Por el calor

Por el calor de fuera               xx?
      sabré de tu presencia/sol.           
Por su silencio y quietud el pasaje/paraje que habitaré...

Cuando vague en mi cajón a las espaldas/
hombros de mi famila/amigos 
o del coche fúnebre
    y me detendré ante ti, -mi fosa- 
            donde tantas veces supe que vendría.
 A imaginarnos tal como éramos...
en lo que hoy al fin nos hemos convertido.
¡Piedad y perdón para el cambio que se aproxima...!

¿Dónde estaré ahora si ya me habré ido 
con todo su peso a otro lomo/espada/
puñal en la cintura
combatiendo mano a mano con mis ángeles custodios
     a todos los demonios que me esperan en el infierno, 
     predicho/profetizado/prefabricado 
en el más allá de los cuadros que han pintado 
para meternos el miedo en el cuerpo -que lo tengo-
           y que asustados obedezcamos al Santísimo?...

¡Oh tú, mi adiós del destino/Dios que todo lo sabe...! 
¿Ya lo has visto antes verdad?/
-desde tu atalaya-.

Y yo con mi cruz acostado/al costado del sueño 
que dormido duermo...
Esto que nunca termina, con su ligero desliz/
ronco susurro como el ruido del viento 
contra el bosque de cada mañana
que no ha de pasar más por mi garganta/quebrada/cañon
al interior de mi pecho, ya inutil, 
sin bomba/ni motor. 

Entre los apuntados a mi lista para el trágico final...
Qué mejor que empezar con el primer sospechoso/
                                 la enfermedad.

¿Me despertará acaso el dolor y no sabré si estoy soñando 
                             -o que puñetas sea...-? 
Como el primer cólico nefrítico
    donde me vi partido por la mitad 
entre los dientes de una motosierra.
O el primer infarto... 
donde me veía atropellado por un Mamut...
Pero entonces reaccioné, -y aquí estoy para contarlo...-

Pero ese dolor de la muerte y el después
            tampoco me podré preguntar ya sin respuesta
                            ni oido ni voz que funcione.
O sí...?

¿En qué se convertirán con el tiempo los huesos 
que hoy me soportan/mi cerebro, mis vasos sanguineos, 
mi corazón, 
mi querido corazón... ¡póbrecito?

¿En negro carbón como los árboles de piedra fosilizados 
                 para que nos descubran edificio/
y nos fundan para calefacción...?
O mejor bajo la superficie del mar en polvo o en crudo
y contemplar el cuerno de luna atravesando su manto/
            -mecido en las profundidades del azul...-
Azul, bendito azul para la sepultura ideal.
Pero no es el caso...

A mí me gusta tumbado. 
           ¡Con lo que llevo tanto tiempo ensayando...!
Espero terminar también donde siempre he vivido/y ahora 
a las afueras, 
en el cementerio de mi región/religión
        para no echar nada en falta ni de menos...

Entre el pueblo, la huerta, el soto/
Justo allí me quedaré... -Si Dios quiere¡?-
Con los míos que ya empezaron a desfilar 
        su viaje/-andadura secular particular...- 
de los que no he vuelto a saber nada.
Y eso también me mosquea un montón... 
                    ¿para qué tanto misterio/silencio...?
¿Es acaso la señal del precipicio en el que han caído/
vamos cayendo 
hasta posarnos en su fondo/lecho, carrusel de mentiras
de lo eterno irrreversible?

¡Espero...!
En el pozo/hoyo familiar/vertedero de sangre seca.../
de una herencia genética concluida, 
           -si no escarban y nos clonan después-,
¿Y entonces... sabremos que somos nosotros? 
¡Cuanto lío!

Sí, me enterrarán...
junto a tantos como puedo recordar que ya tengo en olvido
si no fuera por las fotos enmarcadas 
-a pie de cañón...-
Sobre la tumba/o en el mueble bar del salón/comedor/
cocina, dormitorio... 
-que por todos sitios parece que te acechan...-

Los saludaré desde lo alto cuando llegue
        algunos puestos en pie, que me seguirán
dándome la bienvenida...
-los menos lisiados o más allegados/conocidos-. 
Después ya sea en polvo/ceniza o a granel/orre 
o enteretico/que no, 
mejor en una bola de acero inoxidable
-para acomodarme mejor a la tierra- 
        como una canica en el barro del que salimos...

Allí te estaré esperando...
Y cuando nos volvamos a ver, nos abrazaremos largo 
y tendido tiempo
-como es la moda ahora-, 
Por eso de sentir los latidos del otro/la respiración/
el habla/los sentidos con las carnes fluidas/fofas
/fundiéndose como las nubes antes 
de desaparecer... 

Así que dejaré que pase lo que tenga que pasar...
Y yo esperaré, te esperaré
        todo el rato del mundo que tenga que esperar.

¡No!... No pasa nada, no me va a molestar 
que llegues a la una o a las tantas/o de tal 
                       o mengana forma/hora...
        o de esta o de aquella manera, -no me importará-
                                para nada... te lo juro!

Cuando toque/toca, y así...
Ya ves, como debe y tiene que ser
No quiero ni despedirme, os quiero tanto...
Me cuesta, en serio que me cuesta/ahora y después 
                                      -la definitiva-.

Estaría días y días/horas y horas despidiéndome
contando cosas... -sin parar-.
Stricto sensu (“En sentido estricto.”)
-Mira que si luego...

Ya lo sé/ no confío mucho que haya nada, 
sólo el vacío más absoluto
         y la oscuridad más negra, -y fin-.

Y cantaremos... 
Lástima que terminó el festival de hoy...
Y nuestro "yo" Porky, 
    detras de la ventana en el autobus de la WB dirá...
Eso es "to"... eso es "to", eso es todo amigos.
The End.



4 comentarios sobre “Por el calor

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