¿Cómo se las arreglarán los relojes xx+
para detener.../contener el tiempo?
¿Sabes qué?
¡Qué me da igual!
¿Qué más da la hora que sea?
No importa ayer/hoy, mañana;
ni siquiera son fechas.../ aquí/ahora/antes/después...
¿Qué más da? ¡No importa!
Nosotros, lo demás/la nada...
¿Qué supone eso para el inabarcable océano de las cosas?
Ese mar inmenso lleno de estrellas en expansión
donde el ojo de nácar de una caracola
-en su interminable espiral-
alberga nuestro ínfimo grano de arena/
en el paladar en la respiración del cosmos/Universo
que nos atrona/ensordece con su zumbido...
hasta que por fin nos esconde bajo tierra.
Si existe algo además de lo que vemos/
es porque lo creemos así.
Sólo eso.
¡Qué sepas... que el tiempo nunca muere,
-por muchos relojes que rompas-!
Esa sensación de matar el tiempo que tenemos
no es más que la de nuestra propia suerte/muerte.
El tic tac/latir de nuestro reloj vital...
-Tu corazón, el mío-/
¡pichón!
P.D.
Nos gusta pensar que tenemos algo que ver
con todo esto...
Pero no es así/el mundo ni sabe que existes...
-y tu parcela es menos que insignificante-.
Si la suerte te ha traído, la suerte te llevará
no juzgues/ni juegues con el azar
los dados ya estaban echados/
trucados al siete y rojo
y morirás en cada tirada...
ruleta de la vida que asustada espera la solución/
el resultado.
Sólo eres un foco/haz de luz que parpadea
-tintinea al ritmo de un motor-
que pronto se debe de apagar/
Desde que alguien le dio al interruptor para encenderte
también conectó el temporizador
para devolverte a lo que no eras antes de nacer.
Qué importa tu futuro si nunca lo tuviste
antes de venir aquí, -salvo esto-
y que además
ni existirá después de ti, -salvo esto-
Para qué preocuparse por nada...
Vive/déjate vivir,
si el mañana/lo pasado nunca muere
-salvo en ti...-
no le des un motivo hoy
para desaparecer antes de tiempo.
Vivir es ser consecuente con lo que uno cree que es.