Escribo como un esquilador novato xx en la presión del despido libre dejando el cuero lleno de trasquilones. Es muy difícil ligar el veloz impulso de las ideas conforme hacen cabriolas con las imágenes mientras se van escurriendo sobre la tinta arrojada/alojada en el papel. Escribo y creo ir enterrando pequeños tesoros como un perro escuálido sin ganas, sin hambre. Cuando más tarde dé con alguno de estos mendrugos... Restos óseos mordisqueados de sabor a tierra en la que me crie, con la que crecí espero me sirvan de algún tipo de alimento.