Tengo toda la tierra encima

Tengo toda la tierra encima        xxx
y debajo, yo.
Sin sentir un ápice su acento/peso.
Cada estación es la misma,
cada año pasa igual
sin decirnos nada nuevo el uno al otro.
No nos importunamos/importamos
como los pájaros/roedores/hormigas de ahí fuera.

Aunque me busquen entre las cenizas
no darán ya conmigo.
Ni los mosquitos/moscas/sabuesas avispas/
abejorros/molestos gusanos. 
-Ahora en calma hacia mí-.
No me pueden oler ni seguir el rastro en el polvo
tras mi incineración,
-igual de imposible que en una foto 
o de un papel en blanco-.

La música, las palabras dejarán de impregnar mis oídos.
Los colores del día, el azul/su luz, todos
habrán desaparecido de la memoria mimetizada
aburrida de no reponerse ni responder
a la voz de su mesías.

Ya, espina llena del pus 
y -volviendo a mi presente-.
La carne circundante en mi rededor
avisa de la infección/enfermo.
Me quiere echar/sacar de todo esto
con los pies por delante.

La misma que en vida no te cura
te va a dar la única muerte que habrías tenido
por más especulaciones que te hagas
pero sin descabello.
-¿Necesitas algo para el dolor?
¡Porque te veo fatal!

¡No! 
No ves que sólo son cuentos, ¡zopenco!
Y mira para otro lado, por favor, que voy a ver si meo 
sin mojar/salpicarme los zapatos.
¡¡Que me pones nervioso de atar!!

¡No soy yo el culpable...!
¿Acaso eres tú el prefecto/
perfecto Hijo del Padre que esperamos...?

¡Tú si que estás mal! Anda 
ayúdame a recoger que no me pille la chorra.