Vamos paseando x y nuestras almas contiguas se van haciendo cada vez más amigas cogidas del brazo incluso de la mano. Cuando abandonamos ese lugar ellas continúan vagando recreándose en las vaporosas escenas. Lloviznando condensados mejunjes de afecto y añoranzas... -Cobijándonos-. Aún después de habernos ido, de haber pasado unas horas juntos unos días, unos años, incluso de desaparecer... nuestros espectros de almas gemelas continúan tal como las dejamos porque ellas sí quieren conocerse mejor. Se recrean acariciando la huella de todo aquello que fueron/fuimos de lo que formaron parte de lo que vivieron juntas. Incluso juguetean con la punta de los dedos antes de despedirse...
