De la vida y de la muerte xx- que aún me queda bebo hasta ahogarme -en la misma proporción...- Olvidada aquella tibieza de ojos de niño incrédulo intentando pillar el truco del mago en la plaza del pueblo. Me deslizo por el arrecife enfrascado con el poco/escaso aire que aún queda en la escafandra. Como un estibador exhausto/cansado -de pies plomizos- al final de la jornada... Empinándose la botella destilada del azar seguro de que no saldrá a flote. Las ideas se acercan como peces haciendo pompas donde viajan las desdichadas ilusiones de haber querido algo... Atrapadas en la red de encaje de bolillo -hecho con sus propios huesos- sabedoras de que nunca verán la luz. Patas/ tripas de gallo amputadas en el fondo de la pecera pudriéndose... Donde reposan junto al escualo retorcido que se camufla en la neblina de un poso revuelto. -Rebufo de unas cataratas seniles en la sed del alma difícil de aplacar...-.
