El exterior es tan hermético, tan fulano xx? y a la vez tan fascinante/fantasioso... como una bola de nieve/acero que no deja de rodar. Apisonadora trazando un nuevo carril/surco a modo de camino de lombriz de tierra por el que apenas puedo jugar con mi llanta y el palo ni que corra el agua o la aguja/-púa de la peonza- entre sus faldas de polvo y barro. Empiezo a pensar que sólo me tengo a mí. Así, aquí, frente a todos esos insurrectos -víctima de sus autopsias...- Pero no estoy dispuesto a cargar/llevar siempre el cubo de la basura a cuestas cuando el paisaje que veo, los decorados que se despliegan ante mí son tan exuberantes/atractivos. Y no paran de entusiasmarme y fastidiarme de inconsciente/ incontenible sobremanera. De lo que estoy bien seguro/es lo feliz que sería de poseer en el estado consciente todo aquello que deseo. Por lo fácil que entran por mis ojos -hasta el pecho- en la trampa que le tiene preparada mi corazón de quererlos con toda su alma... Y no me resigno al sufrimiento del pobre mientras ve alimentarse al rico con su bocata de dominio balanceándose/debatiéndose en su columpio de diamantes adornado con las cabelleras cortada al niño pobre, las mismas que cubría la olla de los sueños robados/ incumplidos... Un ave fénix que ronda por mi cabeza -mientras te cuento esto- se desnuda al vuelo entre un ligero y leve parpadeo. Se ha quedado en cueros vivos aterrizando sobre las cenizas de lo que te sucede/ seduce mientras tanto.../miraba al cielo. La magia de un hada madrina buena hace que broten plumas de oro y cristal sobre el cuerpo de la estatua de hierro para convertirla/disfrazarla en una de esas que se ponen tan lindas en lo alto de las azoteas... Un ladrón de tres al cuarto, -huyendo de los guardias/justicia...- se ha subido a sus lomos quedándose tan quieto que ha engañado hasta el helicóptero civil de rastreo. Nadie puede salir ni entrar del recinto acordonado. Es cuando de nuevo, en un golpe de suerte, revive el corazón/ la carne del monumento. Escapando desde lo alto perdidos en el horizonte del oscuro anhelo/universo. Una mancha entre las nubes que se borra casi al instante cruzando el poniente/-puente de luz...- El sol ha copiado de la luna esa iluminación fría/opaca. La lluvia resbala contra el rostro de los fugitivos convirtiéndose en un rebufo denso/espeto amontonado de gotas gruesas/gigantes como pesas de reloj que fatigadas caen con mayor virulencia contra los tejados dejando un rastro de explosiones -fuegos artificiales- delatando su situación en el fango de cemento/ conocimiento gris... Un tirador certero profesional apostado en una esquina de la máquina del tiempo espera a que pasen de nuevo por error -sobre sus cabezas- para abatirlos, con esa munición que traspasa dos cuerpos juntos/etéreos/enteros... El latido de la incertidumbre clonando otros amaneceres/ menesteres -igual de ensordecedor/desolados-. Pespuntean las sienes del secuestrador soltando su botín... mientras la alborotada multitud agasajada desoyendo las voces de la autoridad saquean las avenidas sembradas de joyas/ -gemas espléndidas abandonadas en la huida...- Entonces sin más valor que la transformación mágica de los dos aventureros consiguen aterrizar en el campo santo. Cementerio a las afueras de la gran ciudad -convirtiéndose en cabecera de/para sus muertos-. Ese es el sueño querido: una piedra sin alma puesta en un altar en el huerto/hábitat de nuestro lecho de muerte... Donde recordamos todos los noviembre y fiestas de guardar lo que pudimos haber sido para el resto de la eternidad todavía arrestado/-enterrados vivos...- P.D. Si sueñas, no te sueñes. Ese es el gran vertedero/verdadero error, porque entonces nos confundimos con la fe, -la esperanza y la caridad sobre uno mismo...- Y eso es una traición, violación en toda regla de los derechos de cualquier ciudadano libre. Si sueñas, hazlo fuera de ti. Que sea el otro/ -él/en lo contrario- quién padezca si algo sale mal. Y si por ventura saliera bien y aciertas... te darás cuenta de la poca importancia que tiene/ -o ha tenido todo esto-. -Ojalá tengamos razón...
