Se restituye algo x+
que no sabes cuando cambió de sitio;
y lo vuelves a buscar... -al de antes-.
Por donde quiera que eches.../te encuentras sin él
te acuerdas de él.
Porque sigues sin percatarte del acomplejado hombre
errante y fugitivo -en el que te has convertido-
ese que quiere acoplarse/fundido en ti
con las nuevas formas que te está dando la vida
-a cada momento-.
En ese solitario cuarto de estar de la incertidumbre/
camión de la mudanza todo oscuro,
sin ventanas al exterior
todo se ve distinto...
-es la ahora de la transmigración del ser/
metempsicosis del alma-.
Esas pequeñas muertes diarias te están acostumbrando/
te está costando la salud
te van cortando la cabeza y el corazón en finas lonchas
abandonados sus trozos -ya podridos-
junto a la guillotina de las lanzas/
hacha del carnicero... -reloj-.
-¿Cuándo dejarás de buscar entre los dragones/
y madmorras -cajones de la cómoda memoria-?
Las cosas cambian/
el tiempo pasa...
¿Ya no te acuerdas?
Sólo es eso...
-que te estás haciendo mayor-.
Etiqueta: guillotina
Cuando destrozado
Cuando destrozado x tragas el aire caldeado/modulado de la furia que te zurra a destajo con las ganas que no tenías en aquel mezquino momento foráneo... Se amasan los nervios con la sangre/ hueles a podrido en los ríos de la carne. Te agotas fondeado en el recodo de cada instante, hasta perecer ahogado en las trombas del desgaste. Todo te dice que no puedes más y lo intentas de nuevo... una y otra vez/ sin rendirte, sin abandonar lo que nunca debiste o no empezar... Es cuando llegas a ninguna parte y sólo tú sabes lo que ignoras. Tus preguntas se quedan escritas con el dedo corazón en el vaho/ púbis del cristal gélido en las fábricas/factorías calientes de la vida, dejando pasar la luz a través de su dibujo hasta el interior de tu cuarto/ cadena de montaje cuyos robots te lo agradecen por las sombras que gravitan. Porque, cuando te zambulles en esa cómoda compota esquivando cubrir el acto virgen que te invitaba a la fiesta -sin empalmarte/sin violarlo en una micra de segundo fratricida- Es mejor que sigas dormido para siempre, sin resistirte en los trastes de tu guillotina de juguete/de pacotilla -gallina clueca de tu sin vida-. P.D. Para matar el tiempo vale todo... incluso no hacer nada.