Su quietud

Su quietud en fuga me asustaba             xx
               como presa agazapada me escondí 
detrás de la máquina traga-perras/
-penas del desierto-
llena de arena/añoranzas sin funcionar.
Y el glacial del olvido/diablo crujiendo al deshielo 
tiritando manso en la imagen de no estar allí.
-Martillo de Thor 
empotrándose en mis sesos-

Me alejé de su destierro desanimado 
ante el sacrificio azteca que se avecinaba... 
                            destripando mi corazón
                                 con vuelo raso,
sobre la cabalgadura de un disparo del conquistador.
             En su desaliñado/desencajado rostro
vi el destiempo pasar huérfano con la siguente bala 
hacia la recámara entre los dientes...

Ahora abandonado vegeto/       -delego en todo-
el yo de ambos en un plácido descanso... 
mientras navegamos 
como dos cisnes rosas por la laguna Estigia.
              Sí... más muerto que vivo 
 y sin haberle pagado todavía al barquero
que me tiene de orilla a orilla hasta que junte el dinero.

Ha sido un placer.../ ausente de tantos "quizás"¿?
Pero bueno, -al fin y al cabo un placer...-
         con ese misterio que te desarma y desloma.

-¿A ti qué te asusta más?
Llegar... llegar tarde, o no llegar nunca.
Niguna de las tres cosas... Ser, -sólo ser su esclavo-
         en cuerpo y alma/  donde el gusto nos lleve...


2 comentarios sobre “Su quietud

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