Casi puedo leer

Casi puedo leer lo que escribí ayer       x
en el garabato seco de la pupila/
pulpa blanca.
Delicados cachivaches sin frenada ni control.
Ligeras sombras visibles sólo al trasluz
de una permeable/
permanente nueva infertilidad.

Líneas blancas a punto de llorar 
bordando el atrevimiento...
Gemas alrededor del cuello de su mentor
al que van a robar/estrangular.

Dura apenas un instante
su correntilleo por el papel/sesos...
Con la bola de acero deslamiendo/deslindando
reduciendo el azul de la masa encefálica vertical
templando la punta de un cilíndrico capuchón de nazaretano
sobre la pasta del cristal
en procesión de las palabras...

Que desde lo alto de la azotea
va dirigiendo él mismo/al mimo/la marioneta 
que avanza arrastrándose
ayudado/convencido de no sé qué interés
del titiritero...

La huella del escrito es imborrable/
independiente, ajena a los comediantes.
Su lectura es la sangre en la boca
de los ojos del vampiro...

Da igual lo que hayas visto o sentido
mientras andabas o le mordías 
porque nunca tendrá ni se acercará 
ni de coña
con lo que los motivó...
Lo que lees no significa nada
que no haya estado/o porque esté 
antes en tu cabeza.

Las palabras son las huellas del camino
y este se hace osco/pesado
si se transita en demasía...
Luego entre uno y otros 
se van borrando/eliminan.

Pase lo que pase/quien pase 
el camino sigue
y las huellas desaparecen 
contradiciéndonos...
No somos ni eso,
acaso un molde temporal en el barro/
vasija...
¿¡Quién lo puede saber!?


El esqueleto

El esqueleto de algún fulano/fauno      x
se ha quedado por fin seco.
Un maravilloso artista/artesano
de titiritero de marionetas
le intenta dar forma.
Lo está reconstruyendo/recomponiendo...

Le ha hecho unos agujeros
en la punta/base de las extremidades
pasando unos hilos anudados
para sujetarlo a su parrilla/atril.
Le pone algunas lañas
cuando así lo requieren
las zonas de cerámica/porcelana rota.
Incluso lo ha vestido
acorde con lo que cree/debió ser...

Ahora lo pasea por los parques
y jardines del infierno/cielo.
Representando con él
escenas de todo tipo
para entretener a los demonios
y angelitos niños
que aún no les ha salido
la cola, las alas
ni los cuernos...

-¡Joe!