Mi corazón late suelto/vuela xx?.
-sólo por ti...-
bajo la cortina/llovizna del arco iris
por el que se adentra en mi pecho hasta perderlo de vista
más allá del horizonte que conozco.
Pero las flores también caen abatidas
al poco de haber sido cortadas... y ya no tiene solución/
ni remedio.
Te acurrucas/ovillas escondido
lejos de encontrar el mismo refugio
del que se está muriendo...
La mano a medio cerrar bajo la barbilla,
apalancando tu rostro mientras sufre
-el dedo gordo doblado-
con todo el peso de la realidad/cabeza perdida...
Me gusta el campo pero no te veo en él,
aunque lo haya soñado...
Una alfombra de agujas secas se parten/quebradizas
se empequeñecen por las continuas pisadas de tu abandono.
Sendas de estaño restallan entre la sisca y la grama.
Tu vientre se hace burbuja de jabón de pico de pato
en cuanto me ves... -Me dijiste un día.
¡Y las ganas, desde entonces
de que fuera siempre así...!
Me mudo de iluminación/linterna, a led frío
para bañarme en el aceite tibio del candil de nuestro sueño.
Para ver en lo que se queda todo esto
sin mirar atrás...
Y me desplomo, me dejo llevar por la corriente
de lo azul
desde la cornisa de una nube/sombra en movimiento...
-del gozo que nunca tuvo huésped fijo
en el interior del corazón
así abatido por el dardo certero del novato-
Romperme/zafarnos del simulacro, -depravación-
empalizada tras la laguna/lengua de la serpiente
que nos separa embotada por las palabras
que queríamos oír el uno del otro
-silbos de la memoria
en mitad de una selva virgen
llena de dudas/lianas que nos estrangulaban-.
Jadeante se tambalea/tiembla el globo celeste
esfera de la carne, cuando te conquistó,
-y sin ningún miedo-
vadeada había cedido al empuje de la tropa...
Todo mi ejército al fin en tierra hostil
y me supe ganador...
-lo recuerdo muy bien-
Reina por un día, flor de una noche,
obrero o zángano por el resto.
La conjura de los dioses la condujo a tus aposentos...
colmena llena de miel/
Verte de ninguna preocupación tan abatida
y el descanso esperaba
para abrirle la puerta al fantasma de la verdad,
de lo que estaba sucediendo otra vez
-sólo en mi cabeza...-
Y me puse a pensar sin tener que hacerlo.
Ahora escribo sobre todo aquello, con un tizón
de su fuego/hoguera del infierno.
Señor, aleja de mí este cáliz del contagio...
enfermiza llama/queimada de la sangre del ayer
postrada en el altar de la redención
sacrificio desnudo de ninguna violencia atrapado.
Y te reanimas encima ajeno... como la esencia de un frasco/
fracaso que se arrodilla esclavo al cuerpo que lo atiende,
hasta perder el conocimiento por completo
de inanición
mientras leo en los ojos de lo lejos su futuro.
Cuanto callas, cuando te calmas/seduces sofisticada
a mi sueño de campeón
al que engañado/engordado, has dado tralla/vida.
Esa dulzura de tu cara que late en las yemas/punta
de la totalidad de cada uno
de mis dedos...
en cuanto te descubro y acaricio como un ciego
satisfecha de la obra que tengo pendiente por realizar.
¡Y todo es una farsa más!
Hasta que me despierto de un tirón, -porque esto
no puede seguir así...-
Tanto dormir con los ojos abiertos
y no descansar/retroceder ni despertar
muriendo amarga-mente cuando bebo del grifo de tu adiós.
Hay veces que el agua de la vida se cansa de correr/saltar
de tus altares/reliquias
y se tranquiliza/destellante, hasta fluir mansa
como si todo hubiera acabado.
Más quieta si cabe que la vez anterior
esperando/
demorada que la inventen de nuevo.
Cavemos/cerremos los ojos hasta encontrarnos.
Hay otro abismo paralelo, cerca del tuyo
en el mismo lodo del lecho del río...
y lo deseo.
Hay tantas cosas en la dualidad, alegría cercada
por el dolor que deberíamos sentir juntos...
al deshielo de la oscura soledad.
Te lo cuento mientras aguardo/genero un orgasmo
...una tarrina de potitos de recuerdos de resucitado,
agradables para el viaje que se avecina
en el umbral de mi test@-s-terona muerta.
Nos derrumbaremos al unísono... -cariño-
¡Ya lo verás!
Como cuando nos queríamos
y siempre terminaban nuestras películas/fechorías
con un corazón cerrando la pantalla.
¿Te acuerdas?
El león no, era un corazón con melena en llamas
y rugiendo...
-¡Cuánto rollo tienes, tío... "pa na"!
Lo que ya no existe,
-a veces- es como si nunca hubiera existido.
Lo sé.
Hazte a un lado... que siempre te montas encima/
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Precioso… me encanta!
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Gracias…/ Sonya
Un saludo!
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Qué bonito escribes!
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