Luciérnagas silenciosas x+ juguetean al escondite entre las matas... dejando ver en la oscuridad su falda verde esperanza. Grillos irreverentes atronan frotando sus patas, derramando júbilo entre las brozas y cañas. Las ranas croan en carnal semejanza entre chasquidos y silencios que las asusta como delatan. Mientras que la senda mojada de relente remonta con su humedad mis sandalias. De pronto, una sombra en la tapia me hace huir a la misma velocidad que me atrapa. Y lanzado al borde del estupor convulsionado como una guitarra guancha, tiemblo aplacado en esa espuma “pasmao” del miedo que me atenaza. Con el valor de cien quijotes siembro de pisadas feroces la senda de hilos de plata, hasta aplasto algunos caracoles/ a cualquier criatura noctambula, voy acelerado, con prisas, sin contemplanzas. Al loro... unos perros avisan de mi llegada, el cañizo, una estaca, la curva, una ligera cuesta la puerta de mi casa. Por fin, respiro tranquilo en la paz de esta plaza.
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Alucino/
Alucino/aterrizo de júbilo xx+ -en tu planeta y su satélite- en los perfiles de su esfera.../ arrecife que modela mi mano cuando te recorre. La figura se adentra y le miente a mi mente como un ciego en el agua dulce del esperma/estanque lleno de pececillos mordisqueado sin dar con la moneda... óvulo/óvalo del amor. Y me acuerdo de ti.../ y te restriego en mis ojos/te reconstruyo aun cuando no te veo en ese fotograma/programa informatizado que mi robot/ aflicción... sabe de memoria echándote de menos en/a cada milímetro que no te tiene ni me sientes. Cincelo la semilla del diablo de este teatro de esperpentos con el rostro lleno de carbón/cabrón... betún de Judea/ sal que araña del sudor/ olor a jornalero recluido en esta mina a campo abierto -por ti- -de angustias y desasosiego-. Y entonces te repites en mis venas/versos como una flor que se abre al viento desprendida de sus alas Un desafío/escalofrío me recorre envolvente/ involuntario, estrellando el flujo de la auto-compasión/-tu no...- contra mí frente/-indiferencia errante- sin seguro a terceros... Ni muerte, ni gran invalidez, ni dinero para el taxi. En lo que tardo/cuesta el conocerte he comprendido y comprendo que el concebirte... es lo que más me duele al no tenerte completa -...y aun así sigo soñando contigo-. Es un misterio/sistema de algoritmos indescifrable/ una religión que no me puebla, ni cura que me pueda salvar desde el púlpito con sus oraciones. Y es así, estés o no a mi lado... Y ese es mi mayor error, no poder extraerte/sacarte de mi cabeza/ corazón. Me siento como un caracol feliz-mente dormido... -pegado a tu pared-.