esto...- qué haces?
             ¿a qué te didicas? 
¿Vives o te dejas vivir?


* Publicado anteriormente 09/03/2019




6 comentarios sobre “La neblina/

  1. Me Dedique a quererte
    Como solo se hacerlo
    Con toda el corazón
    Y con todas mis fuerzas

    Y el hacerlo me daba vida

    Me dediqué a estar
    Serca de Ti
    Justo enfrente
    Para ser más precisos
    Donde tus ojos y los míos
    Pudieran hablarse

    Y el hacerlo me daba vida

    Y tu que hiciste
    Te dedicaste a perderme
    A poner distancia
    De por medio

    Pero hasta dónde
    No te alcanzaba la vista
    Tu corazón
    Decía mi nombre
    Lo escuchaba

    Y no entendía
    Lo que querías decirme
    Y seguía con la mejor
    Escribiendo momentos felices
    En mi Libro de historia

    Viviendo porque existías

    te escuchaba te sentía y
    Corría a buscarte
    como una niña
    Iba A los brazos
    De quien Dios usaba
    Como instrumento
    para darme vida

    Hasta que entendí
    Que era todo parte de mi
    Cada quien da
    de lo que tiene

    Que Nadie puede dar
    Lo que no tiene
    Y si poco o mucho
    Recibí de ti
    Ya no importaba

    Y abraze todo ese amor
    Que te ofrecía
    Y me sentí agradecida

    Pues dichoso es el que da
    Pues es dando Que recibes
    vives
    el reino de los cielos

    Abrazo…++
    Sonya M.

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