Dulce boca…

Dulce boca... de tus azúcares recuerdo                xx+?   
                lengua desatada/temblor en racimo.
Piel de una imagen incombustible 
gritando desde los adentros de mi silencio.
Punzada que tirita indómita y salvaje, 
cegada...
retumbando el campo de las tímidas amapolas.

Virola de/en esta olla a presión 
que pronto va a saltar por los aires
sabiendo/oliendo a todo lo que allí se cuece/
y avecina... 
-con el aullido de los escritos, 
                                   por ejemplo-

Deshojas ofrendas entretenido/rasgadas, absorto...    
siguiendo a esa muchacha 
-con algo más que la mirada-
                     y de su carne hacerla fiesta.
Aquejado en la tonta evocación/manías 
de cuanto nunca va a suceder 
-nada más que en tu cabeza-.

-Procura que eso no te justifique para siempre...
¡Pues ya me has dado el día/ -traidor-.


P.D.
Los sueños y deseos que nunca se hacen realidad
son los que más pesan en la memoria
de la conciencia.
El pasado regurgita al hoy tantas cosas...
como si no hubiera transcurrido el tiempo.
Y atrapados quedan ellos y nosotros
en el pateón/pantano/lodazal del olvido 
prescritos y no proscritos.

Somos catadores/decantadores del futuro, 
-muertos de hambre en nuestro presente...-
Al final la muerte nos lleva 
-con más deudas/penas que gloria-.
Sin saber tampoco del resto 
cómo habría sido...?  de haber durado 
-si acaso- un poco más/

Fíjate con una cuerda al mástil de tu vida
-salud y fuerza/coraje y honor-
ante las fieras tormentas... 
Sobrevive mientras puedas, y saborea 
el agua, la brisa/la luna
mirándote en su espejo pálido
como si ya hubiera acabado todo...
en un leve ensayo/ -del no existir-.

Porque largo tiempo pasarás bajo tierra
-sin redimirte-
rindiendo tu hombría a lo que nunca fue...
[El sueño incumplido no perece
  -ni siquiera más allá de esta vida-
Se hace eterno
por los siglos de los siglos.]

Otra P.D.
Escapa ahora que puedes
                  y vente conmigo... -amor-
             tengo el billete de ida sacado.
Brindemos en el vagón de cola por este viaje/
mientras el horizonte se cierra
en un punto...
y los hierros de nuestro corazón -juntos al fin-
pareciera que lo atravesaran/


* Publicado anteriormente 8/JUNIO/18



8 comentarios sobre “Dulce boca…

  1. Me he quedado con la sensación de quien observa una hoja en el árbol, una que dudas si coger y de repente cae y es arrastrada por el viento. Mientras, tú la miras y sigues preguntándote si deberías correr y tomarla en la mano, pero cuando decides que sí ya es demasiado tarde y no puedes más que atesorar el momento en la memoria.

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