Ardo/perezco en el fuego del vicio siempre... xx Una lengua roja/amarilla hincándose, abrazándome, abalanzándose en el aire con los dedos abiertos. Desplegando abanicos de manos para intentar atrapar al escurridizo pájaro de la noche, -el deseo-. Atravesado por el cosquilleo de sentirme abrazado de cientos de horquetas de sirenas crepitando... -Sí, y no las de Ulises de vuelta a Ítaca-. Palomillas de alas translúcidas que desaparecen casi antes de haber alzado el vuelo regateando con sus pies sobre las brasas por los cambios de temperamento/ tempestad... Cabezas de alfileres, agujas que cosen/ zurcen el traje oscuro de la noche con los ojos de la siembra/sirena ilusión desparramando semillas de ceniza viva al cielo... Humo tachando/emborronado por el negror de los tizones es lo que queda a su más limpio y cálido amparo de la infinita oscuridad... Buque insignia de la nave nodriza de una flota que huye emboscada/abarrotada embobada hacia la nada donde ahora asfixio/se ahoga mi dragón. -[Keep it up (“Sigue así”)] ¡¡Fantástico tío, que vas a llegar lejos!