Solos se balancean los recuerdos,

Solos se balancean los recuerdos,         xx+
tendidos como ropa usada
a la suerte del viento.

Solos se balancean los recuerdos,
una vez gloriosos
queridos como ciertos.

Solos se balancean los recuerdos,
cacheados por horquetas
en la ubre del intelecto.

Solos se balancean los recuerdos,
en babateles mimados
del apartheid doméstico.

Solos se balancean los recuerdos
colgados de sus tripas
vagabundos en el tiempo.


Ardo/perezco en el fuego del vicio siempre…

Ardo/perezco en el fuego del vicio siempre...       xx

Una lengua roja/amarilla hincándose, abrazándome,
abalanzándose en el aire con los dedos abiertos.
Desplegando abanicos de manos para intentar atrapar
al escurridizo pájaro de la noche,
-el deseo-.

Atravesado por el cosquilleo de sentirme abrazado
de cientos de horquetas de sirenas crepitando...
-Sí, y no las de Ulises de vuelta a Ítaca-.

Palomillas de alas translúcidas que desaparecen
casi antes de haber alzado el vuelo
regateando con sus pies sobre las brasas
por los cambios de temperamento/
tempestad...

Cabezas de alfileres, agujas que cosen/
zurcen el traje oscuro de la noche
con los ojos de la siembra/sirena ilusión
desparramando semillas de ceniza viva al cielo...

Humo tachando/emborronado 
por el negror de los tizones
es lo que queda a su más limpio 
y cálido amparo
de la infinita oscuridad...

Buque insignia de la nave nodriza 
de una flota que huye emboscada/abarrotada 
embobada hacia la nada
donde ahora asfixio/se ahoga mi dragón.

-[Keep it up (“Sigue así”)]
¡¡Fantástico tío, que vas a llegar lejos!