Todo da vueltas x?
como acelerado...
escalando el techo
por la sombra del tejado.
Casi ciego,
los conjuros me elevan
en máculos globos
de ideas mal nacidas
por otras nuevas
en tinieblas desaparecidas.
Sin nada que echarme a la boca
derrocho cada día,
muy devoto al silencio...
vestales horas retenidas
chorreando relamidas
en esa fatigosa calima.
No me gusta tenerme así,
sólo quedas tú y tú soledad...
Pero si hasta aquí he llegado
al menos, existe algo de verdad:
mis ganas de empezar de nuevo.
Está claro:
Que “tó y ná” es lo mismo...
como el cianuro destino
o este párrafo último que escribo.
P.D.
La vida nos va envolviendo lenta-mente,
teje a nuestro alrededor
sigilosa un capullo...
Si quieres escapar y romperlo
tienes que transformarte
en otra cosa.