Tras de mi muerte

Tras de mi muerte cautivo...         xx.                   
                soy preso y carcelero;
              sin ningún interés particular/
ejecutándome de continuo
por mi propio juicio -convicto y resuelto-.

De modo que... sin hacer lo que debo,
   doy rienda suelta en el cauce de los despropósitos
a esos escritos que me colapsan/ y contemplan.
Escritos al rojo vivo, 
incendiarios
llenos del hechizo/-glamour desde mi interior- 
preferidos o pérfidos... 
ya sereno.

Restriego mi genio/genitales por el lodo
   en señal de la fe que me proceso/
              ...y por la necesidad de aliviar el picor   
/dolor que me produce en el culo
la introducción a la filosofía de la vida.

La naturaleza como ente global
         al que hay que alimentar y darle teta/              
 mantener e incrementar infinidad de necesidades 
                         -como a un crío chico-
sin ningún tipo de obviedad/salvedad/
voluntariedad... 
que desde hace tiempo me rodea y paraliza
incomprensiblemente abyecto chupando de mi sangre.

Amor y odio se dan cruzando sus brazos
la cicuta en brindis. 
El sentido de vivir es la lucha... -Me digo
Si no fuera por el hombre -el yo que los interfiere- 
seguro que serían buenos amigos
     como faceta de una vaga posibilidad...

No sé lo que duraré, ni el por qué de todo esto
    ha sido así.../ ni me arrepiento
en el caso sublime/
hipotético de que se pudiera remediar.

El rastro/rostro de lo que persigo
                               permanece enmascarado
     y nunca alcanzaré a contemplarlo
tal como debió de ser en su nacimiento
desnudo, puro...
sin ninguna sustancia contaminante/alucinógena/
-Musgos y salitre
del envejecimiento del cosmos de la humanidad
                        se aparean mientras duermo
    por lo que me siento completa-mente confundido-.

Pero en su búsqueda
las cargas de profundidad/presión...
       las cagadas de cabrón, -que lo soy-
se van a quedar secas pasados los días/
como la flor aplastada del azafrán
de las hojas del libro/
y del espíritu.           

Las matas silvestres como los animales salvajes/
-otras personas las van a deshacer...- 
igual que la lluvia o el frío,
          incluso las pisadas de algún senderista
sin vocación ni ganas de hacer daño.

Toda esta palabrería va a quedar en nada...
excepto de refugio en mi cabaña/-su progenitor-
       junto al río, junto a mi cueva en la arena
y la cuerda colgando en los sauces llorones/chopos blancos 
de los primeros años/baño
   antes de que bajara el caudal de las fuerzas 
con la creciente corriente
-inconveniencia de la edad...-

Los miraré/leeré bien atento
  una noche de tantas, de esas que me gustan;
          y sabré que no lo he conseguido...
el reconstruir/recomponer ese puzle
que andaba por ahí suelto...
 -Mi vida-.

Pero entonces ya me va a dar igual/exactamente lo mismo
todo lo que les pase después...
Es mi batalla/mis soldaditos 
y lo dispongo así...
Como el azar/suerte me han enseñado
      en este maldito tablero/baile de máscaras/
                  -divino mundo del diablo-.

Y de esta manera/hasta que me canse... 
-pienso perecer-.
¡Chao!
Hasta siempre.
Mi amor/odio los hago tuyos también
y para variar... 
envueltos en una persiana de varetas mágicas de papel/
                         pergamino/pantalla del Internet. 
                                               Lo siento!

¡Si supieras, amigo...!
Todo lo que me cabe/llevo dentro y no atino a largar...
                    te olvidarías de mí, te lo juro,
    -te puedo resultar tóxico/pernicioso-/ huye de mí!.

El que advierte es un cobarde, ... que también
-como siempre hago-
Pero bueno, que me largo...  
¡Es lo que hay/
Bye.


* Publicado anteriormente 02/09/18


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