Dices que mis escritos tartamudean... x que carecen de fluidez invitando a la confusión. Que son imprecisos/intoxican los sentidos cambiando la orientación de lo simple o natural hacia lo turbio y complejo. Que lo convierte todo -como a otra religión- dándole la espalda al rezo común de sus oradores dejando sólo en el vuelo sus esperanzas de salvación. Sabes una cosa, sabes qué te digo...¡? Yo puedo ponerles algún tipo de cebo para que acudan las emociones más primitivas condensando en botes de hojalata una porción/noción de significados coherentes para colocarlos en esa alacena que todos alcancen o bajo la losa fornida de lo que a ti más te plazca/convenga... imposible de levantar. ¡Entonces, tú me dirás... en qué quedamos? ¡Cariño!