Me dispuse paciente y repetí... xx?
¿Pido ficha/carta... pero no,
alguien saca más alto que yo... -la tiene más larga-.
La suerte heredera del azar licua las expectativas
derramándose como lava/larva de gusano dentro de la boca
del pez que soy/ prisionero en su medio-miedo,
agua en sazón y anzuelo...
burbujas de la razón en un tazón de saque.
Entonces te vas desclavando del madero,
sin bajarte total-mente
te sientas en el reclinatorio de tu cruz a rezar
por los que te rezan... -por los que oran y oran-
con los ojos cerrados obedientes/sometidos...
mientras sienten los latigazos del orco hambriento
-legionario del Pilatos de un imperio-
que intenta desprender su piel en finas tiras/
Aperitivos para satisfacer al mundo de la economía
finanzas de prisas/presas de esta sociedad de suicidas...
para devolverle la moneda al Cesar
con la que levantaste la hipoteca de un hogar/
-el ser-.
Y te mueres otra vez... y otra vez resucitas...
-clon que envejece al ritmo del sonido
del cocodrilo de Peter Pan-.
Pero no te das cuenta/ni nadie que te diga nada
porque nadie sabe nada y te repites/
te desclavas y te mueres de nuevo
y te rezan...
y así hasta el final de la eternidad.
¡Somos lo que somos... -despojos de otro para el otro-
que quiere comernos/conocerte imposible vivo
porque le gustó el sabor de tu mano.
Hasta convertirnos en un manojo de huesos secos/
vaso vacío-cráneo sin seso
donde dar de beber/alimentar a la tropa.
El mundo se comporta/es frente a ti como ceniza al viento.
Naciste para perder... -me digo
No, nunca he ganado nada, -le contesto
¿Y eso no es lo mismo...? -me dice
¡No si lo entiendes/ ...y terminé la conversación.
Somos de nuestro estreñido entendimiento
la razón de su por qué...?
La savia de lo correcto que le corroe-recorre su sangre/
-la misma que le alimenta y mata-.
Sólo somos lo que comprendemos... -al tuntún-
el resto es escoria/ aserrín del árbol de la vida
que muere por nosotros al convertirse en fuego/
papel y sombra para su creador...
Nunca saldremos del sitio en el que estamos metidos
porque nunca vamos a saber... -dónde vamos
ni de dónde venimos-
En el origen del destino está la respuesta.
¿Alguien me lo puede explicar...?
* Publicado anteriormente 21/03/2019
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Para el buen viajero, y lo se por experiencia, lo importante no es el destino; es el trayecto. Al final de un viaje; hablas más de las experiencias por el camino que del sitio de llegada. Olvídate del destino, no existe. planifícate un buen trayecto, lo demás es accesorio.
Me gustaLe gusta a 2 personas
¡Gracias…/ Alois, tomo buena nota…
Un cordial saludo!!
Me gustaMe gusta